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Argentina, la lucha continua....

El kirchnerismo y la protesta social

Banderas en tu coraz�n

Fernando Rosso

A veces, una imagen vale m�s que mil relatos. En la foto est�n Carlos Platkowski, abogado de los derechos humanos y Mar�a Victoria Moyano, hija de desaparecidos y nieta restituida. Frente a ellos, la Gendarmer�a Nacional –que responde al mando del Secretario de Seguridad Sergio Berni- dispuesta a encarar una dura represi�n. A su espalda, mujeres de trabajadores de Lear Corporation, miembros de organizaciones sociales y pol�ticas solidarias con los obreros que reclaman una sola cuesti�n: no ser dejados en la calle por la multinacional autopartista que despidi� a m�s de cien empleados, mantiene suspendidos a otros cientos e impide dictatorial e ilegalmente el ingreso a la f�brica de sus representantes gremiales elegidos leg�timamente. El escenario es la autopista Panamericana, en la zona norte del Gran Buenos Aires, en la ma�ana fr�a del mismo d�a en que Alemania trituraba al local en las semifinales de Brasil 2014.

Dos banderas pretend�an ser sostenidos en el coraz�n triste del kirchnerismo "puro" o progresista: la bandera del empleo y la no represi�n a la protesta social.

El gobierno est� cruzando descarada y abiertamente (antes trataba de hacerlo de manera simulada o "terciarizada") esos dos l�mites que se hab�a autoimpuesto -siempre en t�rminos relativos-, como gobierno de contenci�n y desv�o, nacido de la crisis pol�tica y social de principios de la d�cada. La foto de este martes en la Panamericana (y la de un d�a antes en la General Paz, por el conflicto de otras dos empresas en las que se denuncia vaciamiento: Emfer y Tatsa), combin� en un mismo acto el cruce de su propio imaginario "Rubic�n": represi�n a trabajadores que reclaman por sus puestos de trabajo. Y esto llevado delante de la mano de los peores rostros del personal de su coalici�n: la burocracia sindical del gremio mec�nico (SMATA) y su m�ximo exponente, el impresentable Ricardo Pignanelli, y la Gendarmer�a a las �rdenes del inefable Sergio Berni.

Un verdadero trabajo de equipo -con la complicidad del Ministerio de Trabajo (Carlos Tomada) y la Secretar�a de Industria (D�bora Giorgi)- para garantizar la violaci�n de todos los derechos laborales y sindicales (con despidos masivos y ataque a la comisi�n interna) por parte de una multinacional norteamericana. Justo en el mismo momento cuando se "enfrenta" ret�ricamente a los llamados fondos buitre, mientras se negocia un pago jugosamente prometedor (para los demandantes) para "normalizar" la relaci�n del pa�s con el sistema financiero internacional, eufemismo pol�ticamente correcto para denominar un nuevo ciclo de hipoteca nacional.

El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), emiti� un comunicado, luego de estos actos represivos, donde alertaba sobre un "Preocupante desplazamiento en la pol�tica de no represi�n de la protesta social" y otros referentes del kirchnerismo bregaron por el "abordaje no violento" de la misma, entre ellos, algunos medios hasta hoy m�s que oficialistas (Tiempo Argentino, 10/07). Ninguno, excepto los "halcones" del propio kirchnerismo, pudo defender a las fuerzas de seguridad y las escandalosas actuaciones de estos d�as. El gobierno se erige en el "partido del orden" y comienza a tomar fisonom�a concreta el famoso pa�s normal, qui�nes deben ser sus beneficiarios y qui�nes los "normalizados"… a palos, balas de goma y gases.

Hay una discordancia de los tiempos entre la apuesta a solucionar la cuesti�n de los "fondos buitre" que abra la posibilidad de un nuevo ciclo de endeudamiento (y una sobrevida m�s "tranquila" hacia la transici�n al 2015) y las necesidades de la hora de una econom�a en retroceso, que la salida devaluatoria de enero y el paquete que la acompa�� empuj� hacia mayores tendencias recesivas, p�rdida de puestos de trabajo y del poder adquisitivo del salario. Hoy vuelve a la agenda la cuesti�n del impuesto a las ganancias, porque la no actualizaci�n del m�nimo no imponible (y de las escalas) empieza a afectar otra vez a sectores masivos de los trabajadores. Porque pese a los "precios cuidados", tanto en �stos que tienen autorizados aumentos regulares, como en los otros "descuidados" la inflaci�n no cede, aunque no se dispare.

El dilema para el gobierno es que la resoluci�n de lo "macro" (la posibilidad de nueva deuda) presupone mantener los lineamiento de este ajuste, y pese a eso no est� garantizado que pueda solucionarse en el tiempo necesario. Dicho en otros t�rminos, el "nuevo orden" es una de las condiciones de los "inversores"; el m�todo para ponerlo en pr�ctica liquida los restos del relato y deja por el suelo las dos �ltimas deshilachadas banderas que ilusamente algunos cre�an "inviolables".

Lo destacado de la coyuntura es que pese al mundial y la hist�rica llegada a la final (despu�s de 24 a�os), la protesta ocupa la escena y la agenda p�blica, hecho que evidencia que el "nacionalismo mundialista" y su espect�culo encuentra los l�mites en un malestar general.

"Yo s� que no puedo darte algo m�s que un par de promesas, no: ticks de la revoluci�n (…)" afirma el Indio en otro tramo de "Juguetes perdidos", un tema que fue apropiado como parte de cierta liturgia del kirchnerismo progresista. Y las banderas, si quedan, estar�n en tu coraz�n; porque en la calle est�n Berni y el teatro anti-disturbio de sus perros dinamita.

Fuente: http://elviolentooficio.blogspot.com.ar/

Fuente: lafogata.org

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