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Argentina, la lucha continua....

Universidad de Madres de Plaza de Mayo

Luis E. Sabini Fern�ndez

Rebeli�n

Escribir sobre la cuesti�n de la que voy a escribir crea una penosa situaci�n. Porque todos los que hemos repudiado la dictadura desaparecedora de 1976 tenemos en nuestro coraz�n el papel glorioso de las Madres de Plaza de Mayo, de las catorce iniciales y de todas las que se fueron sumando con coraje c�vico y con entereza moral.

Por eso, cuesta hablar de la llamada Universidad de las Madres de Plaza de Mayo.

De todos modos, hay que decir que las universidades son, al menos las p�blicas, entidades plurales y pluralistas. (En ese sentido, la existencia de universidades privadas y tem�ticamente restringidas, plantea el mismo problema que la salud en manos privadas y con fines de lucro, por tratarse de bienes sociales tan generales e indivisos; la salud y el saber).

El pluralismo caracter�stico de la actividad universitaria, dinamizado si cabe a trav�s de las c�tedras libres generadoras de conocimientos laterales o lateralizados respecto de los curriculares consagrados, es otro rasgo que reafirma la oxigenaci�n ideol�gica y el pluralismo universitario.

Para decirlo sumariamente, una universidad debe procurar la mayor diversidad conceptual o pluralidad, lo cual no significa que el estudiante deba hacerse ecl�ctico sino que debe aprender a optar entre opciones y no "hacerse", cultivando una bajada de l�nea. Los estudiantes deben aprender a problematizar, no a recibir consignas, por m�s correctas que nos suenen.

Si un centro de estudios se dedica a difundir un muy ce�ido panorama de ideas, eso resulta m�s bien una escuela de cuadros, usando la vieja terminolog�a bolchevique. En tal caso se difunde un cuerpo de ideas con pretensi�n de correcci�n pol�tica y hasta de virtud, pero el estudiante ha sido s�lo mero receptor; lo que Paulo Freire calificaba como "educaci�n bancaria", por m�s "revolucionarias" que fueran las posiciones.

Cuando en 2007 se desguaza la librer�a que hab�a llegado a formarse en la Casa de las Madres, tal se hizo para enderezar y unificar la bajada de l�nea. Con ello se perdi� un sitio de rara vitalidad en la ciudad de Buenos Aires, con una multitud de publicaciones de pueblos originarios, de trosquistas, anarquistas, po�ticas, de diversidad sexual, de experimentaci�n gr�fica y expresiva. La decisi�n fue depurar.

De los cientos de publicaciones quedaron cinco. Eran las cinco m�s afines con el proyecto pol�tico al parecer dominante. Cinco publicaciones que m�s o menos retransmit�an la l�nea que bajaba desde alguna altura. Recuerdo que hab�a una sexta que qued� en el limbo; Punto de vista, dirigida por Beatriz Sarlo, que hab�a iniciado su vida editorial en el tiempo de la dictadura desaparecedora. Indudablemente el escollo para purgar a Punto de vista y a su directora no era de dudas sobre discrepancias, pues �stas eran ciertas, sino a causa del peso espec�fico de una intelectual como Sarlo.

Sarlo rompi� el nudo gordiano, porque justo entonces dej� de existir Punto de vista.

Pero esa "limpieza" bibliogr�fica revel� a mis ojos una angostura ideol�gica. La misma que se manfiestar� cuando se borre el nombre de Bayer para el caf� de Madres poniendo el seguro-a-toda-prueba del Che (en realidad, ya hab�a estado discutible eso de bautizar a un caf� con el nombre de alguien vivo, pero no fue para salvar ese error que se borr� a Bayer de un plumazo).

En resumen, si es verdad que el gobierno le adeuda a la UMPM un dinero, que no se enjugue ese d�ficit incorpor�ndola como universidad p�blica. Que en todo caso se le pague lo adeudado.

El tr�mite de convertir a la universidad de Madres en universidad p�blica es harina de otro costal.

Fuente: lafogata.org

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