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Argentina, la lucha continua....

Un viaje hacia las utopías revolucionarias (LXXX): "Unirse desde abajo - organizarse combatiendo"

Manuel Justo Gaggero

ARGENPRESS.info

Después de casi 2 años del golpe militar que había derrocado al Presidente Arturo Umberto Illia, los trabajadores y todos los sectores populares que reconocían a la CGT de los Argentinos como el polo opositor se preparaban para celebrar el 1º de mayo en la calle y denunciando el proyecto reaccionario de la Dictadura.

El acto central se programó en la histórica Plaza Miserere, pero a la madrugada cientos de policías, carros de asalto, tanquetas, y vehículos de todo tipo ocuparon el lugar con directivas expresas del régimen castrense de impedir la concentración.

Pese a todo, columnas de trabajadores, estudiantes, profesionales y militantes políticos intentaron congregarse en el sitio indicado, produciéndose duros enfrentamientos con las fuerzas represivas, con el saldo de heridos, y detenidos.

Al frente de los manifestantes marchaban Raymundo Ongaro, Jorge Di Pasquale, Ricardo De Luca, Julio Guillan y otros dirigentes de la nueva Central que ratificaban de esta forma que estaban dispuestos a estar en la primera fila de la confrontación con el régimen dictatorial.

Al mismo tiempo se daba a conocer el "Programa del 1º de Mayo", dirigido a los trabajadores y al pueblo argentino. El mismo comenzaba señalando… "Los invitamos a que nos acompañen en un examen de conciencia, una empresa común y un homenaje a los forjadores, a los héroes y a los mártires de la clase trabajadora. En todos los países del mundo ellos han señalado el camino de la liberación. Fueron masacrados en obscuros calabozos como Felipe Vallese, cayeron asesinados en los ingenios tucumanos como Hilda Guerrero…"

"En esas luchas -seguía diciendo- y en esos muertos reconocemos nuestro fundamento, nuestro patrimonio, la tierra que pisamos, la voz con que queremos hablar, los actos que debemos hacer, esa gran revolución incumplida y traicionada pero viva en el corazón de los argentinos…"

Luego de analizar y condenar la conducta de los dirigentes colaboracionistas que se habían retirado del Congreso "Amado Olmos", explicitaba un programa claramente socialista y revolucionario en el que se planteaba que la propiedad sólo podía existir en función social, que los trabajadores no sólo debían participar en la producción, sino también en la administración de las empresas y distribución de los bienes.

Reivindicaba para la Nación la propiedad de los sectores básicos de la economía, planteando que el comercio exterior, los bancos, el petróleo, la electricidad, la siderurgia y los frigoríficos debían ser nacionalizados.

La reforma agraria, la expropiación de las tierras necesarias para entregárselas a los campesinos, la expulsión de los monopolios y el desconocimiento de los compromisos financieros contraídos por la Dictadura formaban parte del enunciado de esta verdadera Declaración de objetivos de una sociedad que se preparaba para grandes enfrentamientos.

Finalmente convocaba a los estudiantes, a los intelectuales, artistas, pequeños comerciantes, a los religiosos de todas las creencias, a los partidos políticos democráticos y a todos los sectores de nuestro pueblo a participar de esta gesta emancipadora.

En Paraná también comenzamos a preparar el acto, que también fue prohibido por la intervención militar produciéndose algunas escaramuzas con la policía.

Hicimos miles de volantes con el texto del Programa que entregamos casa por casa y sentíamos que realmente había surgido una conducción que nos unificara frente al régimen castrense.

Dos semanas después se produjo un hecho relevante en la ciudad de Córdoba. Una abrumadora mayoría de sindicatos de esa ciudad mediterránea decidió repudiar a la conducción participacionista y colaboracionista de la filial local de la CGT y adherir a la CGT de los Argentinos.

Los mismos dieron a conocer un documento que comenzaba con la consigna "Unirse desde abajo - organizarse combatiendo", rescatando los valores de unidad y organización de la clase, para ponerlos al servicio de la liberación.

El mismo, que entre otros dirigentes estaba suscripto por Agustín Tosco, Secretario General del Sindicato de Luz y Fuerza y Atilio López de UTA señalaba … "La consigna es muy clara no debe quedar en todo el país una comisión interna, un sindicato, una regional adicta al colaboracionismo. Y ustedes saben muy bien como se hace esto sin sectarismos de listas, de colores, de partidos, de religiones, sin otra bandera que la argentina, con la ideología que nace de la experiencia concreta de los trabajadores".

Terminaba diciendo: … "No basta con poder un sindicato en pie de lucha por la liberación nacional, hay que coordinar su acción con otros gremios…"

De esta forma en la "docta" se comenzaba a perfilar la profundización del enfrentamiento con la Dictadura. En Santa Fe y en Rosario se dieron procesos similares, constituyéndose las filiales de la CGTA.

Fuente: lafogata.org