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Argentina, la lucha continua....

Santa Fe: "La defensa de los indefendibles"

Redaccion Rosario

Este martes se iniciaron los alegatos de los abogados defensores de los cinco imputados del primer juicio a represores de la dictadura en Rosario. "Esta defensa no va a negar la existencia de plan sistemático durante la dictadura militar, que está probado en la causa 13", reconoció en una parte de su exposición Mariana Grasso, la representante legal del teniente coronel Pascual Guerrieri.

Apenas comenzó la audiencia, testigos, querellantes, organismos de derechos humanos y gente del público, desplegaron las fotos de los desaparecidos y la jueza Beatriz Caballero ordenó desalojar la sala. "La idea fue que las víctimas ausentes, los compañeros que no están porque sus cuerpos fueron ocultados por los asesinos, que no pueden mirar a la cara a sus verdugos, estén ahí, y que se tengan que bancar la presencia de los desaparecidos", dijeron desde los organismos que conforman el espacio Juicio y Castigo.

El Tribunal Oral Federal N° 1 de Rosario viene llevando adelante, desde el 31 de agosto, el juicio por las causas conocidas como Quinta de Funes y Fábrica Militar, dos centros clandestinos de detención que operaron en el marco del Batallón de inteligencia Militar 121 de Rosario. En el proceso se juzga la conducta de cinco renombrados represores rosarinos (Pascual Guerrieri, Jorge Fariña, Juan Amelong, Walter Pagano y Eduardo Costanzo), a los que se les imputan los secuestros ilegales de una treintena de jóvenes, la aplicación de tomentos físicos y diecisiete homicidios agravados por la desaparición de lo cuerpos de los asesinados.

Inicio ruidoso

Ya desde la tarde anterior los organismos de derechos humanos y grupos que integran el espacio Juicio y Castigo habían anunciado que "harían presente, en el juicio, a los desaparecidos". La mañana de este martes, cuando comenzó la audiencia, desde el público – y en medio de cantos y gritos de justicia-, desplegaron las fotos de los desaparecidos de la causa y las pegaron sobre las paredes y el blindex que divide el recinto. La jueza Beatriz Caballero, que presidía el tribunal, ordenó desalojar la sala.

Ya fuera del tribunal, los organismos realizaron una conferencia de prensa y explicaron que "la idea fue que las víctimas ausentes, los compañeros que no están porque sus cuerpos fueron ocultados por los asesinos, que no pueden mirar a la cara a sus verdugos, se tengan que bancar la presencia de los desaparecidos".

"Estamos convencidos de que se tiene que cumplir con el derecho que tienen los genocidas a tener una defensa como corresponde, en el marco de un juicio con todas las de la ley, pero para nosotros estos asesinos son indefendibles, y también estamos seguros de que por la prueba producida, van a ser sentenciados a cadena perpetua", expresó a su turno Mario Bordesio, militante de la agrupación HIJOS Rosario.

Al cierre de la conferencia de prensa se realizó una radio abierta con la presencia de referentes de la APDH, el Colectivo de ex presos políticos, HIJOS, el Frente Darío Santillán, el Movimiento Evita, COAD, SITRATEL, Poriajú, Santiago Pampillón, el Movimiento y personalidades históricas de la lucha por los derechos humanos, como Ana Moro y Alicia Lesgart. También se acercaron al acto trabajadores de prensa del diario La Capital, que se encuentran en conflicto por una nueva envestida del Grupo Uno contra las fuentes laborales.

Los abogados del diablo

Luego del ruidoso episodio comenzó el alegato de la abogada oficial, representante legal de Pascual Guerrieri, Mariana Grasso, quien realizó una muy fundamentada defensa que intentó relativizar algunos aspectos de la contundente prueba producida durante el proceso, aunque reconoció hechos como "el plan sistemático aplicado durante la dictadura miliar".

Grasso apeló al derecho internacional e hizo alusión a varios autores de la biblioteca garantista, con la intención de atemperar la pena solicitada por las querellas y la fiscalía –todos solicitaron cadena perpetua-. La abogada de Guerreiri citó entre otros a "Darío Solo, sociólogo, marxista" y a Ana Harent, por dar algunos ejemplos.

La defensora oficial se refirió a la cobertura periodística del juicio. "Afecta la garantía de imparcialidad. En todos los casos los justiciables eran tratados con el apelativo de "Genocidas" o "asesinos", dijo Grasso.

La abogada del represor apuntó también contra "el paso del tiempo" como estrategia para debilitar la fortaleza de las declaraciones de los testigos. Grasso quiso mostrarse respetuosa con los sobrevivientes, pero afirmó que "los cuestionamientos de las testimoniales en modo alguno es en cuanto a sinceridad, sino que es un proceso de contaminación necesario que tiene que ver con el paso del tiempo".

La abogada oficial explicó que "la misión de la defensa es marcar las fisuras en la hipótesis acusadoras" y se dedicó a plantear, según su análisis de la prueba, cuáles fueron esas fisuras, para terminar pidiendo la absolución de su defendido, en base a que consideró que había demasiadas "dudas" respecto de lo producido en el juicio.

Finalizada la audiencia, redaccionrosario.com consultó a varios de los abogados de las víctimas, que reconocieron la dedicación que puso en su tarea la defensora oficial, pero que coincidieron en señalar "que lo por ella expuesto no puede modificar en nada la suerte de los imputados, ya que la prueba es contundente".

El juicio continuará el martes próximo a las 9, con más alegatos de los defensores de los imputados.

Fuente: lafogata.org