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Argentina, la lucha continua....

Situación de vida

Carlos Ferreres
ACTA

Pensar la discapacidad desde la condición de trabajadores organizados nos sitúa en un lugar que es capaz de generar acciones de efectiva incidencia y referenciar todas las luchas que se están dando de manera aislada.

Que nuestro Noveno Congreso Nacional de Delegados de marzo de 2009 haya aprobado por unanimidad la creación de la Secretaria de Discapacidad, jerarquizando un área que funcionaba como Departamento, profundiza el compromiso.

Es la decisión conciente de la clase trabajadora de incorporar -dentro de sus políticas generales- la temática de la discapacidad. Significa acción gremial para delinear las medidas que van a impactar de manera decisiva en la inclusión e integración de los trabajadores y trabajadoras con discapacidad, garantizando, fundamentalmente, que puedan acceder y desempeñar su trabajo con dignidad. Implica dar visibilidad a un actor social, que más allá de la condición de formal, registrado, precarizado, en negro, cuentapropista o desocupado, con o sin discapacidad, primero, se lo considera un trabajador.

Es poder ver al compañero/a con discapacidad como un ser productivo, capaz de generar riqueza y de disputar su participación económica, política, social y cultural, junto al resto de los trabajadores.

Proponemos pensar la discapacidad como una situación de la vida, no sólo determinada por factores personales, sino principalmente por factores ambientales, del entorno, del contexto en el que vivimos. La discapacidad como una circunstancia vital que, ya sea en forma transitoria o definitiva, nos puede afectar a todos en algún momento; por lo tanto, tiene una transversalidad que la hace depender de los factores sociales, económicos, culturales, laborales, educacionales y familiares.

Para poder funcionar en la sociedad, hay quienes necesitarán rampas, sistema braille, aros magnéticos, prótesis, órtesis, colectivos accesibles, lo mismo que veredas, edificios, la propia ciudad y la comunicación accesibles. Aquí reside el carácter político de estas acciones y también comprender que existe una cuestión ideológica que requiere de un cambio social en procura de garantizar derechos.

La discapacidad conlleva una larga historia de marginación, exclusión, abandono y negación. Existe una ideología dominante del ámbito de la discapacidad que ha impregnado las políticas que se implementan desde el Estado, a la vez que ha sido fuertemente cuestionadas. Es la ideología del modelo reduccionista médico, que restringe el origen de la discapacidad a una cuestión biológica o particular de la persona, que en su condición de "enferma" debe ser asistida. Y su vigencia aún perdura en muchas leyes y programas que funcionan sobre la base del ocultamiento de derechos y que tienen un impacto mínimo en relación a la población con discapacidad.

En Argentina las políticas públicas son insuficientes, parciales y no universales" en términos de igualdad mientras que en la plataforma de los partidos políticos la temática está ausente. Y un dato que no podemos soslayar es que esta ideología, que perpetúa los prejuicios, los miedos, los mitos y el desconocimiento, es la misma, que ha sido asimilada por las propias personas con discapacidad, por sus familiares, por muchas ONGs tradicionales de discapacidad, y por gran parte de la sociedad que no está dispuesta a ver lo que no quiere.

Es así que decimos que la temática de la discapacidad es una construcción social, cuya complejidad y transversalidad exige involucrar a una pluralidad de actores sociales. No existe hasta ahora un antecedente en América de una central de trabajadores que se ocupe de la discapacidad con el objetivo claro de construir una política nacional con arraigo territorial que considere las particularidades de cada una de las regiones. Por ello, como Central de Trabajadores de la Argentina promovemos que la temática se incluya en todas las organizaciones que la conforman para elaborar y generar acciones que tiendan a la consecución de los derechos de los trabajadores y las trabajadoras con discapacidad.

La búsqueda de respuestas en forma individual está agotada. Que la herramienta sea la creación y conformación de Secretarias de Discapacidad locales. La organización. Esto implica un desafío enorme que tenemos como Central.

La Secretaría de Discapacidad cobra sentido en tanto busca promover el reconocimiento de los derechos de los trabajadores con discapacidad, en el marco de una efectiva participación política, económica, social y cultural de las personas con discapacidad.

Esto significa reconocer que, en tanto trabajadores, tienen el derecho de participar en la definición de las reivindicaciones y luchas del conjunto de la clase, incluidos e integrados en los espacios de organización que el colectivo de trabajadores genere (docentes, empleados estatales, de comercio, organizaciones territoriales, trabajadores autogestionados, entre otros).

También implica la exigibilidad de los derechos restrictivos a las personas con discapacidad (como ambientes de trabajo adaptados o accesibles, cupos laborales, transporte público accesible, entre otros), ya que constituyen las condiciones mismas para el acceso a sus derechos fundamentales como sujetos sociales (al trabajo, a la libre movilidad, al ocio, a la educación, a la salud, a la libertad de expresión y opinión, etc.) y la base para transformar el contexto que hoy discapacita.

Esta perspectiva recupera el protagonismo de los trabajadores, como sujeto colectivo, en la construcción de una sociedad para todos; y difiere con aquella perspectiva que considera que los derechos humanos son sólo para algunos pocos, y los derechos específicos para las personas con discapacidad constituyen "excepciones necesarias", "lujos" o "gestos de caridad o beneficiencia" dependientes de voluntades individuales.

Para que cada una de las organizaciones gremiales y sindicales que dan vida a la CTA, se constituyan en espacio de organización y de lucha que integre la temática de la discapacidad, la Secretaría de Discapacidad impulsa acciones orientadas a la prevención de la discapacidad, a la formación sindical, de comunicación y de inclusión e integración de los trabajadores con discapacidad.

Del mismo modo, se promueve la creación de Secretarías o Departamentos de Discapacidad al interior de cada CTA local para impulsar y acompañar estas políticas de acuerdo a las necesidades del las organizaciones del territorio.

Las políticas asistenciales o de gestión de beneficios individuales se reservan a las organizaciones gubernamentales responsables de garantizar dicho acceso (sean nacionales, provinciales o municipales), y a las organizaciones no gubernamentales abocadas a dicha tarea.

Carlos Ferreres es Secretario de Discapacidad de la CTA.

Fuente: lafogata.org