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Argentina, la lucha continua....

Argentina, Chaco: Asesinado en la Masacre de Margarita Belén. Familiares recibieron y velaron los restos de Alcides Bosch

Chaco día por día

Los familiares recibieron los restos del militante asesinado, durante la dictadura, este lunes en el Tribunal Oral Federal de Resistencia. Como resultado de la lucha por "Memoria, Verdad y Justicia" sus restos fueron velado y enterrados en su ciudad natal, Villa Ocampo.

Los restos óseos de Alcides Bosch, asesinado el 13 de diciembre de 1.976 en la Masacre de Margarita Belén por la última dictadura cívico militar, fueron entregados a sus familiares durante el mediodía de ayer, lunes 13 de abril, en el Tribunal Oral Federal de Resistencia.

Por la tarde, en Villa Ocampo, se realizó la misa y el entierro de Alcides, desaparecido desde el 22 de noviembre de 1976 hasta que en 2007 el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) lograra su identificación.

La Comisión Provincial por la Memoria y Miguel Nievas, del EAAF, acompañaron Isabel y Pablo, la esposa y el hijo de Alcides, durante toda la histórica jornada de una recuperación que es el fruto de los años de búsqueda de los familiares, y de la lucha incesante por la memoria, la verdad y la justicia de los organismos de derechos humanos.

Entrega de la urna con los restos óseos de Alcides Bosch.

Alcides Bosch era oriundo de Villa Ocampo, Santa Fé, fue seminarista y estudió Filosofía y Letras. En Villa Ana participó del proyecto cooperativo de los pequeños productores agrícolas de la zona, representándolos en las Ligas Agrarias. En 1976 vivió junto a su esposa y su hijo por nacer durante un tiempo en Resistencia. El 22 de noviembre fue secuestrado y desaparecido durante un viaje de Formosa al Chaco, siendo asesinado en la Masacre de Margarita Belén, cuando tenía 28 años. En 2007 el EAAF identificó a partir de una muestra de ADN la identidad de Alcides Bosch en uno de los cuerpos enterrados en el cementerio de Resistencia después de la Masacre.

La entrega de la urna con los restos óseos de Alcides Bosch se realizó en el Tribunal Oral Federal de Resistencia, cerca del mediodía, con la presencia su familia y la compañía de amigos de Alcides, militantes de los organismos de derechos humanos en la CPxM, el equipo del programa de Asistencia a las Víctimas del Terrorismo de Estado, el abogado querellante en el juicio por la Masacre de Margarita Belén Mario Bosch, el antropólogo Miguel Nievas, del EAAF, y el subsecretario de derechos humanos Marcelo Salgado.

Al recibir la urna Isabel agradeció la tarea del EAAF y exigió justicia después de "tantos años que tuvieron que pasar para este reencuentro, porque no hay derecho para lo que nos hicieron pasar" Pablo, que viajó desde Australia, donde reside con su esposa y su pequeño hijo de siete meses, la misma edad que tenía cuando desaparecieron a su padre, señaló: "Esto es muy fuerte, toda mi vida fui el hijo de un desaparecido. Ahora soy el hijo de un desaparecido que apareció, pero sigo siendo el hijo de un asesinado por el terrorismo de Estado, por eso pido que no se pierda esta oportunidad histórica de hacer justicia. Por mi padre y por los 30.000 desaparecidos".

16.30 Misa y entierro en Villa Ocampo.

Por la tarde, el calor de la siesta santafesina no hizo mella a la convocatoria en la capilla de Villa Ocampo, donde una multitud integrada por familiares y amigos se congregó para cumplir con el sacramento de despedida al ex seminarista y militante interrumpido durante treinta y tres años. Finalizada la misa, antes de la inhumación en el cementerio los amigos compañeros y familiares de Alcides lo recordaron con relatos de su vida y militancia y con la común exigencia de justicia.

Isabel relató como fue que el "deseo de vivir" de Alcides le dio fuerzas para soportar el dolor de tantos años de ausencia e impunidad, y presentó a Eulogio Sellaré, viejo compañero de militancia de Alcides en las Ligas Agrarias, quién afirmó: "Los verdugos de Alcides y de todos los 30.000 siempre buscaron la impunidad. Para tener impunidad es que cambian el sentido de las palabras, y a la justicia la llaman "revanchismo" o "desquite". Esto es así porque el poder necesita de la impunidad y la desmemoria para repetir sus crímenes" y agregó; "Nos quitaron a Alcides para quitarnos los espacios de construcción de una sociedad más justa, por eso hoy, tantos años después todavía te decimos, querido Alcides, que seguiremos buscando cumplir con tus ideales".

Una de las hermanas de Alcides agradeció en nombre de toda la familia a Miguel Nievas, del EAAF, "por su trabajo para que hoy podamos estar acá, más de 30 años después, para despedir a mi hermano y tenerlo en su tierra, junto a su mamá Doña Ester, que murió de amor por él. Todos los vamos a recordar como lo que fue; un tipo alegre y solidario".

Juan Carlos Fernández, hijo de Eduardo Fernández, uno de los posibles militantes asesinados en la Masacre de Margarita Belén aún sin identificar, leyó un documento; "En esta fecha histórica en la cual Alcides Bosch regresa con los suyos, los organismos de derechos humanos que integramos la Comisión Provincial por la Memoria levantamos bien el alto su coraje y su compromiso, y junto a él, recordamos la ética y la dignidad de toda esa generación de argentinos que luchó por hacer realidad los más nobles ideales del ser humano".

"A tres décadas del genocidio, con la proximidad de un juicio por la Masacre de Margarita Belén a realizarse esperamos este año, todavía permanecemos en la ignorancia de cifra exacta de las víctimas de ese fusilamiento clandestino, con la seguridad de que no hayan sido menos de 22, pero existiendo la posibilidad de que los asesinados sean una treintena, con tan solo 12 cuerpos encontrados".

"Es por ello que rescatar a los militantes de las nieblas del olvido y la desaparición, hacerlos "aparecer" en la memoria y en el cuerpo, hacer valer el derecho humano a una lápida con su nombre, es un deber de toda la sociedad, y un imperativo ético en el sentido de reafirmación de verdad, memoria, y justicia para los aberrantes crímenes del terror dictatorial".

Acto seguido, Pablo Bosch agradeció el acompañamiento de todos los presentes y exclamó: "Tengo 32 años, más años de los que mi papá alcanzó a cumplir. Mi hijo tiene siete meses, la misma edad que tenía yo cuando secuestraron a mi papá. Y este es un encuentro que al mismo tiempo es una despedida. Pero me siento afortunado por ser uno de los pocos que pueden enterrar su padre. Y pido justicia".

Fuente: lafogata.org