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Latinoamérica

El Peor de los Escenarios. Bolivia en la Encrucijada

Carlos A. Pereyra Mele (*)

La grave realidad Política de los acontecimientos de la Republica de Bolivia, no hace sino que confirmar nuestras preocupaciones, que en estos últimos años los señaláramos como, como una lucha fraticida planteada entre dos sectores minoritarios que aprovechando la falta de solución a viejos problemas políticos sociales, que llevan a dividir a la sociedad Boliviana y esto sectores son los "fundamentalismos": Indigenismo vs. Separatismos la que maniqueamente intentan presentarse como los auténticos representantes de las regiones del País mediterráneo. Y las graves consecuencias para la región, Argentina y Brasil en particular por la situación humanitaria, económica y la posibilidad de impedir la integración continental si se desata una guerra civil en la hermana República..
Vemos la actitud francamente secesionista de los movimientos denominados autonomistas cruceños, cuyo eje esta en la Prefectura de Santa Cruz de la Sierra, que en estos días a pesar de ser minoritarios como todo grupo violento operan como una típica organización paramilitar, con el visto bueno de las autoridades cruceñas, rebeldes del gobierno Central y de las otras tres prefecturas enfrentadas al gobierno legitimo, actuando con una violencia e impunidad, que son la resultante de perder el plesbicito del 10 de agosto pasado que confirmo que 7 de cada 10 Bolivianos apoyan la política Nacional del Presidente Morales. Y esta violencia es demostrativa de otra grave falencia que tiene el grupo separatista cual es la de carecer de un líder nacional que aglutine la oposición democrática a Morales y también ratifico que los prefectos rebeldes confirmados por las urnas no pueden superar los limites de sus propios distritos y por lo tanto se carece de una estructura política que represente la zona por ellos denominada Media Luna Boliviana electoralmente, y consecuencia de ello no pueden armar una estructura política regional y menos nacional. Por ello recurren a la violencia.
A esta grave situación se llega también por las actitudes de los fundamentalitas indigenistas que con su apoyo critico a Morales y el permanente exigir profundizaciones en medidas políticas a esta altura del siglo XXI totalmente a contramano de las tendencias mundiales, les dan argumento a los violentos de la oposición y algo mucho mas grave aleja del gobierno a los sectores medios de la sociedad boliviana que hasta ahora apoyaran las medidas claves del Gobierno de Morales como es el de la nacionalización del Petróleo y la recuperación por parte del estado boliviano de sus recursos naturales. El plantear una constitución que en vez de mantener la unidad política étnica representada por el tradicional mestizaje Boliviano, profundiza la separación al reconocer 36 etnias, no consolida un estado intercultural, sino que plantea un verdadero caos administrativo y tiende a la disolución del poder estatal para ejercer el control en todo el País.
Pero todos estos movimientos fundamentalistas tienen un común denominador y es que tanto la financiación, organización están ubicados en los países centrales, detrás de estos están, el nuevo recurso que implementaron los poderosos del mundo denominado: las ONG que hacen el trabajo que en otros tiempos realizaban los potencias colonialistas, detrás de las buenas intenciones, esconden los fines mas oscuros, cuales son, los de armar estructuras que lleven a los reclamos sectoriales o étnicos a niveles que impidan el dialogo y los conduzcan al enfrentamiento violentos de los adoctrinados, de cada bando. En este marco es importante destacar lo que recientemente expresara el ex ministro de Hidrocarburos autor de la Nacionalización de los Hidrocarburos del Gob. De Morales, el Dr. Solís Rada: El escindido equipo gubernamental, entre defensores de lo indo-mestizo, que respaldan la unidad nacional, y los indigenistas que, financiados por ONG, han entregado a los separatistas de Santa Cruz las armas que necesitan para culminar la atomización del país, se encuentra, en consecuencia, ante definiciones históricas. Nunca será suficiente insistir en que separatistas e indigenistas a ultranza tienen el mismo amo: El Nuevo Orden Mundial, es decir el imperialismo. A este panorama conflictivo se suma la decisión del Presidente Evo Morales que declaró el miércoles "persona no grata" al embajador Philip Goldberg, e instruyó al canciller David Choquehuanca que comunique su decisión al gobierno de USA. Este diplomático recordemos, participo de la disgregación de la exYugoslavia, (es un experto en separatismos), que no podemos soslayar en reconocer que la política exterior de USA para el mundo después del 11S, esta diseñada no por los diplomáticos del Departamento de Estado, sino por el Pentágono y nuestro Continente esta bajo la jurisdicción del denominado Comando Sur de EEUU, y que su principal rol es el de mantener bajo su control los recursos estratégicos y proteger las inversiones Norteamericanas en Suramérica. Para ello sigue la matriz de los NeoCom de la actual administración republicana, cual es: la de la militarización de los conflictos políticos.
Ante este realidad grave para los intereses nacionales regionales de los vecinos de Bolivia, muy especialmente para Argentina y Brasil, y tomando debida nota de la política del Imperio Norteamericano para con nuestro Continente, nos exige realizar no solo un esfuerzo de las cancillerias Suramericanas con declaraciones de compromiso, sino una presencia real en ese conflicto, respaldando al sistema democrático y ayudando al Gobierno legitimo a desarmar a los grupos fundamentalistas, ejerciendo las presiones que se consideren oportunas realizar, políticas, económicas y de fuerza en las fronteras para impedir la profundización de la crisis y sentar a los sectores en pugna a una mesa de dialogo y consenso. Tenemos mucho en juego en este conflicto que pone en riesgo la Unión del Continente
(*) Analista Político y Especialista en Geopolítica y Geoestrategia. Fundación CEES y CIVIS

Fuente: lafogata.org