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Argentina: La lucha continúa

Avances y limitaciones del trabajo en los movimientos de desocupados

Prensa de Frente

Del rebusque a la planificación y las cooperativas

Aún desde su condición de desempleados, el trabajo es un eje central en los movimientos de desocupados desde sus comienzos.
Atravesadas y reformuladas por las sucesivas coyunturas, dos grandes concepciones fueron dominando los debates internos y las prácticas del sector: la identificada con la consigna "trabajo digno", apuntada al desarrollo de emprendimientos productivos y redes de comercio cimentadas desde una lógica opuesta a la producción capitalista, y la lucha por la reincorporación al sistema productivo mediante la demanda de puestos de trabajo "genuino", enfocada también a fortalecer la organización sindical. Dos posturas que no necesariamente deben ser vistas como contrapuestas. En los últimos años aparece con fuerza, además, la conformación de cooperativas de obra pública y vivienda, que conllevan un marco legal con mayores grietas en el sistema para la viabilidad de los proyectos.
Relacionado íntimamente con el proyecto y la acumulación de cada organización, la exigencia de trabajo genuino, entendida como presión para regenerar fuentes laborales, fue un eje tomado con fuerza por varios de los grupos piqueteros bajo la órbita de partidos de la izquierda tradicional como el Frente de Trabajadores Combativos (FTC) y el Polo Obrero. Sin embargo, también es un objetivo cardinal en algunas organizaciones que se proyectan desde una perspectiva autónoma, como algunos provenientes del MTR o el Frente de Organizaciones en Lucha. Para Jerónimo, del FOL, "los lugares de trabajo son espacios clave para la lucha. Nosotros discutimos en las asambleas quiénes ocupan los puestos que conseguimos, teniendo como criterio que la prioridad son los compañeros más comprometidos con la lucha por el cambio social".
Otra concepción fue abordada, entre otros, por los MTDs que confluyen en el Frente Darío Santillán, bajo la consigna "trabajo digno y sin patrón", materializada en grupos productivos (panaderías, herrerías, etc.) de funcionamiento asambleario donde las ganancias se reparten de manera equitativa apuntando al "trabajo libre y compartido". Si bien comienzan a germinar experiencias de comercio alternativas, las limitaciones residen en que no se ha podido generar todavía un circuito amplio de comercialización "hacia afuera" de los movimientos y en la dificultad de trascender la producción de baja escala. "Pudimos empezar a unir grupos productivos barriales que trabajaban en distintas regiones. Por ejemplo, cinco o seis talleres textiles, y logramos montar dos redes de comercialización en La Plata y Capital. Estamos Intentando planificar el trabajo de manera integral", comenta Federico, del área de trabajo del FPDS.
Jerónimo acuerda que el trabajo genuino y los productivos pueden complementarse, aunque ponen más fichas a lo primero: "Son dos instancias de construcción de poder popular, pero a los productivos los vemos más como algo paliativo. Es que si sólo se limitan a la venta a los vecinos, es muy irreal como forma de subsistencia; es ilusorio competir con el mercado formal y las empresas capitalistas". El FOL sostiene una carpintería que amplió su producción logrando, movilizaciones mediante, que el Estado se convirtiera en su principal comprador. Igual, rescata que "el trabajo en el territorio organiza: sirve para capacitar a jóvenes que nunca laburaron, para recuperar la disciplina del trabajo y para generar referencia en el barrio". De manera conjunta, el FOL y el FPDS encaran experiencias de trabajo en cooperativas de obra pública.
Estas experiencias de cooperativas dentro de los movimientos fueron creciendo en los últimos años, y cada grupo las implementa según sus criterios. Un claro ejemplo fue la construcción de 326 viviendas en Parque Patricios por el Movimiento Territorial de Liberación (perteneciente al PC). A partir de la entrega del terreno y un crédito de 16 millones de pesos otorgado por el Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC), cerca de 450 integrantes del MTL participaron en la construcción de lo que serían sus propias viviendas. Dice el dirigente Carlos Chile: "Después de 2002 nos encontramos en una encrucijada: nos podíamos convertir en el gremialismo que todo lo destruye o en un movimiento para la construcción. Este complejo habitacional refleja que la decisión fue la correcta". La inauguración de la obra, el 15 de marzo, fue encabezada por el jefe de Gobierno porteño Jorge Telerman, que hasta se colocó el pañuelo de la agrupación.
A la conformación de cooperativas también se suma el Polo Obrero. Néstor Pitrola cuenta: "Estamos impulsando fuertemente las cooperativas de vivienda en las que trabajan los propios compañeros. No así las cooperativas tipo bolsas de trabajo que fomenta el gobierno, que consisten en la autoexplotación y el trabajo fuera de convenio, en negro".
El gobierno de Néstor Kirchner manifiesta púb1icamente su apoyo a los emprendimientos barriales, aunque, luego de cerrar y recortar los cupos de planes sociales -principal reivindicación del sector- no son pocas las trabas burocráticas que aparecen en la aprobación e implementación de los proyectos, sobre todo para las organizaciones que no se alinean con el conjunto de las políticas oficiales.   

Fuente: lafogata.org