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Argentina: La lucha continúa


El caso de Ana Acevedo y la discusión del sistema de salud

Castellanos
TMO

El caso de Ana Acevedo sigue generando controversias. Un documento del Comité de Bioética del hospital Iturraspe del 20 de marzo descartó 'por convicciones, cuestiones religiosas, culturales, en este hospital (y en Santa Fe)' el aborto terapéutico.

La joven santafesina de escasos recursos murió de cáncer la semana pasada. Estaba embarazada. Los médicos se negaron a realizarle un aborto terapéutico. El director del nosocomio, Andrés Ellena, fue denunciado ante el INADI. Castellanos dialogó con Mariano Figueroa, representante de la comunidad del hospital.

Los incumplimientos del Estado en el caso de Ana María Acevedo, la joven de 20 años que falleció el jueves pasado en el hospital Iturraspe de Santa Fe, pusieron al rojo vivo un debate que ha traído mucha tela para cortar. Según afirmaron legisladores opositores, se trata de un caso en el que hubo 'un incumplimiento del derecho al aborto terapéutico'. Aunque esta situación, en realidad, fue el último eslabón de una larga cadena de desaciertos de un sistema de salud que mostró graves falencias y derivó en el trágico suceso.

Todo comenzó el año pasado, cuando la joven de 19 años fue atendida durante cuatro meses en el SAMCO de Vera por una aparente afección odontológica. Pero una vez que pudo trasladarse a un centro de salud de mayor complejidad, el hospital José María Cullen de Santa Fe, en octubre pasado, le diagnosticaron un sarcoma de maxilar, que no pudieron extraerle quirúrgicamente. Entonces Acevedo fue derivada al hospital Iturraspe, también de la capital provincial, donde se le detectó en diciembre de 2006 un incipiente embarazo. Pero ante este diagnóstico, en lugar de plantearle el aborto terapéutico, para que pueda realizar los tratamientos paliativos de quimioterapia y radioterapia indicados para su cuadro, su embarazo continuó.

El 24 de diciembre, Acevedo retornó a Vera para pasar las fiestas con su familia. El 15 de febrero tuvo que volver al Iturraspe porque los dolores en su cara eran insoportables. Desde entonces, tanto ella como su madre rogaron por una interrupción del embarazo que fue negada, primero por el jefe del servicio de Oncología, César Blajman y el director del hospital, Andrés Ellena, y luego por el Comité de Bioética, que en una resolución (no vinculante) el 22 de febrero propuso inducir el embarazo a las 24 semanas para retomar los tratamientos, pero finalmente, la incompatibilidad sanguínea con el feto adelantó la inducción del embarazo, al 26 de abril. Poco después, Ana María recibió la primera sesión de quimioterapia, pero su salud estaba demasiado deteriorada. El 17 de mayo murió, sin haber tenido la oportunidad de pelear contra el sarcoma.

Discusión 'bioética'

CASTELLANOS tuvo acceso a una resolución del Comité de Bioética del Hospital Iturraspe, del 20 de marzo de este año. El documento, firmado por tres integrantes del Comité (la enfermera Elsa Albarracín, la Licenciada en Servicio Social María I. Artigues y la Magíster en Bioética Silvia Brussino), que asesora al director del nosocomio pero con un carácter no vinculante, refleja la 'discusión conjunta sobre la situación de una paciente', a solicitud del servicio de oncología del hospital santafesino, dada la situación de la paciente de 20 años, con sarcoma de cara en región maxilar, y un embarazo de 14 semanas.

Dada esta situación, el servicio de Oncología planteó al comité que no podía realizar 'el tratamiento indicado para afrontar esa patología: quimioterapia y radioterapia', porque está contraindicado si se está cursando embarazo. Entonces se planteó un debate en el que participaron tres médicos del servicio de oncología, una asistente social, una sicóloga, un médico del servicio de obstetricia, un radioterapeuta y tres integrantes del comité de Bioética.

Según surge de la documentación obrante, el 23 de noviembre de 2006 los médicos del servicio oncológico diagnostican el cáncer, pero dejan en suspenso 'la indicación del tratamiento' de quimioterapia y radioterapia porque podría afectar el embarazo.

El 24 de diciembre, tras permanecer internada unas semanas en el servicio de Ginecología, Ana solicita el alta voluntaria y se retira del nosocomio 'sin las indicaciones post alta', ya que no se encontraba ausente el médico de Guardia.

Ya con profundos dolores, la joven de escasos recursos retorna al hospital Iturraspe, el 14 de febrero. Según expresa la resolución del comité de bioética, 'a la fecha de esta reunión (20 de marzo) la joven cursa 15 semanas de embarazo y recibe medicación para aliviar el dolor en dosis que no afecten al feto'.

Determinación del Comité

En apretada síntesis, el comité de bioética resolvió, luego de evaluar la situación de Acevedo, que 'es una patología de mal pronóstico; que en este estadio de la enfermedad aún se puede hacer quimioterapia y radioterapia como chance para mejorar la calidad de vida, y otra cirugía está descartada.

Pero con el embarazo en curso ambas posibilidades terapéuticas se descartan'. Más adelante, en otro párrafo, y ante la pregunta ¿en algún momento se pensó en un aborto terapéutico? El comité fue taxativo: 'Por convicciones, cuestiones religiosas, culturales, en este hospital (y en Santa Fe) no'. Es curiosa la última frase de este comité interno del Hospital, que traspasa las barreras de la institución a la que pertenece para afirmar taxativamente 'en Santa Fe'.

Ya en una situación desesperante, la madre de Acevedo solicitó llorando que practicaran el aborto 'para salvar a su hija'. Hubo un pedido expreso de la familia, pero el director del nosocomio, Andrés Ellena, les dijo que 'si el juez trae la orden de un aborto terapéutico se iba a considerar', pese a que el artículo 86 del Código Penal expresa que en ese caso no hace falta autorización judicial. Lo que sucede, tal como lo planteó Ellena a los medios, es que 'el ministerio nos aconseja hacer una denuncia al juez para que lo autorice ante situaciones de ese tipo'.

Cuestionamiento del sistema

Según sostuvo Mariano Figueroa, representante de la comunidad en el Hospital Iturraspe, en diálogo con CASTELLANOS, 'la muerte de Ana María Acevedo vuelve a poner una vez más, en tela de juicio, el desempeño del Sistema de Salud. Nos debemos una discusión seria, de fondo. Es el momento de realizar un pequeño análisis de la sumatoria de hechos que han acontecido últimamente. Uno de ellos, donde Angélica Galván, madre de Ariel Galván, muerto también en nuestro Hospital, apenas las aguas de la última inundación se estaban retirando, ha realizado una movilización a las puertas del Hospital, sin ser recibida por nosotros (el hospital). Angélica, solo quiere saber que pasó con su hijo de 16 años. Otro de los casos es el de Bibiana Mikai, hija de Luis Roberto Mikai. Esta mujer también ha levantado su voz en los medios exigiendo una explicación acerca de la forma en que fue atendido su padre, horas antes de morir', indicó Figueroa.

'Hay que debatir seriamente la situación de la salud provincial. Tres mujeres, en lucha revelan que las cosas, de alguna manera, deben mejorarse', volvió a resaltar el representante de la comunidad, que convocó para hoy a las 19 hs. al Consejo de la Comunidad del Hospital Iturraspe. 'Este, que es el ámbito en el que participan todas las Organizaciones de la Sociedad Civil, Vecinales, Parroquias etc. es quien debe ser el lugar de encuentro, de consenso, para tomar una posición madura y responsable ante la gravedad de los hechos. Nuestros pacientes, no deben ser un número. Las muertes ocurridas no deben ser cubiertas con un manto de olvido. Cada mujer y cada hombre, merecen ser asistidos y cada caso responsablemente esclarecido', indicó finalmente Figueroa.

Denuncia ante el INADI

Estela Vallejos, delegada local del INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo) solicitó que Ellena renuncie a su cargo, argumentando que 'con sus antecedentes no puede ejercer ese cargo'. Vallejos afirmó que 'el Dr. Ellena miente. Se debería haber hecho el aborto sin necesidad de pedirlo porque así lo establece la Constitución Nacional (.) era absolutamente legal y no había necesidad de que intervenga ningún Comité de Etica. El médico no cumplió con su deber por lo que creo que las mujeres no tenemos garantizada la salud en el hospital público'. La delegada local del INADI también agregó que la situación hubiese sido muy diferente si se trataba de una chica de clase media. 'Ciertas personas, como el Dr. Ellena se creen dueñas de la vida, resuelven lo que él resolvió y hoy estamos lamentando una vida joven', afirmó.           

Fuente: lafogata.org