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Argentina: La lucha continúa

Elecciones en una villa porteña 
No ganan Las Madres en Los Piletones

Lucas Shcaerer
Prensa de Frente

En el asentamiento Los Piletones de Villa Soldati un frente de vecinos ganó por más del cincuenta por ciento de los votos. La lista, de perfil plural, es una alianza entre un militante paraguayo de la Federación Tierra y Vivienda (FTV), Marcial Rios, un boliviano e integrante del Partido Obrero (PO), Julio Cari, y Leonor Montecino una boliviana de Barrio de Pie. El gran perdedor fue el líder de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, Sergio Schoklender, que hizo lo posible para que un ex policía bonaerense con antecedentes, Miguel Ozuna, ganara la elección de Junta Vecinal, convocada por la intervención judicial encabezada por el juez porteño, Andrés Gallardo.
El premetro es el mejor transporte para tener un panorama de los barrios marginales de la Capital Federal. Como si fuera un traveling para el cine este domingo al mediodía, mientras en una escuela cercana al asentamiento Los Piletones, de Villa Soldati, se realizaba una elección vecinal, a través de las grandes ventanas del premetro se apreciaba a los niños jugando con el agua, a los adultos comiendo en la vereda de su casa y un amontonamiento de retazos de telas en casi todas las cuadras.
De la Plaza Los Virreyes, bajo la autopista 25 de Mayo, sale el premetro a un costo de 45 centavos por persona. Se pasa el cementerio de Flores, y uno sigue a velocidad de crucero por la recta avenida Mariano Acosta, pasando por el Parque Almirante Brown, barrio Ramón Carrillo, villa 3 o Fátima. En la quinta estación llamada Fernández De La Cruz este cronista baja. A la vuelta, sobre Martínez Castro, está el EMEM Nº 2 del Distrito Escolar 19.
Desde la vereda junto al único árbol que da sombra y un poco de asiento, a través de la reja gris, se ve unas listas pegadas contra una pared. La población por manzana del asentamiento Los Piletones, llamado así por sus enormes piletones de hormigón que sirven de aliviadores de inundaciones, se ve el censo población que confeccionó hace un año deficientemente el autointervenido Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC), caja política de todos los gobiernos porteños y que mantiene desde el ibarrismo una estructura que corrompe a los dirigentes villeros, como los que conforman la Coordinadora de Villas y Núcleos Habitacionales.
Una vez en el colegio, las mesas, en total 10 una por manzana, estaban más pobladas por fiscales de las tres listas y presidentes, que venían de la Universidad Popular de las Madres de Plaza de Mayo, que por los vecinos llegados en su mayoría por los autos puestos por los candidatos.
Marcial Rios, que finalmente resultó electo presidente de la Junta Vecinal por 539 personas, sobre una elección que participaron 1081, expresó en momentos de nerviosismo "hasta el mediodía no teníamos autos. El único que nos prestaron no se podía hacer arrancar. No tenemos financiamiento de nadie, es todo de nuestros bolsillos y la voluntad".
Uno de los caminos egreso-ingreso a Los Piletones, que es la calle Plumerillo bajo la autopista 7, los rumores de compra de votos por el candidato Migual Ozuna, que comanda Sergio Schoklender, eran constantes. "Sé de una familia amiga que iba a votar por Marcial y se dio vuelta. Ozuna les pagó. Ellos mismos me lo dijeron", expresó uno de los chóferes que iba y venía del colegio a la villa, divida tan solo por tres cuadras.
El apriete más importante llegó a los minutos de cerrarse el comicio. A las 16.30 llegó el boxístico presidente de la Junta Vecinal de la Villa 20 en Lugano y titular de la Coordinadora de Villas, Marcelo Chancalay, con otros tres maduros hombres dirigentes de villas con nivel de vida de funcionario corrupto. Llegaron al colegio con el fin de respaldar al gran perdedor Migual Ozuna, ex policía bonaerense sobre el que pese distintos procesos penales, uno de ellos por violación. Con la burocracia villera, a los minutos una camioneta trajo una docena de vagos, más conocidos en la militancia como lumpenes. A los minutos efectivos de la Policía Federal trataron de evitar lo que podía ser un bochorno.
La otra burocracia villera, encabezada por la candidata de la lista blanca número, Mónica Ruejas, contó con el respaldo de Salomón Filmus, padre del electo senador y ministro de educación Nacional, Daniel Filmus, y la apodera de lista la incendiaria Gladis Miño, ex presidenta de Ramón Carrillo y acusada por el incendio de la Villa Cartón. Ruejas violando la norma que establecía los candidatos no podían ingresar al colegio donde se votó,entró hasta el patio delantero del EMEM Nº 2. La policía con total amabilidad le pidió que se retirara. La amistad entre Ruejas y el titular de la comisaría 36, de apellido Gutiérrez, fue notoria al momento que la intervención judicial fue rechazada en cuatro oportunidades por métodos violentos con la complicidad de la Federal en el barrio.
A las seis 18.15 con los vecinos a 50 metros del ingreso a los colegios salió uno de los militantes del Partido Obrero, Guillermo Leyenda, agitando un papel con los resultados. La victoria fue de la lista verde número 10, la alianza de tres listas que lideró Marcial Ríos, militante de la Federación Tierra y Vivienda (FTV), quien vive allí desde hace doce años, su vicepresidente Julio Cari, de la lista negra y militante del Partido Obrero (PO), y la secretaría general, Leonor Montecino, de la lista rosa y militante de Barrios de Pie. De las 10 mesas la lista verde ganó en 8 mesas, obteniendo un total de 539, según el acta provisorio del escrutinio.
La lista violeta número 7, que encabezó Ozuna, con el apoyó económico y político de la Fundación Madres de Plaza de Mayo (quienes están abocados a la construcción de viviendas en la villa) y de la Coordinadora de Villas y Núcleos Habitacionales, ganó en dos mesas, la manzana 9 y 10, quedando en segundo lugar gracias a 373 que los eligieron. La lista blanca número 1, de la histórica e intervenida Mónica Ruejas, respaldada por los Filmus y el destituido jefe de Gobierno Aníbal Ibarra, apenas lograron 168 adherentes a su propuesta. No ganaron en ninguna mesa, o sea manzana.
Los festejos fueron hasta las 2 de la madrugada y sin inconvenientes. El conflicto seguramente salga a la luz cuando los ganadores quieran tomar posesión del polideportivo y el centro comunitario del barrio, que construyó el Gobierno porteño, y que pese a la intervención judicial, ordenada en octubre del 2006 por el juez porteño Roberto Andrés Gallardo, nunca pudosacar a las familias que puso Mónica Ruejas.         

Fuente: lafogata.org