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Argentina: La lucha contin�a

El genocidio en la ESMA
Juicio a H�ctor Febres, acusado como represor de la dictadura

Elsa Caama�o
Izquierda.info

El juicio de H�ctor Febres, por los tormentos y secuestros cometidos durante su servicio en la tenebrosa Escuela Mec�nica de la Armada (ESMA) demuestra los limites de la pol�tica de Derechos Humanos del gobierno Kirchnerista y la continuaci�n de la infiltraci�n institucional de los genocidas del llamado "Proceso" de la guerra sucia (1976-82).
Los alegatos finales de las Dras. Liliana Mazea y Myriam Bergman, del colectivo Justicia Ya! y parte de la querella contra Febres (que publicamos aqu� en car�cter de exclusividad) demuestran a las claras el proceso de cuentagotas que aplica la justicia de Kirchner. Particularmente el detalle de los cr�menes en los que particip� Febres y el de los testimonios de estos abogados, ponen al descubierto la totalidad del genocidio cometido en la ESMA y del que form� parte Febres.

Febres es solo uno del centenar de represores plenamente identificados que sirvieron en la ESMA. El caso que se acaba de ventilarse en la corte (y que solo espera la sentencia que se dar� en los primeros d�as de diciembre) solo trata de los tormentos infligidos a cuatro de los estimados 5.000 prisioneros ilegales que pasaron por las instalaciones bajo el dominio de la Armada del Almirante Massera.
Hubo que esperar 30 a�os desde los hechos criminales, 23 a�os desde el advenimiento de la democracia, tres a�os desde la derogaci�n de las leyes de impunidad� para enjuiciar y seguramente castigar a 25 anos de prisi�n a un represor.
A pesar de los discursos del presidente desde que fue electo, los juicios caminan a paso de hormigas y la justicia se administra por cuentagotas. Mientras tanto testigos, victimas y criminales mueren de a racimos por edad avanzada.
A pesar de los pedidos de unificar en un juicio contra todos cuantos participaron en la represi�n en la ESMA (Escuela de Mec�nica de la Armada), se inici� el d�a 18 de octubre, el juicio contra H�ctor Febres, sobre los cr�menes de la ESMA. Febres no es marino, sino miembro de la Prefectura Naval. De hecho, fue el "enlace" entre esa fuerza y el grupo de tareas que dirig�a el represor Jorge "El Tigre" Acosta y respond�a al dictador Emilio Eduardo Massera.
"De ninguna manera ratifico las declaraciones ante el tribunal militar. S� ratifico la presentaci�n que hizo mi abogado el 5 del corriente", fue casi todo lo que dijo el acusado. En el testimonio que trataba de invalidar, �l mismo admiti�, en 1984, que hab�a sido enviado de la Prefectura en el centro clandestino de detenci�n de la Marina. Incluso reconoci� haber participado en "operativos" cuando "era necesario por su envergadura". El nuevo escrito al que se refiri�, en cambio, era una cr�tica hacia el juicio: se quejaba porque no juzgaban a miembros de la Armada y, curiosamente, porque en este proceso s�lo lo acusaban por cuatro hechos mientras estaba procesado por 300.
S�lo cuatro casos cuando en la ESMA pasaron cerca de 5000 secuestrados
El reproche de Febres es, en realidad, el mismo que la fiscal�a y las querellas hab�an planteado desde que se anunci� la realizaci�n de este juicio y que repitieron ayer, tanto dentro como fuera de la sala de audiencias. Es que el prefecto lleg� al juicio solo y acusado de cuatro casos de torturas: los de Carlos Lordkipanidse, Carlos Alberto Garc�a, Julio Margari y Josefa Prada de Oliveri, que estaba embarazada de cuatro meses al ser secuestrada. Otros diez miembros del grupo de tareas de la ESMA, entre ellos Alfredo Astiz y Jorge Acosta, a�n no llegaron a juicio porque, entre otras cosas, un recurso que presentaron estuvo trabado durante cuatro a�os en la C�mara de Casaci�n. La semana pasada, la Corte Suprema dispuso que ese asunto se resuelva "con urgencia".
"Esto me indigna. No es posible que el primer juicio sobre la ESMA sea con una persona que no es marino y por tan pocos hechos. M�s de cinco mil compa�eros pasaron por ah� y hace veinte a�os que estamos denunciando a los represores", dijo Carlos Lordkipanidse durante un cuarto intermedio en la puerta de los tribunales.
La fiscal Mirna Goransky hab�a pedido directamente la suspensi�n del juicio y lleg� hasta la Corte Suprema con su reclamo, que finalmente no prosper�, a pesar que la propia l�gica jur�dica tiende a unificar y acumular las actuaciones iniciadas sobre los mismos hechos. Se pidi� asimismo que el acusado sea llevado hasta su silla con esposas, pero el defensor oficial V�ctor Valle aclar� que Febres s�lo volver� a presenciar las audiencias cuando sea obligatorio, es decir, en el momento de los alegatos.
La fiscal�a tambi�n hizo su pedido. Solicit� una ampliaci�n de un peritaje realizado sobre el legajo personal de Febres. Seg�n un primer estudio, el documento fue adulterado para camuflar el paso del represor por la ESMA.
A su turno, la abogada Myriam Bregman, de Justicia Ya! reclam� que se cambie el lugar de detenci�n de Febres, actualmente preso en Prefectura de Tigre, zona Delta y que no sea asistido por miembros de la Prefectura sino del Servicio Penitenciario. "Los delitos de lesa humanidad por los que est� acusado no ameritan que goce de semejante privilegio. Queremos que sea alojado en una dependencia com�n", dijo.
El tribunal no hizo lugar al reclamo que hab�a sido fundamentado, adem�s, en que el antecedente de la desaparici�n de Jorge Julio L�pez ameritaba reforzar las medidas de seguridad para los testigos. El juez Gordo respondi� que se hab�a dado intervenci�n a la Oficina de Protecci�n de Testigos del Ministerio de Justicia.
Jorge Julio L�pez tambi�n se hizo presente en prendedores que llevaban algunos de los asistentes al juicio, en el que ped�an su "aparici�n con vida". Adriana Calvo, de la Asociaci�n de Ex detenidos Desaparecidos, se pele� con un polic�a para que dejaran que lo use dentro de la sala. Entre el p�blico estaban la ex diputada Patricia Walsh y el subsecretario de Derechos Humanos, Rodolfo Matarollo y Luis Al�n, jefe de gabinete de ese organismo, la dirigente del MST Vilma Ripoll y el editor de Izquierda Punto Info, Carlos Petroni, as� como numerosos militantes de las organizaciones de DDHH como HIJOS, la LDH, CEPRODH y otros.
En la puerta de los tribunales, miembros de HIJOS (Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio) reclamaban que el represor diga d�nde est�n los ni�os desaparecidos. "Febres entregador", dec�an los carteles. Al lado estaban las fotos de doce mujeres que dieron a luz en la maternidad clandestina de la ESMA. Febres, seg�n indican los testimonios de los sobrevivientes, era el encargado de las embarazadas secuestradas y de los ni�os que nac�an y luego eran apropiados.
Lordkipanidse fue el �nico de los querellantes que estuvo en la primera audiencia. Volvi� a ver a Febres despu�s de casi treinta a�os. "Igual de gordo", describi�. El prefecto estuvo en la sesi�n de tortura con la que lo "recibieron" en la ESMA. "Si no habl�s reviento a tu hijo contra la pared", le dijo all� otro de los miembros de la patota mientras ten�a colgado al beb� de una pierna. El ni�o recibi� luego descargas el�ctricas.
A trav�s de esta din�mica de desmembraci�n, se pierde el significado, la magnitud e importancia que este juicio tiene para la sociedad toda en su b�squeda de la verdad y en la pretensi�n de obtener el castigo de los responsables del genocidio perpetrado durante la dictadura militar en Argentina. Justamente en este caso, el mantener los juicios separados cuando se trata del juzgamiento de hechos ocurridos en el mismo centro clandestino de detenci�n, en fechas y con imputados comunes, se atenta contra el principio de econom�a procesal y celeridad, provocando de esta forma un verdadero retardo de justicia.
A pesar de la devaluaci�n, la ESMA sigue ah�, con todos los cr�menes cometidos y con toda la impunidad acumulada       

Fuente: lafogata.org

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