Nuestro Planeta
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Un mundo lleno de chupaderos
Miguel Espinaco
Mango de hacha
Si ten�s algo feo que contar, alg�n vicio de esos que dan verg�enza, alg�n
secreto inconfesable, este parece ser el momento, por lo menos en Argentina.
Una cosa es que se sepa, que todos lo comenten por lo bajo, otra cosa es salir y
decirlo derecho viejo, decir: la verdad que yo. Eso generalmente genera siempre
alg�n escandalete, cr�ticas, gestos de mir� vos, repudios a diestra y siniestra.
En Argentina, no, en Argentina puede pasar desapercibido como si tal cosa, como
si nada hubiese sido dicho.
El mi�rcoles pasado, el presidente norteamericano George W. Bush reconoci� por
primera vez la existencia de centros clandestinos de detenci�n utilizados por la
Agencia Central de Inteligencia para retener e interrogar a supuestos
terroristas, por fuera de la protecci�n de todos los tratados internacionales.
S�, y qu�, tengo presos en c�rceles clandestinas, chupaderos, se dir�a en la
Argentina, "emplazamientos negros" los llama la CIA con mucha m�s delicadeza.
Yo, claro, ingenuo de m�, esper� encontrar en las noticias alg�n repudio, por lo
menos un repudio de la Canciller�a Argentina, alguna declaraci�n de Kirchner
contra esta confesi�n de videlismo planetario hecha por este se�or que se
presenta como l�der de la democracia mundial, alguna protesta del autodenominado
progresismo antidictatorial que nos gobierna. Nada. A lo mejor yo no estoy
prestando demasiada atenci�n a las noticias y se me pas�, y hasta puede ser que
no haya buscado lo suficiente en el buscador de noticias, pero te juro que
busqu� mucho. A lo mejor est�n todav�a redactando un duro documento con los
cuidados que exigen las declaraciones diplom�ticas.
Tampoco los opositores, hagamos honor a la verdad, tampoco los opositores
dijeron nada, ni hubo editoriales period�sticos en nuestra prensa progresista.
Es cierto que el tema ya fue denunciado a fines del a�o pasado por el Washington
Post y es cierto que se arm� un buen revuelo cuando se habl� de c�rceles
clandestinas en Rumania y en Polonia, cosa que le puso los pelos de punta a la
Uni�n Europea. Es cierto que ya se sab�a, que no es nada nuevo que Estados
Unidos coordin� el Plan C�ndor en el sur de am�rica durante los setenta. Pero
esto del mi�rcoles fue un salto: el propio presidente norteamericano le dijo
clarito a la prensa mundial que tiene campos de concentraci�n, que tiene un
mundo sembrado de Garages Olimpos, le dijo clarito al mundo que se caga en la
convenci�n de Ginebra y en la quinta enmienda, esa que nombran a cada rato en
las series norteamericanas.
En el mundo hubo algo de ruido, no todo lo que pudiera esperarse, pero algo
hubo. Rodr�guez Zapatero protest� diciendo que el estado de derecho y la
democracia no son compatibles con la existencia de prisiones secretas. Kofi
Annan, el secretario General de la ONU dijo que no cree que se deban sacrificar
las libertades civiles por la lucha eficaz contra el terrorismo y puso en duda
que, como nos quiere hacer creer Bush, se nos est� protegiendo.
Eso s�. Dice el presi norteamericano que en esos chupaderos no se tortura a
nadie, as� que quedate tranquilo, parece que los convencen con bombones y con
buena onda, para que canten las batidas que Bush reconoce que consiguen con ese
mecanismo. Y al mismo tiempo que dec�a eso, que no torturan a nadie, y como para
desmentirlo de una, se hac�a p�blico un nuevo manual del ej�rcito
norteamericano, que proh�be la tortura que, debemos suponer entonces, antes no
estaba del todo prohibida. La nueva reglamentaci�n proh�be golpear a los
prisioneros, humillarlos sexualmente, amedrentarlos con perros, simular
ejecuciones y aplicarles descargas el�ctricas. Menos mal.
Mientras tanto en la Argentina la noticia no parece ser noticia, hay un Videla
confeso a cargo de la mayor potencia militar del mundo y nadie, ni los Fern�ndez
que hablan de casi todo, ni nadie, parece tener absolutamente nada que decir.
Fuente: lafogata.org