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Argentina: La lucha continúa

Tucumán: Estado asesino apañado por K

En el artículo que reproducimos a continuación, el periodista Koly Bader plantea la muerte de Ariel Ramón Llanos, de 17 años, desde la arista del estado criminal. Para él, el título de la nota publicada en el portal Esto es Tucumán, "es el mensaje de la mayoría de los medios de comunicación y del poder ante la muerte". Los fundamentos que le dan la razón.
"No valía nada vivo. Muerto ni siquiera existe"
La muerte de Ariel Ramón Llanos ha sido decididamente ocultada por los medios de comunicación salvo algún que otro rebelde a los dictados de la Casa de Gobierno.

Koly Bader
Esto es Tucumán

El chico, de 17 años, tras permanecer poco más de dos meses en el Instituto Roca por sus problemas con la justicia, murió apenas llegado al Hospital Padilla como consecuencia de una septicemia. Antes había pasado casi tres días enfermo sin la adecuada atención en el propio instituto. Su muerte por una causa sumamente extraña para un joven de esa edad, se explica por la baja de defensas que causa la medicación que le es administrada a todos los jóvenes internos de esa institución. Argumentan que es por la adicción a las drogas pero en realidad se trata de mantenerlos dopados, "empastillados", para que no causen disturbios que molesten el sueño de los funcionarios.

Lisa y llanamente un crimen de lesa humanidad. Un crimen del Estado contra un menor a su cargo. Las condiciones infrahumanas a que son sometidos los menores en conflicto con la ley es ya una característica distintiva de esta administración que llegó a tener chicos enjaulados en la alcaidía. Algo de lo que dimos información en este mismo espacio.

La directora del instituto es la Psiquiatra Susana Viale cuyo mérito principal es haber sido la profesional que atendió o atiende a algunos miembros de la familia Alperovich.

A esta altura de los acontecimientos debemos preguntarnos: ¿Cuántos desaparecidos y muertos más habrá? ¿Hasta cuándo la prensa será cómplice prohijando con su silencio la impunidad?

Con el caso de Betty Argañaraz hemos podido ver la condena mediática en ejecución de una sentencia anticipada de las que aún no se sabe si fueron en realidad autoras de la desaparición de la docente. Hasta es dable sospechar que si son inocentes se acomodarán las pruebas para demostrar lo contrario. Desde el principio la policía y la justicia sólo se dedicaron y se dedican a buscar su culpabilidad, no a investigar un crimen.

Ahora vemos como se opera en contrario, con el ocultamiento, en un caso donde es evidente e indubitable la responsabilidad del Estado y sus instituciones. Y lo que es mas, el responsable político es el propio Alperovich por la relación personal que explica la permanencia de Viale en la conducción del Instituto Roca. Incluso a pesar de las numerosas críticas que ya recibieran sus "métodos".

Cuando se vivía el escándalo del llamado caso Macías, hemos escuchado al gobernador decir muchas veces que una vida es invalorable. También lo escuchamos cuando defendía la compra del avión camuflado de sanitario y hasta ahora inútilmente arrumbado en un aeropuerto de Buenos Aires. Es claro que no todas las vidas valen lo mismo. Ariel Llanos no vale ni siquiera muerto. Simplemente se niega su existencia para no perturbar las románticas vacaciones de José Alperovich en Brasil. 

Fuente: lafogata.org