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Argentina: La lucha continúa

Salta: Denuncias de un periodista-sindicalista arrepentido

El 21 de agosto el periodista José Acho, denunció en el periódico digital "Salta Libre" manejos turbios y fraudulentos desde el oficialismo del Sindicato de Prensa de Salta ante las próximas elecciones del 11 de septiembre. El gremio está dirigido desde hace quince años por Juan Carlos Marocco, apoyado por el hermano del gobernador de Salta, Tito Romero dueño del diario El Tribuno y AM 840. Ahora el Secretario de Acción Social del mismo sindicato, Eduardo González – tras ser increpado por trabajadores – optó escribir una nota denuncia con tono de arrepentimiento. A la luz, más operatorias del sindicalismo burócrata que abandona a los compañeros de prensa.

Miguel Brizuela
Salta Libre

Tras un diálogo entre periodistas sobre lo que ha sido la gestión de Juan Carlos Marocco al frente del Sindicato de Prensa en los últimos 15 años, Marta César fue hasta el Concejo Deliberante y le gritó en la cara a Eduardo "Huaity" González:¡Sos un traidor!

González habló por teléfono con algunos trabajadores de prensa para darles explicaciones, pero periodista al fin, escribió una nota -que fue publicada en un semanario- donde hace graves denuncias contra el secretario general del sindicato y ensaya un "mea culpa". Marocco tomaba café con Tito Romero mientras sus representados intentaban una lucha gremial huérfanos de su apoyo. Estafó a colegas y se quedó con sus terrenos. Nadie sabe qué hizo con la plata del remate de la sede gremial. González no sólo acusa. También reflexiona. Y su testimonio tiene el valor de provenir de alguien que pertenece a la Comisión Directiva del gremio.

"En la situación que les tocó vivir a los empleados de El Tribuno los principales responsables fueron los sindicalistas y no la patronal, que toma todas las ventajas que se puede tomar en una situación determinada".

Juan Carlos Marocco sigue peleando para permanecer frente al gremio de los periodistas. Pero se está quedando cada vez más solo. Tal vez por eso llegó a colocar como candidato a un pasante y a incluir en su lista a la periodista Elisa Zamora sin su consentimiento, truchándole la firma.

Esta es la nota que escribió Huaity González, periodista de El Tribuno y Secretario de Acción Social del Sindicato Argentino de Prensa Filial Salta, que trabaja ahora en el Concejo Deliberante de esta capital:

En pocos días los afiliados del Sindicato Argentino de Prensa tendrán la posibilidad de cambiar una conducción que se dedicó más a encontrar soluciones para Horizontes S.A. que a velar por los intereses de sus miembros.

No hay una frase, una palabra y mucho menos una acción que pueda desmentir la afirmación de los participantes de la lista opositora "Periodistas" que la repiten ante quienes quieran escucharlos. Tampoco hay nada que el Sindicato pueda exhibir como logro o reivindicación laboral en la última década.

Es duro y triste reconocerlo, pero no hay ni una sola acción que reivindique al gremio de los escribas, pero aún es más terrible dar cuenta de lo que no se hizo. Se dejó vapulear y manosear la profesión; se dejó de lado los reclamos de sus afiliados y no se hizo nada por mejorar la situación laboral de cientos de colegas que sobreviven con magros sueldos en negro.

Y lo que se hizo dejó más dolor y vergüenza que la inacción. De esta forma en pocos años se perdió la histórica sede de calle Jujuy, una vieja y espaciosa casona que en los últimos años se había transformado en una borrachería habitada por perros y personas que nada tenían que ver con el gremio.

La lista sigue, el Sindicato estafó a decenas de empleados de El tribuno al prometerles la creación de un barrio detrás de las instalaciones de la Cooperativa de Tabaco; pasaron los años, los planes desaparecieron y el dinero de los trabajadores también. Hoy las tierras siguen en poder del secretario general de la institución, Juan Carlos Marocco, que, además, puso todas las trabas posibles para traer la obra social del Sindicato a Salta para favorecer las finanzas de la patronal. Y logró su objetivo.

Marocco, casi eterno en su cargo, como todo secretario general sindical en este país, también es el único que sabe qué pasó con el dinero que dejó el remate de la sede de la calle Jujuy y con los fondos de los afiliados, que mes a mes cumplen con su obligación.

Justo es decirlo, que no sólo Marocco aportó al estado actual de la institución, pero por lejos fue el peor de todos.

Durante la última gestión la conflictividad gremial llegó a un punto histórico en El Tribuno, pero de la lucha solo participaron los secretarios y vocales del sindicato y los empleados. Durante las largas y tensas asambleas, Marocco tomaba café en las oficinas del director "negociando una solución".

Es un buen negociador, tan bueno que logró aplazar casi un año las paritarias, evitar las necesarias subas en los salarios mínimos, no impidió un solo despido entre 1999 y 2005 y unos 300 profesionales debieron dejar El Tribuno y AM 840. Su poder de arreglo fue tal que logró ascensos para todos aquellos que dentro del Sindicato lo apoyaban, los otros fueron despedidos o siguen relegados.

Para Marocco y la patronal, había que encontrar una manera de evitar una mejora en los sueldos para los casi 120 empleados del diario y para ello era necesario bajar el nivel de combatividad de sus miembros; los que aceptaron las reglas de juego obtuvieron nuevos ascensos y mejoras salariales, el resto ya no está. Tenemos la mala costumbre de responsabilizar a los actores más obvios, para evitarnos un ejercicio mental que nos puede llevar a una conclusión dolorosa; y en la situación que les tocó vivir a los empleados de El Tribuno los principales responsables fueron los sindicalistas y no la patronal, que toma todas las ventajas que se puede tomar en una situación determinada. Son las reglas del sistema. O mejor dicho, "no es culpa del chancho, sino de quien le da de comer".

Estos años fueron una larga lista de traiciones, mendacidad, corrupción, egoísmo y mediocridad y que, lamentablemente, todos somos responsables. La falta de participación y el individualismo nos alejó del espíritu de cuerpo, y los llamados periodistas independientes estaban más pendientes de seguir dentro del sistema de "prensa prepaga", que de buscar una salida digna para todos.

Asumo la parte de responsabilidad que me cabe en este caos. Fui parte de la Comisión Directiva durante años y el aporte a mis compañeros de tarea para cambiar las cosas fue inconducente y vano.

Es necesario un cambio. Hay mucha gente valiosa en el medio, más de lo que se piensa o queremos creer. Pero la única forma es participando, es estando dentro de las estructuras sindicales y luchar por la dignidad de los que trabajamos a diario para que esto funcione. Marocco sabe esto, al igual que sus acólitos, que no son otros que los mismos que compartían asados y cafés estos años y que ahora intentan por todos los medios ensuciar las elecciones.

Inscribieron una lista falsificando la firma de la periodista de AM 840 Elisa Zamora, que denunció el hecho al Ministerio de Trabajo y colocó como candidato a un pasante, a la vez que se le negaba la posibilidad de participación a Antonio Oieni, uno de los más respetados periodistas de la provincia. Y la peor de las maniobras: impugnó la lista opositora argumentando que era falsa la firma de Diana Álvarez, especialista en el área de Salud de El Tribuno que se encontraba de vacaciones. Álvarez, desde Australia, desmintió todo y dio el aval a la lista opositora. De nada sirvió y la pelea sigue en Tribunales. Todo es tan parecido a lo que sucedió con Virgilio Choque en la Agremiación Docente Provincial, que mete miedo.

La Justicia en ningún momento falló en contra de Marocco y compañía, a pesar de las flagrantes y evidentes irregularidades que presentaba su lista, pero fue muy presurosa al momento de trabar a la oposición.

Las cosas parece que van por buen camino y que las ganas de recuperar la dignidad es más fuerte que la ambición y que las artimañas de los dirigentes. Pero hay que tener cuidado. Porque como decía una vieja canción de protesta de los 70:

"Cuando se suma, se suma

y hay que sumar bien,

porque hay gente de mierda

en el campo enemigo,

pero en el tuyo también".

Eduardo "Huaity" González

Secretario de Acción Social del Sindicato Argentino de Prensa Filial Salta.    

Fuente: lafogata.org