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Argentina: La lucha continúa
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Repudiamos a Raúl Castells por secundar a la derecha de la "mano dura" policial
Sergio Ortiz
Partido de la Liberación (PL)
La derecha más oligárquica realiza el jueves 31 de agosto la cuarta marcha
clamando por la "seguridad" pero con el plan político de acumular fuerzas y
disputar el poder para un plan que refleje fielmente lo que quieren los
monopolios y el imperialismo para nuestro país.
El mascarón de proa de esa marcha es el empresario textil Juan Carlos Blumberg,
rodeado de su abogado Roberto Durrieau, ex secretario de Justicia del dictador
Videla y otros representantes de la gente bien que vive en los barrios cerrados
de Zona Norte y tiene oficinas en Puerto Madero y la City.
Detrás del supuesto padre del dolor están fogoneando su marcha los políticos de
la derecha más rancia, esto es Mauricio Macri, Ricardo López Murphy, Patricia
Bullrich y Luis Patti, con Roberto Lavagna dando el apoyo pero escabullendo el
bulto a la Plaza de Mayo.
Por eso repudiamos el rol cumplido por Raúl Castells, del Mijd, que viene
acompañando como furgón de cola al tren derechista. Según él, que alguna vez
expresó a sectores humildes de los jubilados, ese apoyo se explica en que el
gobierno actual sería peor que Videla y, como "viejo socialista", debe apoyar el
derecho democrático de todos, incluidos Blumberg y cía.
En rigor los amigos de Videla están alrededor de Blumberg, y por extensión, de
Castells. Nos referimos a Patti, Durrieau, Cecilia Pando y los militares
retirados que van a participar de la marcha. También a los directivos
neoyorquinos del Manhattan Institute de la "tolerancia cero", representados en
Argentina por Blumberg.
En octubre de 2004 Castells estaba preso en Chaco y hacía una huelga de hambre
porque había sido detenido por reclamar fondos en un casino. Eran los tiempos en
que también estuvo procesado por pedir comida en un Mc Donalds. En esa
oportunidad nos solidarizamos con él y criticamos los procesamientos y
detenciones, aunque haciendo saber que no compartíamos varias de sus actitudes.
Entre otras haber acompañado a Blumberg en la marcha reaccionaria del 22 de
abril de 2004 (según el ingeniero hasta le hicieron sacar su pechera amarilla
del Mijd antes de aceptarlo frente a Tribunales, a Castells y a Néstor Pitrola,
otro piquetero muy extraviado políticamente).
Pero lo que Castells hizo desde entonces hasta hoy lo ubica decididamente en la
vereda de enfrente al campo obrero y popular: aceptó el apoyo de Carlos Menem y
López Murphy, compartió escenarios con éste y Bullrich, concurrió el 9/8 con
Blumberg y Pando al "abrazo" al Congreso contra los superpoderes y finalmente
impulsó como si fuera propia la marcha del 31/8.
Al seguir ese trayecto, Castells se ha pasado al campo de la reacción
oligárquica. Una cosa es ser parte de la oposición popular al gobierno de
Kirchner, que es el lugar que ocupamos nosotros. Y otra es interpretar el rol de
"izquierda" dentro del frente oligárquico, de los que quieren la "mano dura"
policial como Blumberg y Macri, justifican la tortura y las desapariciones, como
Patti y hasta reclaman la libertad del genocida Videla, como Pando.
Para el columnista que expresa al imperialismo, Mariano Grondona, la confluencia
de Castells con el macrismo es un hecho positivo. Serían "los anticuerpos
democráticos en medio de una democracia infectada por el autoritarismo" (La
Nación 20/8).
Para nosotros, en cambio, Castells ha cruzado la línea, ha traicionado y se ha
pasado de bando, por lo que llamamos a los jubilados y pensionados del Mijd a
romper con su conducción y buscar otros dirigentes que los representen. De lo
contrario los estará conduciendo Macri, el multimillonario del grupo empresario
que se enriqueció con la "Patria Contratista" y la dictadura militar. Macri
quiere hoy los ejercicios militares con EE.UU., el Alca, la extranjerización de
las tierras, la impunidad de los genocidas y la represión abierta contra el
pueblo, incluidos los piqueteros y cartoneros que según él le "roban" la basura
de la Capital. Este es ahora el patrón de Castells.
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