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Argentina: La lucha continúa


Denuncian vínculos de Figueroa con el terrorismo de estado

Marcos Taire

Genera gran preocupación en las organizaciones y militantes en defensa de los derechos humanos la candidatura de José 'Pepe' Figueroa a la gobernación de Santiago. Integrante de un grupo económico que se enriqueció con la dictadura, es un enemigo declarado del movimiento campesino.

El candidato a gobernador de Santiago del Estero por el Partido Justicialista exhibe antecedentes que, si fuera coherente la política de derechos humanos y rescate de la memoria histórica del gobierno nacional, lo invalidarían para el cargo. Es que José 'Pepe' Figueroa no sólo fue un menemista en el pasado, ahora devenido kirchnerista, también es un hombre de fuertes lazos con la dictadura militar que ensangrentó el país.

El doctor Luis Horacio Santucho, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, al cuestionar la candidatura de Figueroa, destacó 'su pertenencia al terrorismo de estado' y puntualizó que 'Figueroa pertenece a un grupo económico que amasó su furtiva fortuna en tiempos de la dictadura'. En ese sentido, afirmó que 'el Grupo Figueroa, recién llegado de Suncho Corral (Departamento Ibarra), junto a militares genocidas compartía las desapariciones forzadas de santiagueños con los sucios negocios empresariales y la macabra impunidad como telón de fondo'.

Santucho es un destacado dirigente defensor de los derechos humanos, con activa participación en las luchas de los campesinos reprimidos por los sucesivos gobiernos santiagueños y fue figura clave en las denuncias de los crímenes de la Dársena. Precisó Santucho que el grupo Figueroa 'se apoderó, con metodología militar, de los negocios que eran de su interés, ejerciendo presión sobre empresarios del medio que podían obstaculizar su accionar delictivo'. Al respecto, recuerdó Santucho que 'el primer socio del Grupo Figueroa fue el teniente coronel Carrasco, subjefe del Batallón de Ingenieros de Combate Nº 141, juntos fundaron la empresa FICAMER (Figueroa, Carrasco, Mercedes Benz)'.

El Teniente Coronel Carrasco, hombre de Inteligencia del Ejército, de fluidos contactos con el represor Musa Azar y su grupo de tareas, figura en el Legajo Nº 6176 de la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas (CONADEP), referido a la desaparición de Ana María Mrad de Medina, hecho ocurrido el 21 de noviembre de 1976.

El Grupo Figueroa, junto a Carrasco, entró en los negocios grandes en tiempos de la dictadura militar, de la mano de dos jerarcas del régimen: los generales José Rogelio Villarreal y Llamil Reston. Ambos de origen santiagueño, posibilitaron que los Figueroa pasaran a controlar el Banco del Iguazú, la empresa Cribsa en Río Negro y el in genio La Esperanza en Jujuy. El común denominador de esas tres empresas fue que quebraron, dejando un tendal de víctimas.

Hay que recordar que el 'Chango' Villarreal (como gusta decir Figueroa cuando lo nombra) fue secretario general de la Presidencia de la Nación en todo el período de Jorge Rafael Videla. Llamil Reston fue Ministro de Trabajo de la dictadura. Ambos, junto a otros 'heroes de la patria' como Bussi, figuraron en los directorios de varias sociedades nacidas en los años dorados de la 'patria financiera' y la desaparición de personas.

En los últimos tiempos Figueroa trascendió a nivel nacional por sus peleas con los Juárez y su adscripción posterior al kirchnerismo. Eso, sin embargo, no fue impedimento para que el grupo Figueroa fuera pieza fundamental en el regreso de Menem. Es que cedió un campo de 90.000 hectáreas al ex presidente para que lo pusiera de caución, el juez Oyarbide lo aceptó y Menem pudo entonces regresar a la Argentina. Después estalló otro escándalo cuando se supo que esas 90 mil hectáreas forman parte de un conglomerado de 1.288.000 hectáreas escrituradas en forma irregular a nombre de los Figueroa en la Cordillera catamarqueña. Los trámites se realizaron en la escribanía de Nelly Zita Brizuela de Saadi, casualmente tía de quien en ese momento -1985- era gobernador de la provincia, el inefable Ramón Saadi. El intendente de Fiambalá, Amado Quintar, denunció que 'con los títulos de la Cordillera, el Banco del Iguazú obtuvo dinero del Banco Central', deuda que el banco de los Figueroa nunca pagó, por lo que los títulos de propiedad debieran pertenecer al Estado. Por último hay que destacar que esas enormes extensiones de tierras cordilleranas, limítrofes con Chile, debían contar con autorización de venta de la Comisión Nacional de Zonas de Seguridad, dependiente de la Presidencia de la Nación, lo que al momento de la escrituración no había ocurrido. Como después Figueroa integró el gabinete de Menem, no hay que descartar que haya obtenido la autorización.

La candidatura de José 'Pepe' Figueroa ha sido apoyada sin disimulo por el gobierno del Presidente Kirchner. Impúdicamente sus ministros viajan a diario a Santiago del Estero a repartir todo lo que tienen a mano, como para afirmar la práctica de un clientelismo repugnante, basado en el hambre, la miseria, las necesidades del pueblo de una de las provincias más postergadas del país.

Para quienes como Luis Horacio Santucho creyeron en los primeros tiempos que la política de derechos humanos del Presidente de la Nación se correspondería con acciones de afianzamiento de la democracia, es un duro golpe ver que, desde la intervención de Lanusse hasta el propio secretario de Derechos humanos de la Nación, apoyan la candidatura de Figueroa.

El doctor Santucho, coherente en sus dichos y sus hechos y fiel a la cultura de su tierra, expresa su posición en forma simple y llana: 'en medio de pomposas prescindencias que en realidad ocultan acuerdos entre bastidores con los Figueroa, preferimos seguir denunciando a quienes pertenecen al orden simbólico del Terrorismo de Estado, porque desde el lugar donde anida la verdad nos avisan que dejemos de ser prescindentes'