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        Argentina: La lucha continúa 
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El pasado impune en Santa Fé (IV) 
La justicia Castrista 
Carlos del Frade 
Argenpress 
El Ejército Argentino de la democracia acompañó al ex Ministro de Planeamiento 
de Jorge Videla y ex titular del Segundo Cuerpo de Ejército, Ramón Genaro Díaz 
Bessone, cuando le tocó presentarse por primera vez por los crímenes cometidos 
durante el terrorismo de estado, entre setiembre de 1975 y octubre de 1976, en 
las seis provincias del litoral, ante el juez federal rosarino, Carlos Vera 
Barros. Una escolta de oficiales llegados de Capital Federal en lujosos 
automóviles fueron recibidos por el encargado de relaciones institucionales del 
Segundo Cuerpo, Luis Chizzini Melo, en una clara demostración que el partido 
militar cierra filas y protege a sus cuadros. En setiembre de 2003, ante las 
cámaras de la televisión francesa, Díaz Bessone admitió la utilización de la 
tortura y la desaparición de opositores como único medio indispensable para 
eliminar a siete mil personas entre 1976 y 1983. Desde los tribunales federales 
se informó que el ex ingeniero de la maquinaria de matar en las provincias de 
Santa Fe, Chaco, Formosa, Misiones, Entre Ríos y Corrientes, se había mantenido 
en silencio. Sin embargo, su abogado defensor sostuvo que le resultó muy fácil 
demostrar que no tuvo nada que ver en los casos que se le imputa. Calificó la 
idea de condenar a Díaz Bessone por responsabilidad funcional y ser el 
comandante del cuerpo como una 'farsa judicial', un hecho que solamente pueden 
hacer 'los jueces de Fidel Castro'. Para legisladores del ARI, la presencia de 
funcionarios actuales del Ejército Argentino y del Comando con asiento en 
Rosario merecen una rápida respuesta del poder ejecutivo nacional. 
Birretes y Fidel 
-¿Usted quién es? -preguntó con tono prepotente el doctor Rafael Sarmiento, 
abogado del ex comandante del Segundo Cuerpo de Ejército, Ramón Genaro Díaz 
Bessone, al salir de la indagatoria el lunes 21 de febrero pasado. Atravesaba el 
coqueto bulevar Oroño rosarino con rumbo a un destino incierto. Lo acompañaba un 
joven profesional del foro local, Gonzalo Miño. La demanda estaba dirigida al 
cronista de esta nota. Una vez identificado frente a Sarmiento, el hombre 
también hizo y dijo lo suyo. 
-Soy defensor de Díaz Bessone en la causa que se le sigue en el tribunal 
federal. 
-¿Cómo le fue en la indagatoria? - preguntó este medio. 
-Bien. Muy amable el juez. Muy fácil para Díaz Bessone porque pudo indicar que 
en las circunstancias de modo, tiempo y lugar que refieren las denuncias no 
tenía intervención. 
-Pero fue comandante entre setiembre de 1975 y 1976 y ya la Cámara Federal de 
Apelaciones le había imputado 97 delitos de lesa humanidad y la CONADEP le 
atribuyó 170 casos de desapariciones. Era su responsabilidad... 
-Esa es una farsa judicial porque el derecho penal es eminentemente personal, no 
es castrista. Eso solamente lo pueden decir los jueces de Fidel Castro que por 
una cadena de mandos un tipo es responsable penalmente. 
-Sin embargo la ley de obediencia debida justamente demostró la existencia de la 
cadena de mandos... 
-La obediencia debida no la pidieron los militares. La obediencia debida la dio 
Alfonsín cuando vio que los juzgados se desbordaban de asuntos. Como la ley de 
punto final. Hay que leer las memorias de Alfonsín. 
-El propio Díaz Bessone cuando asumió dijo que era responsable por todas las 
acciones de esa gran unidad de batalla... 
-Si, la responsabilidad militar, no la penal. 
Todo militar es responsable por la cadena de mandos. Si a un tipo le afanan el 
birrete, el responsable no es el que lo robó si no el que está arriba.... 
-Pero acá se trata de personas, no de birretes... 
-Mire, Díaz Bessone contestó claramente que es totalmente ajeno a los hechos que 
se le atribuyen. Además el tribunal no pudo demostrar clara y precisamente las 
circunstancias de modo, tiempo, lugar y de personas de la comisión de los 
hechos. Es más, ningún tribunal, ni de Santa Fe, ni de Rosario, ni de Paraná, ni 
de Capital Federal han podido demostrar el momento consumativo del hecho que es 
la base del derecho penal liberal que establece la constitución. 
-Disculpeme, pero ante la televisión francesa, Díaz Bessone dijo que torturaron 
y mataron a siete mil personas...Claro que ahora no lo dice porque además de ser 
un asesino es un cagón...-le espetó Eduardo Toniolli, integrante de HIJOS por la 
Identidad, la Justicia contra el Olvido y el Silencio de Rosario. 
-Me tengo que ir a comer...-dijo entonces el doctor Sarmiento, dando por cerrado 
el diálogo. 
¿Por qué estuvo escoltado por actuales integrantes del Ejército?. 
El Ministro de Defensa de la Nación, José Pampuro, recibió una carta firmada por 
todos los organismos de derechos humanos de la ciudad de Rosario. 
Decían esas líneas que 'este Lunes 21 de febrero, con motivo de la citación a 
prestar declaración indagatoria del que fuera el Comandante del Segundo Cuerpo 
de Ejercito en el periodo de septiembre de 1975 a octubre de 1976 : Ramón Genaro 
Díaz Bessone, en el marco de la causa 'Feced' , el militar retirado estuvo 
acompañado por el coronel Luis Eduardo Chizzini Melo, secretario general del 
Segundo Cuerpo de Ejército. Esta situación generó el asombro y la indignación de 
los organismos de derechos humanos y querellantes que se encontraban presentes 
en la vereda de los tribunales federales de Rosario; y motivó esta misiva con la 
que se pretende manifestar nuestro repudio y solicitar una explicación 
institucional que por su función creemos le compete'. 
Ramón Genaro Díaz Bessone es 'el máximo responsable -en vida- del accionar del 
terrorismo de estado' desatado en esta región. 'Justificó públicamente los 
golpes de estado, la tortura y muerte como forma de gobierno, y ocupó puestos 
claves en la ejecución del genocidio que viviera nuestro país (no solo fue 
comandante del Segundo Cuerpo sino también ministro de planificación de Jorge 
Rafael Videla. Además presidió por esos años el Círculo Militar). Hace muy poco 
se preguntó ante las cámaras de la TV francesa: 'Cómo puede sacar información (a 
un detenido) si usted no lo aprieta, si usted no tortura?', sostiene la carta de 
los organismos de derechos humanos rosarinos . 
'Es preocupante que el Segundo Cuerpo de Ejercito actualmente preste su 'apoyo' 
a este personaje. Somos testigos que lamentablemente no es un hecho aislado, 
esta fuerza viene actuando corporativamente con sus miembros retirados, desde 
que se reabrió este proceso de juzgamiento a los responsables del terrorismo de 
estado. Como muestra podemos recordar que un sargento de inteligencia del 
Segundo Cuerpo de Ejército se encuentra procesado por atentados cometidos contra 
uno de los querellantes en las causas e integrante de la agrupación HIJOS de 
Rosario', remarca el documento. 
'Consideramos que si esta gestión esta comprometida con la construcción de un 
país distinto, sin impunidad, no se puede permitir que el Ejercito Nacional siga 
atado a lógicas que sumieron a la Argentina en la más profunda dependencia, que 
aniquilaron la industria y endeudaron la nación como nunca antes, previamente 
aniquilando a todos aquellos que lucharon por un país libre y justo', agregaron 
los incansables e indispensables luchadores contra la impunidad. 
'Es por todo esto, que esperamos que del Ministro de Defensa una explicación 
acerca de por qué las actuales autoridades del Segundo Cuerpo -que deberían 
estar inscriptas en el marco de la constitución-, acompañan a un asesino que 
cumple arresto domiciliario en el marco de la causa del plan Cóndor, y que esta 
imputado de graves crímenes en nuestra región', se expresa finalmente. 
Firmaron el documento las Abuelas y Madres de plaza 25 de Mayo de Rosario, 
Familiares de Detenidos-desaparecidos e HIJOS Regional Rosario.