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Argentina: La lucha continúa

El ferrocarril una cuestión nacional: Los trenes aguateros
El genocidio silencioso en Estación Castelli: La Sed

Juan Carlos Cena
Argenpress

Se clausuró el ramal Roque Sáenz Peña-Castelli, los trenes aguateros dejaron de circular, no se acarrea más agua, los pozos, tanques y cisternas se secaron, llego la sed a la Estación Castelli.

Los trenes aguateros

Este fue uno de los primeros servicios que se suspendieron cuando se concesionaron las líneas ferroviarias, especialmente las de cargas.

Durante décadas el Ferrocarril además de transportar personas y cargas, dio de beber al país del interior.

En los Ferrocarriles Argentinos existía una dependencia llamada División Servicio de Agua, que era la Obra Sanitaria del Ferrocarril. Y entre las distintas líneas ferroviarias se constituyó el Comité de Agua, donde se planificaban estudios topográficos, la construcción de instalaciones y perforaciones.


Mapa de la red ferroviaria de Ferrocarriles Argentinos en la provincia del Chaco, en verde el ramal que terminaba en Colonia Juan José Castelli hoy cerrado.

Trabajaban geólogos, ingenieros ferroviarios e hidráulicos, agrimensores que testeaban la tierra, confeccionaron, en ese trajinar, durante años, el mayor estudio de los ríos y napas subterráneas del país; además, se planificaba donde y cuando se debían y podían instalar las estaciones de bombeo y distribución de agua y, su posterior mantenimiento y conservación.

Ese organismo era el enlace entre las aguas subterráneas y las canillas populares. Nosotros, los ferroviarios, estábamos orgullosos de ese servicio, que el neoliberalismo no contabilizó y lo destruyó sin tener en cuenta el factor humano que lo utilizaba. Este sistema político perverso clausuró el ferrocarril y con él, todos los servicios que beneficiaban a la sociedad.

¿Cómo contabilizamos la ausencia del Agua en Castelli? Los organismos de Derechos Humanos oficiales y los otros ¿Dónde están? No podemos hablar del sentido humanista del capital privado, porque no lo hay y, en este caso los concesionarios del F.C. Belgrano Cargas, la Unión Ferroviaria, sindicato con todo un historial de lucha, hoy socios de uno de los depredadores más grande de la Nación: Francisco Macri.

El agua, como savia del ferrocarril, era contemplada en el presupuesto global de la empresa del lado de las inversiones y, de este modo a través de los Comités de Agua de las distintas líneas.

Se construyeron acueductos, uno partía desde Añatuya hasta Simbolar, y ahí, se instalaron dos cisternas de grandes capacidades para la posterior distribución. Hoy, todo eso está destruido, es un páramo. Como la Planta Potabilizadora de Agua de Estación los Naranjos, porque se la robaron.

Esto es sólo una muestra de lo que nos dejó está política mal llamada del neoliberalismo, pero hay decir las cosas con todas las letras, es la aplicación de las políticas del sistema capitalista diseñadas para este país colonizado, con la colaboración de toda esta raza nuestra de cipayos criollos.

Nada va a cambiar sino nos liberamos de esa política y sus cipayos. Seguimos igual. Por el solo hecho de pensar que se hicieron socios Macri-Pedraza, con la anuencia del gobierno, a cualquier patriota le brota la indignación.

Para ampliar el tema sobre el Agua Ferroviaria (17/08/2004) y los Trenes Aguateros (20/08/2004), ver en ARGENPRESS.info.

Para terminar, nosotros los ferroviarios decimos con orgullo, que el ferrocarril regó el país, que le dio vida a través del agua, al dar de beber a los pueblos, que ese era uno de los tantos beneficios sociales que el ferrocarril aportaba a la nación.

Hoy, ese servicio no está más. El agua ha retrocedido. La sed comienza a desandar viejos caminos áridos. Un genocidio silencioso avanza reptando por nuestra geografía. Estación Castelli es solo una muestra de lo que ocurre en nuestro territorio.

La despoblación y la desintegración crece día a día, la falta de agua, comunicación y transporte son las causas fundamentales. Casi 870 pueblos fantasmas han crecido, de ellos 620 son totales. Siempre me pregunto ¿Cuánto cuesta un pueblo abandonado? ¿Cómo dimensionamos tanta destrucción? Son cuentas pendientes, que algún día, el pueblo pedirá rendición de cuentas.

Mientras, con bombos y platillos se inauguraba la Estación Centro comercial de Plaza Constitución, con la presencia de funcionarios de alto rango pronunciando empalagosos, hipócritas y vacíos discursos, toda una frivolidad gubernamental y, con el aplauso cómplice de los concesionarios.

* Juan Carlos Cena es miembro fundador del Mo.Na.Re.FA – Movimiento Nacional por la Recuperación de los Ferrocarriles Argentinos.