Argentina: La lucha contin�a
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La cabecera de la mesa redonda
Por Luis M. Casado Ledo
Rebanadas de Realidad
Luego de difundidos los resultados de las elecciones realizadas el domingo
23, r�os de tinta y l�grimas serpentean por la cartograf�a pol�tica argentina
plagada de interpretaciones, encuestas y gestos cimarrones. Ese d�a se develaron
las cualidades alquim�sticas del presidente N�stor Kirchner: transmut� las
elecciones legislativas en un plebiscito para "legitimar" su poder. El plomo
brilla ahora �ser� oro?
Recordemos que en el a�o 2003 s�lo el 22 por ciento de los votos lo aposentaron
en el sill�n de Rivadavia; en el cual hoy es atornillado por un 40 por ciento de
los sufragios que lo eligieron, a pesar que la candidata era su esposa, la
se�ora Cristina Fern�ndez de Kirchner.
Los pasos fueron simples, escindi�ndose del Partido Justicialista (PJ) form� el
Frente para la Victoria (FPV), ah� reuni� a propios y ajenos; a moros y
cristianos. Apuntaron a "la vieja pol�tica", a Eduardo Duhalde, aunque la
candidata era Hilda Gonz�lez de Duhalde y al PJ de la provincia de Buenos Aires.
As� se implant� la platonizaci�n de la pol�tica nacional: los candidatos fueron
meras sombras, sombras de una idea, en este caso de dos: la idea Kirchner y la
idea Duhalde, como en la famosa alegor�a. Sin embargo, en esta versi�n criolla,
habr�a que establecer si las dos ideas mencionadas son, a su vez, sombras de una
idea �nica, superior. Veremos.
Lentos y ligeros
Seg�n los grandes medios de comunicaci�n y sus unidimensionales
editorialistas, se estar�a ante dos temas: el poder de Kirchner y el dejar de
poder de Duhalde. Kirchner consider� que necesitaba m�s poder para terminar de
parir "la nueva pol�tica" y de tanto pujar, lo logr�, arrulla ahora sobre su
pecho a la criatura reci�n nacida. El regalo fue el �xito; el temor, que el pibe
salga cabez�n.
En este sentido, para Joaqu�n Morales Sol�: "Nadie muere cuando tiene el 20% de
los votos de la provincia de Buenos Aires, que significa, en n�meros concretos
de votos, mucho m�s que los que consiguieron algunos gobernadores importantes".
(1) En cambio
Eduardo van der Kooy arriesga: "...pareci� vislumbrarse en Buenos Aires el
principio del fin del duhaldismo". (2)
Pero antes de cavilar sobre qui�n gan� y qui�n perdi�, el presidente deber�
mu�irse de una estructura propia, homog�nea, en la que �l sea el �nico factor de
unidad y voz de mando. Duhalde, por su parte, deber� distender su f�rrea
conducci�n y, en forma urgente, cambiar de candidata o bien, de esposa.
Ambos tambi�n tendr�n problemas con los contenidos conceptuales. Kirchner deber�
disimular su visi�n teleol�gica de la pol�tica, abandonar las muletillas
discursivas y encontrar tem�ticas que no provoquen una estampida a los codazos,
sopapos y zancadillas de aquellos que est�n sumados a su proyecto de "la nueva
pol�tica". Duhalde deber� ocultar sus pensamientos, no reprochar a los otrora
duhaldistas haberse metamorfoseado en hist�ricos kirchneristas; en definitiva,
hacernos creer que �l no existe, parafraseando a Guillermito Shakespeare, cuando
se refer�a al diablo y a su mejor man�a.
En esta lista de tareas para el hogar, a Duhalde le ser� suficiente, en
pol�tica, no hacer y, administrativamente, mantener su nombre en lo alto del
cartel, como en el teatro de revistas y esperar a las pr�ximas presidenciales.
Para aquella oportunidad, si el agujero de ozono no se agranda, o la guerra de
baja intensidad en Colombia no pega un brinco, el futuro mandatario deber�
previamente besar su anillo y contar con su bendici�n.
En cambio Kirchner est� obligado a transitar por zonas fangosas. Antes de la
asunci�n en diciembre de sus electos, deber� dar definiciones en la IV Cumbre de
las Am�ricas y soportar la III Cumbre de los Pueblos, a realizarse ambas en los
primeros d�as de noviembre en Mar del Plata, localidad en donde ya est�n
desembarcando los hombres del presidente George W. Bush, quien entre guerrita y
guerrita insiste: "Entr�gate y tendr�s un juicio justo", al presidente de la
Rep�blica Bolivariana de Venezuela, Hugo Ch�vez.
En fin, un camino lleno de arbustos que N�stor Kirchner deber� transversalizar
obteniendo la menor cantidad de "da�os colaterales". Sabe que Ch�vez insistir�
en su arenga desplegada en la reuni�n presidencial de la Comunidad Suramericana
de Naciones, donde convoc� "�a los movimientos campesinos, obreros, de mujeres,
de j�venes y estudiantes del continente a unificarse y asumir el objetivo de la
Uni�n de Naciones Suramericanas". (3)
Las palabras terminan cuando la acci�n comienza.
Perdi� el PJ �gan� el peronismo?
Aqu� debemos descubrir, capa por capa, la realidad cebolla aunque terminemos
con los ojos llenos de l�grimas. Seg�n el historiador Tulio Halper�n Donghi: "La
consecuencia es que los partidos que tienen ra�ces cada vez m�s d�biles en la
sociedad las tienen en cambio en el Estado, al que la misma penuria que ha hecho
perder relieve a los conflictos del pasado impone nuevas funciones destinadas a
controlar el desborde social, y cuando ese Estado entra en disgregaci�n
repercute en un peronismo que hoy se parece m�s al PAN de Roca que al movimiento
que tuvo a la CGT como tercera rama. No es entonces sorprendente que el gran
tema impl�cito en las disputas intraperonistas sea hoy la coparticipaci�n
federal". (4)
Por su parte, el periodista y profesor universitario Fernando Del Corro nos
explica: "La organizaci�n pol�tica argentina retrocedi� 125 a�os, cuando el
general Julio Argentino Roca puso fin al esquema de la Liga de los Gobernadores
y pari� el Partido Autonomista Nacional (PAN). Lo que las elecciones del domingo
�ltimo han ratificado, entonces, es que se ha vuelto a los tiempos de la Liga de
los Gobernadores". Y m�s adelante a�ade: "De los restantes 20 distritos
electorales la realidad indica que los aut�nticos vencedores son los gobernantes
locales. �Se puede adjudicar el presidente Kirchner la victoria de la tropa de
Jos� Manuel De la Sota en C�rdoba, o de la de Jorge Busti en Entre R�os, o de la
de Juan Carlos Romero en Salta?. S�lo le son propios el de su hermana Alicia en
Santa Cruz y, en parte principal, el de su esposa Cristina en Buenos Aires".
(5)
Finalmente recurrimos al fil�sofo Alberto Buela para intentar responder la
pregunta del subt�tulo: "El peronismo que como movimiento pol�tico no es ni
liberal ni conservador se ha transformado como partido pol�tico en un partido de
"oportunistas" que a destajo de los ideales movimientistas y contestatarios de
la corriente creada por Juan Per�n, se sumo al orden liberal-conservador a
partir de 1989 con la asunci�n de Menem al poder. Y hoy con Kirchner en el
poder, m�s all� de sus declaraciones en sentido contrario, sigue jugando el
mismo papel convalidando el orden propuesto por el gobierno de los Estados
Unidos y su proyecto mundialista del one world".
(6)
En vano intentamos obtener una respuesta. La realidad cebolla nos jug� una de
sus habituales triqui�uelas. Si por peronismo entendemos a "la corriente creada
por Juan Per�n", al movimiento nacional y popular, que ten�a como columna
vertebral al movimiento obrero, nos estamos refiriendo a otra cosa: el 5 por 1
fue definitivamente arrollado por la 4 por 4 en donde viaja la presunta
confrontaci�n de civilizaciones.
Los mosquitos y el poder
Las elecciones pasadas fueron, entre otros t�picos, una manifestaci�n p�blica
de la lucha cotidiana por el poder, la cual no tiene otra l�gica que el poder
mismo. Ahora el presidente Kirchner tiene m�s poder en s�, pero el poder hay que
ejercerlo y eso implica un riesgo: se lo puede perder. Por ello, m�s all� de los
momentos de algarab�a, no se debe olvidar que "Las elecciones del domingo pasado
arrojaron, adem�s de ganadores y perdedores, un dato llamativo: el 38,89 por
ciento del padr�n de 26 millones de ciudadanos no vot� a ninguno de los muchos
candidatos a diputado y a senador nacionales.
(7)
El poder puede escurrirse entre los dedos, Duhalde se estar� mirando las manos
en estos momentos y otros ya lo hicieron. Alejandro III "El Grande" rey de
Macedonia, m�s conocido como Alejandro Magno, muri� en Babilonia luego de crear
unas 70 ciudades y de haber conformado el imperio m�s grande del mundo conocido
de aquel entonces. Finalmente el Magno fue derrotado, un diminuto mosquito lo
contagi� de Paludismo y ese fue su fin y el fin de su imperio.
Hablamos de los mosquitos, refir�monos al poder. Nicol�s Maquiavelo en "El
pr�ncipe" escribi�: "Pero no es posible llamar virtud al exterminio de sus
ciudadanos, a la traici�n a los amigos, al hecho de carecer de fe, de piedad, de
religi�n: estos medios pueden llevar a la conquista del poder, pero no a la
gloria".
Pronto sabremos qu� conquist� el presidente: �usufructuar� el poder, podr�
mantenerlo, agigantarlo, o ser� tambi�n digno de la gloria?
Notas:
(1) Joaqu�n Morales Sol�, "Una democracia m�s amplia"; diario La Naci�n, 24/10/05.
(2) Eduardo van der Kooy, "Un presidente fuerte, con l�mites"; diario Clar�n, 24/10/05.
(3) Luis Bilbao, "Cruce de caminos en la cumbre", Am�rica XXI - Rebanadas de Realidad, 18/10/05. Leer
(4) Tulio Halper�n Donghi, "El peronismo de hoy se parece al PAN del general Roca", entrevista realizada por Escenarios Alternativos. Leer
(5) Fernando Del Corro, "Elecciones 2005: Todos coincidieron en apoyar a Lavagna", Rebanadas de Realidad, 26/10/05. Leer
(6) Alberto Buela, "Democracia y Movilizaci�n", Rebanadas de Realidad, 20/10/05. Leer
(7) Adri�n Ventura, "Casi el 40% del padr�n no vot� a ning�n candidato", diario La Naci�n, 26/10/05.