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Argentina: La lucha contin�a

Las mazmorras de la provincia de Buenos Aires

Pablo Su�rez
El Hipnotizador

"Yo quiero que se investigue todo. No estamos dispuestos a tapar absolutamente nada, porque todo lo que se tapa explota m�s tarde". Estas palabras fueron pronunciadas por el gobernador bonaerense, Felipe Sol�, el m�ximo responsable pol�tico en lo que respecta al funcionamiento del sistema carcelario en la provincia de Buenos Aires. Sus funcionarios se encuentran preocupados en "tapar" la criminalidad del Servicio Penitenciario Bonaerense, y contribuyeron a que la vida de 33 personas terminara por "explotar" la noche del s�bado 15 en la c�rcel de Magdalena.

Desde hace d�cadas los cuadros m�s corruptos del Servicio Penitenciario Bonaerense fueron avalados por los distintos gobiernos bonaerenses, desde Antonio Cafiero hasta Felipe Sol�. Como un resabio de las pr�cticas llevadas a cabo por los esbirros de la �ltima dictadura militar, los penitenciarios act�an con total impunidad en el sometimiento hacia los reclusos. Desde confiscar los alimentos que los familiares llevan a los presos, hasta obligarlos a robar parar ellos.

El lunes posterior a la tragedia Felipe Sol� decidi� intervenir el penal para "permitir libertad de movimientos a la investigaci�n judicial". Suena como una burla cruel que el gobernador de Buenos Aires nombre como interventor de la UP 28 de Magdalena al abogado Leonardo Tundidor, el funcionario que ocupaba la direcci�n de Investigaciones Penitenciarias del Ministerio de Justicia, es decir, la direcci�n que deb�a investigar las denuncias, acumuladas desde hace d�cadas, contra los abusos de los penitenciarios y las condiciones de hacinamiento de los presos.

Las primeras versiones oficiales indicaban que el incendio del M�dulo 16 de Autodisciplina se debi� a un mot�n provocado por los presos. Esta versi�n, surgida, desde el SPB, fue la que el ministro de Justicia bonaerense, Eduardo Di Rocco, tom� como propia. El relato hecho a la Comisi�n Provincial por la Memoria por parte de los detenidos que fueron testigos del incendio, aquellos que se encontraban en el M�dulo 15, echa por tierra la mentira oficial. Mentira que busca, una vez m�s, disimular la responsabilidad del SPB.

Las declaraciones de los presos alojados en el M�dulo 15 coinciden en se�alar que los esbirros del SPB se hicieron presentes en el Modulo 16 debido a una pelea entre presos. Los veinte guardias comienzan a disparar balas de goma con sus Itakas- por supuesto, es la �nica manera de tratar con estos �negritos chorros�-, sacan a una decena de presos del 16 y los obligan a tirarse al piso y los esposan. Bueno, aqu� es donde aparecen el verdadero sadismo y crueldad de estos guardias: siendo conscientes del fuego que amenazaba con acabar con la vida de todos los reclusos del 16, los esbirros cierran la puerta con candado dejando encerradas a unas 40 personas en ese infierno de gritos, carne quemada y s�plicas.

Fueron los internos del M�dulo 15 los que socorrieron a sus compa�eros del 16, mientras los guardias hu�an como ratas. No solamente los penitenciarios desatendieron, o les import� muy poco, la vida de los presos. Los m�dicos del puesto sanitario que se encuentra dentro del penal tambi�n abandonaron a su suerte a los internos; ellos mismos debieron auxiliar a sus compa�eros, coloc�ndole a los asfixiados una mascarilla para que pudieran respirar por unos segundos con el �nico tubo de ox�geno que hab�a en el penal.

Es claro que al gobernador estas vidas no le interesan; ni a la justicia, que no investiga con celeridad las m�ltiples denuncias que rozan al sistema carcelario de todo el pa�s. En el Mercado de Vidas Humanas las humanidades de las personas encarceladas cotizan bajo. Las condiciones infrahumanas de hacinamiento, la mala alimentaci�n, el maltrato contin�o por parte de los esbirros. Esto forma parte de las condiciones de vida que el sistema les tiene preparado a los �descarriados�, a los que no son �gente como uno�, a los �negros que no quieren trabajar�.

El gobernador Sol� continu� con la l�nea de mano dura que hubo implementado el huidizo Carlos Ruckauf, cuando impuls� la denominada ley de �mano dura� en 2000. Dentro de ese combo represor se encontraba la norma 12.405 que restring�a las excarcelaciones y endurec�a el r�gimen procesal. A partir de esa fecha ingresan casi 2.000 presos m�s al sistema de reclusi�n provincial.

Fedor Dostoievski escribi� que el grado de civilizaci�n de una sociedad puede conocerse visitando sus c�rceles. �A qu� grado de barbarie hemos llegado como sociedad para que los despose�dos de siempre, los "cretas", sigan muriendo como animales en las mazmorras de Felipe Sol�?     


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