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Argentina: La lucha continúa


Desocupación en Santa Fe
Seis de cada diez desocupados son jóvenes de entre 15 y 29 años

Universidad Nacional del Litoral
UNL

Así lo afirma un estudio realizado por investigadores de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional del Litoral. El trabajo fue publicado por Ediciones UNL en el libro 'Inserción laboral de los jóvenes' que coordinó la contadora Norma Zandomeni de Juárez. La problemática de la inserción laboral se acentúa en los más jóvenes, en aquellos con menor nivel de instrucción y especialmente en las mujeres.

Seis de cada diez desempleados en la ciudad de Santa Fe son jóvenes de entre 15 y 29 años. Esa es una de las principales conclusiones a las que arriba la investigación "Inserción laboral de los jóvenes" coordinada por la CPN Norma Zandomeni de Juárez y de la que también participaron Silvia Chignoli, Guillermo Rabazzi y Graciela Peralta de Glorioso. Todos los autores son docentes e investigadores de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional del Litoral.

"La población joven representa la cuarta parte de la población total de la provincia de Santa Fe, un amplio sector que al no conseguir empleo ve frustradas sus expectativas de autonomía financiera, y la concreción de sus proyectos profesionales y personales", sostuvo Zandomeni de Juárez. En tal sentido, la especialista agregó que "los crecientes requerimientos del mercado de trabajo disminuyen sensiblemente las posibilidades de inserción de los jóvenes con escaso nivel de instrucción, lo cual es significativo si tenemos en cuenta que un 43% de los jóvenes santafesinos de entre 20 y 29 años no alcanzó a completar el nivel medio, aunque superan ampliamente la edad para concluirlo".

Condiciones laborales

En "Inserción laboral de los jóvenes" se afirma que aquellos con mayores posibilidades de conseguir trabajo son los jóvenes con más nivel de instrucción. Sin embargo, la publicación de Ediciones UNL también sostiene que las relaciones laborales a las que logran acceder no alcanzan a completar las expectativas esperadas. Los primeros empleos se realizan generalmente en condiciones precarias, sin protección legal ni cobertura social y escasa remuneración. El sector juvenil no sólo sufre la falta de ocupación sino también el subempleo, la precarización laboral y el empleo no registrado.

El grupo analizado –jóvenes de la ciudad de Santa Fe, varones y mujeres, de 15 a 29 años–, que se encuentra subempleado –o sea, que no alcanza el límite mínimo de 35 horas semanales de trabajo, pero desea y puede trabajar más horas– constituye el 30% de los jóvenes empleados. Mientras que las ocupaciones precarias alcanzan al 43% de estos jóvenes, fenómeno que afecta de forma significativa a las mujeres, entre las que la precarización supera el 51%, mientas que en los varones es de 37%.

Otra situación crítica que remarca la publicación es la carencia de aportes jubilatorios. Los números destacan que sólo tres de cada diez jóvenes ocupados están empleados en una ocupación registrada, lo cual se acrecienta notoriamente en las mujeres, grupo en el cual siete de cada diez están en esta condición. Aunque la incidencia del empleo no registrado disminuye a medida que aumenta el nivel de instrucción (más del 80% con nivel primario y un 44% con estudios superiores), el mayor crecimiento absoluto y relativo operado en el período 1993/2002 se da en el grupo de jóvenes con estudios superiores, con un aumento de 28 puntos porcentuales.

La voz de los jóvenes

Los propios jóvenes destacan que las condiciones actuales para insertarse en el mercado de trabajo son desfavorables. Sin embargo las apreciaciones subjetivas que realizan son mayoritariamente positivas. En tal sentido, los que tienen estudios superiores son los que manifiestan menor grado de conformidad, debido a que las tareas que desempeñan requieren, en muchos casos, niveles de instrucción menores a los alcanzados.

Entre los valores laborales que más destaca el grupo se inclinan por los que permiten lograr su autorrealización en el trabajo (fundamentalmente en las mujeres, los jóvenes de mayor edad y los que tienen mayor nivel de instrucción): los aspectos más valorados son: "un trabajo que les brinde oportunidades de aprender", "un trabajo con responsabilidad" y "poder aplicar su iniciativa". Frente a la imposibilidad de lograr estabilidad en un empleo y hacer carrera en una misma organización, los jóvenes priorizan aquellos aspectos que les permiten mantener y mejorar su empleabilidad, es decir, su posibilidad futura de conseguir nuevos empleos.

Por otro lado, un dato a destacar entre los factores que, en opinión de los jóvenes, obstaculizan la concreción de un empleo es la falta de estudios y de contactos personales.

El estudio concluye que el fenómeno del desempleo juvenil es uno de los mayores desafíos que deben afrontar los gobiernos a través del sistema educativo. Si lo que se pretende es detener el proceso de marginalidad y exclusión social y lograr una mejor adaptación a los nuevos requerimientos del mercado de trabajo, se requiere la implementación de medidas o programas adecuados, que faciliten el proceso de inserción laboral de este vulnerable sector.

Las razones

"Durante la década del ’90 se generaron importantes cambios económicos, tecnológicos y sociales en el país que impactaron en el mercado de trabajo, afectando particularmente a los jóvenes, que se constituyeron en uno de los sectores más vulnerables del sistema económico", explicó Zandomeni de Juárez como uno de los motivos principales de la desocupación y la precarización laboral de los jóvenes. "Fenómenos como la desocupación, la precarización y el empleo no registrado se convirtieron en rasgos predominantes de las nuevas condiciones laborales", añadió.

Según datos del estudio realizado por investigadores de la FCE en el marco de un Curso de Acción para la Investigación y el Desarrollo (CAI+D), la tasa de desempleo de los jóvenes registra valores muy superiores a la del desempleo total, situación que se da a nivel provincial y también nacional. Los números son significativos: seis de cada diez desocupados son personas de entre 15 y 29 años, que buscan activamente una ocupación y no consiguen empleo.

Efecto fila

La mayor cantidad de jóvenes que han accedido a estudios superiores, sin que haya crecido en igual proporción la creación de puestos de trabajo calificados, genera el denominado "efecto fila", mediante el cual las personas que cuentan con mayor instrucción desplazan a los de menor nivel de escolaridad cuando compiten por los mismos empleos.