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Ra�l Zibechi


EU-Brasil: sorda rivalidad regional

Ra�l Zibechi

La reciente gira del secretario de Defensa estadunidense, Donald Rumsfeld, por Paraguay y Per�, parece insertarse en el objetivo de la Casa Blanca de ganar posiciones estrat�gicas en momentos en que el Plan Colombia muestra sus l�mites ante el renovado accionar de la guerrilla colombiana. Pese a los desmentidos, existe la posibilidad de que se instale una poderosa base militar estadunidense en Mariscal Estigarribia (Paraguay), donde una pista de 3 mil 800 metros permite la operaci�n de aviones C5 Galaxy. La inmunidad concedida por el parlamento paraguayo a los militares estadunidenses y la presencia en el pa�s de 400 efectivos de la superpotencia encendieron las alarmas en una zona particularmente sensible, donde a la inestabilidad en Bolivia se suman la conflictiva Triple Frontera, el codiciado acu�fero Guaran� y la estrat�gica represa de Itaip�. En Per�, que podr�a conceder tambi�n inmunidad a las tropas de Washington, Alan Garc�a -quien como presidente (1985-1990) tom� claras distancias de Estados Unidos- podr�a vencer en las pr�ximas elecciones.
Los mismos d�as de la gira de Rumsfeld, 16 y 17 de agosto, el canciller brasile�o Celso Amorim visitaba Bolivia y Ecuador, donde se entrevist� con Evo Morales y el presidente ecuatoriano Alfredo Palacio. Bolivia atraviesa un proceso electoral que puede saldarse con la modificaci�n del rumbo neoliberal que impera en el pa�s desde 1985. En Ecuador se desarrolla una pulseada entre los intereses de Washington y los de Brasil que, de alguna manera, resume el ajedrez geopol�tico por la hegemon�a regional.
Si la pol�tica de la administraci�n de George W. Bush en el continente parece meridianamente clara, y se plasma en la afirmaci�n unilateral de su dominaci�n aun al costo de disparar guerras y propiciar crisis pol�tico-militares, Brasil sufre el viraje post 11 de septiembre como un desplazamiento de su protagonismo en la regi�n. Desde hace algunos meses, en Ecuador se enfrentan los intereses de la petrolera estadunidense Occidental Oil and Gas Corporation (OXY), que jug� papel destacado en la implementaci�n del Plan Colombia y de Petrobras. Durante el gobierno de Lucio Guti�rrez se decret� la caducidad del contrato de OXY por haber violado disposiciones legales, y ahora los ind�genas luchan por su expulsi�n. El presidente Palacio est� siendo presionado por Washington, seg�n denuncia en Quito el quincenario Tintaj�, para que desista del prop�sito si pretende firmar el TLC.
A principios de julio el gobierno ecuatoriano decidi� suspender las actividades de la estatal petrolera brasile�a Petrobras en el Parque Nacional Yasun�, �rea protegida donde los ind�genas huaronanis vienen exigiendo el fin de la explotaci�n petrolera. Pocos d�as despu�s, Luiz Inacio Lula da Silva envi� un mensaje al presidente Palacio, manifestando su "preocupaci�n" por la suspensi�n de actividades de Petrobras. La visita de Amorim se inscribe en ese escenario. Quito est� sufriendo una doble presi�n, pero, a diferencia de la gesti�n de Guti�rrez, que era proclive a Brasil, ahora parece inclinarse hacia los intereses de Estados Unidos.
Para Brasil la salida al Pac�fico es objetivo vital. Con la visita de Amorim se consolid� el plan para la construcci�n de un aeropuerto en la ciudad amaz�nica de Tena, financiado con 70 millones de d�lares por el Banco Nacional de Desarrollo Econ�mico y Social de Brasil, que forma parte del eje Manaos-Manta y es una pieza clave en la estrategia de ese pa�s para la Amazonia. Adem�s se concret� la venta de tres aviones de la brasile�a Embraer a la ecuatoriana Tame, con un costo de 80 millones de d�lares. Aunque no se dijo, seguramente se habl� de Petrobras.
En Bolivia los intereses de Brasil son m�s cuantiosos: las inversiones brasile�as, concentradas en el gas y la soya, representan 20 por ciento del PIB de Bolivia; un gasoducto de 3 mil kil�metros une los yacimientos de Tarija con Canoas, cerca de Porto Alegre; en tanto, 35 por ciento de la producci�n soyera boliviana est� en manos de hacendados brasile�os. El 90 por ciento de las inversiones brasile�as en Sudam�rica las realizan empresas estatales, con Petrobras a la cabeza, punta de lanza de su expansi�n regional.
A la disputa por negocios y recursos naturales se suma la competencia militar. "En los pa�ses que hacen frontera con Brasil, cada vez hay mayor presencia militar estadunidense", asegura un experto en geopol�tica de la Universidad de San Pablo (P�gina 12, 21/8/05). La nueva presencia militar estadunidense en Paraguay puede servir de base para una contraofensiva imperial sobre la regi�n y, muy en particular, contra Brasil. Al Plan Colombia, Brasilia respondi� con el Plan Cobra (de las iniciales de Colombia y Brasil) para "impermeabilizar" la frontera y proteger la Amazonia, prioridad de sus fuerzas armadas. El presidente del C�rculo Militar, general Luiz Gonzaga Lessa, se�al� a Brasil de Fato (23/6/05) que las fuerzas armadas, que hist�ricamente estaban orientadas hacia el sur ante la hip�tesis de conflicto con Argentina, en los �ltimos a�os fueron reorientadas hacia el norte, "sobre todo hacia Colombia". Ahora el desembarco estadunidense en Paraguay abre un flanco en la retaguardia brasile�a, forz�ndola a atender dos frentes igualmente estrat�gicos.
El director de Tintaj�, Kintto Lucas, asegura que Ecuador es uno de los escenarios de la disputa entre Estados Unidos y Brasil, "lo que qued� en evidencia en la fase previa a la ca�da de Lucio Guti�rrez, en el desarrollo de su salida y en el desenlace de la misma". La rivalidad abarca toda la regi�n sudamericana y est� generando situaciones de inestabilidad en varios pa�ses. Para nuestros pueblos se trata de un desaf�o sin precedentes, ya que por primera vez emerge una potencia regional a la que algunos -incluso en Brasil- califican de "imperialista". �Debemos optar por la potencia "amiga" para combatir el unilateralismo, o defender a ultranza la autonom�a nacional?

La Jornada, 26 de agosto de 2005

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