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COMO A LOS NAZIS...


Ordena Kirchner investigación sobre un programa aplicado cuando ya no había dictadura
Al descubierto, adiestramiento en tortura a comandos militares en Argentina


Son "prácticas aberrantes" similares a las que utilizaban los nazis: Madres de Plaza de Mayo

Stella Calloni Corresponsal
LA JORNADA de México

El gobierno del presidente argentino, Néstor Kirchner, denunció hoy que se habrían cometido aberrantes violaciones a los derechos humanos en un programa de adiestramiento militar de "comandos" en plena democracia, después de recibir una serie de fotografías que mostraban la aplicación de torturas a "los alumnos" durante cursos del ejército en la provincia de Córdoba entre 1986 y 1994.
El gobierno ordenó investigar si en estos cursos para personal del ejército se practicaron "vejaciones y tormentos a supuestos prisioneros desprovistos de ropas en un descampado". Esta metodología -similar a la que se aplicó y se aplica en otros ejércitos de la región y del mundo, y que era y es parte de la práctica cotidiana de cursos dictados en el Comando Sur de Estados Unidos, tanto en su antigua sede, como en la actual- se habría extendido en Argentina de 1966 a 1996.
La fotografías muestran escenas terribles donde uno de los comandos es torturado con una picana eléctrica, tiene los ojos vendados y es detenido por varios oficiales. Otras muestran a dos hombres hundidos hasta el cuello y encapuchados en una pileta de aguas sucias (el llamado submarino, conocido en México como pocito), y también se ve a varias personas desnudas sentadas sobre la tierra, atadas de manos y encapuchadas, preparadas para una probable sesión de tortura. También se observa a otro "futuro comando" cuando es atado por compañeros para someterlo a vejaciones.
Al Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) llegaron las fotografías, enviadas por el dueño de un local de revelado de fotos que encontró copias en el momento en que se aprestaba a cerrar su empresa. Estas fueron emitidas a la Secretaría de Derechos Humanos del gobierno y provocaron la indignación del presidente Kirchner, quien pidió un inmediato informe del ejército.
"El presidente nos llamó de forma urgente junto con Madres y Abuelas de Plaza de Mayo para que conociéramos el informe del jefe del ejército, Roberto Bendini, quien reconoció el lugar de las fotografías como la Quebrada de la Cancha, en Córdoba, y también fueron identificados todos los oficiales y suboficiales que daban el curso", señaló Horacio Verbitsky, periodista y representante del CELS, en conferencia de prensa.
También relató que Kirchner les pidió que difundieran las fotografías para que se conocieran en todo el país y el mundo. Las imágenes son de 1986, periodo en que gobernaba Raúl Alfonsín, pero los cursos se extendieron hasta 1994, por lo menos, en buena parte de la administración de Carlos Menem (1989-1999).
Tanto Alfonsín como la ex secretaria de Derechos Humanos del periodo menemista, Alicia Pierini, sostuvieron hoy que desconocían su existencia.
Los organismos de derechos humanos repudiaron en un comunicado la enseñanza de estas prácticas "propias del terrorismo de Estado durante el periodo constitucional", y señalaron que "las imágenes difundidas por el gobierno demuestran la enseñanza de diversas prácticas de torturas, todas ellas utilizadas durante la pasada dictadura militar".
El ministro de Defensa, José Pampuro, y el jefe del ejército, Roberto Bendini, aseguraron que esta forma de adiestramiento militar fue erradicada en 1994.
Pero se conoce que esos cursos de fuerzas especiales -como sucede con los marines estadunidenses o los boinas verdes- son parte de "la formación y el endurecimiento de los soldados, para preparar su resistencia si caen en manos del enemigo". Sin embargo la idea central -señalan los organismos humanitarios- es la "bestialización" de estas fuerzas para que no tengan piedad con los que caigan en sus manos.
"La cantidad de personas involucradas en este tipo de entrenamientos y lo habitual de los cursos hace imposible que las autoridades políticas o las respectivas jefaturas de las fuerzas hubieran desconocido lo que sucedía", sostienen los orgamismos de derechos humanos, quienes acompañaron las decisiones gubernamentales y exigieron justicia.
En La Quebrada de la Cancha había altavoces para dar órdenes a los "prisioneros" y para pasar "propaganda marxista", a manera de instruir a los comandos a actuar frente al "enemigo".
El Ministerio de Defensa indicó que "todas las personas registradas allí formaban parte de la fuerza militar terrestre, que en su mayoría están identificadas" y condenó "la doctrina de adiestramiento militar que se apreciaba en la documentación, situación que se erradicó en 1994".
Por su parte, al ser consultado telefónicamente, el ex jefe del ejército Martín Balza mencionó que "tenía entendido" que existía un "punto de estación" dentro del curso de comandos que se llamaba "de interrogatorio", el cual tenía ciertas prácticas que "no se conducen con la dignidad del soldado", aunque aclaró que en 1990 se cambió toda esa metodología.
Sostuvo también que el "curso de comandos se realiza con oficiales y suboficiales y son todos voluntarios. Los tienen todos los ejércitos del mundo y son fuerzas altamente especializadas", pero que aquí desde hace 14 años no se practican.
En el país habrían funcionado centros de entrenamiento similares tanto en Tucumán como en zonas de montaña y selva (Misiones o Salta). De hecho, militares como el coronel Aldo Rico y otros carapintadas fueron instruidos como comandos con características similares a los boinas verdes de Estados Unidos.
Hebe de Bonafini, de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, recordó que esas prácticas "aberrantes son similares a las realizadas por los franceses en Argelia, los estadunidenses en Vietnam, o los nazis en los campos de exterminio. Los comandos 'aprendían' en su propio cuerpo las torturas que aplicarían a sus víctimas".
Bonafini dijo que, además de pedir justicia, las Madres de Plaza de Mayo plantearon en su momento la necesidad de cambiar los planes de estudio del ejército, ya que de otra manera "jamás podrían generarse unas fuerzas armadas democráticas". Hace un año Bonafini denunció prácticas similares en la escuela de formación de oficiales de policía. "Debemos dar el mayor carácter político posible a la investigación ante esta denuncia terrible."
Este hecho recordó la reciente presentación de un video por Amnistía Internacional (AI), donde se mostraban aberrantes torturas a soldados en montes peruanos. Asimismo, hace poco más de un año una joven que realizaba un curso para oficial del Servicio Penitenciario aquí denunció las torturas a que fue sometida porque sus superiores la consideraban "débil" para su futuro trabajo.
La muerte de soldados en los cuarteles argentinos, como el caso de Omar Carrasco, que conmovió al país en los años 90 -el cual condujo a la terminación del servicio militar obligatorio-, dan cuenta de este drama que se extiende mucho más allá de Argentina.
En Paraguay, en los últimos años más de cien jóvenes han sido asesinados en los cuarteles por los métodos violentos de entrenamientos y los castigos de los oficiales.


Un uniformado, después de haber recibido una sesión de tortura

 
Aplicación de corriente eléctrica
a un militar