La Joribilla

WASHINGTON, D.C. (EFE). - Muchos militares estadounidenses que podrían ser movilizados para combatir a Irak temen más a la infertilidad que a la muerte, como lo muestra el hecho de que acudan, en pequeño pero significativo número, a centros de almacenaje de esperma..
Al menos 80 militares han acudido en las últimas tres semanas a laboratorios de procesamiento de esperma por temor a que las vacunas y la posible exposición a agentes químicos afecten a su capacidad para tener hijos, dijeron fuentes del sector..
Representantes de esos centros indicaron que la cifra es pequeña, pero representa un significativo y amplio cambio, en comparación con los años previos cuando estos negocios no contaban con clientes militares..
Las mujeres militares han acudido en un menor número a estos laboratorios dado el bajo porcentaje de éxito en el almacenaje de los óvulos para su fecundación..
Ante el interés mostrado por los soldados, el California Cryobank de Los Angeles (California) ha ofrecido a los militares un año gratis de almacenaje de esperma y descuentos para su procesamiento, dijo un portavoz de ese centro..
Este y otros centros iguales de Fairfax (Virginia) y de Cambridge (Massachusetts) informaron de que los militares interesados en guardar su esperma no quieren hacer esto por el temor de morir en los combates, sino por el miedo a descubrir que no son infértiles..
Los militares han dicho que no cuentan con estadísticas que vinculen las vacunas obligatorias o cualquier otra sustancia que se les pueda aplicar, con la infertilidad..
Sin embargo, miles de veteranos de la guerra del Golfo Pérsico de 1991 se han quejado de irregularidades en su salud, que van desde dolores de cabeza y de músculos hasta la infertilidad, que atribuyen a una combinación de vacunas de ántrax, contaminantes, pesticidas y otros agentes químicos que encontraron en ese conflicto.