Guerra a la Guerra imperialista

Bush y su banda iniciaron una carnicería en Irak. Sus cadenas des-informativas dicen que sólo murió un iraquí, pese a las decenas o cientos de misiles y otras armas de destrucción masiva utilizadas por quienes verdaderamente las poseen: los Estados Unidos, el principal terrorista del planeta.
Estalló una guerra pirata con la que Estados Unidos busca lograr un reparto del mundo todavía más favorable para sí, a costa de los pueblos del mundo y, de paso, también de algunos de sus viejos aliados europeos. El saqueo del petróleo iraquí es un importante primer paso, pero no el último.
El telón de fondo es la grave crisis capitalista después de que se pinchó el globo especulativo que ellos mismos inflaron. Y para tratar de emparchar la crisis abierta, montan una escalada de guerras de saqueo y piratería. La ONU y las instituciones internacionales de más de medio siglo, saltaron por los aires como producto del "golpe de Estado" internacional de Estados Unidos y su lacayo británco.
El genocidio sobre el pueblo de Irak que comenzó ayer, será tanto o más trágico que el del nazi Sharon contra el pueblo palestino.
La primera víctima de esta guerra es el derecho a conocer la verdad, manipulada mediante mil mentiras desde el control monopólico de los grandes medios de prensa. Su mar de mentiras es una razón más para posicionarnos con firmeza. No sólo asesinan a los trabajadores y a los pueblos sino que, en un año, gastan en armamento lo que 4.000 millones de hambrientos necesitan para sobrevivir.
La Liga Socialista Revolucionaria se pronuncia en contra de los piratas y su guerra, y a favor de que sean derrotados a manos de quien sea.
No respaldamos a Saddam Hussein por mil razones, y tampoco apostamos a que se plante con todo frente al imperialismo. Sí apostamos a que millones de iraquíes y árabes de toda la región enfrenten al imperialismo y a sus propios gobiernos capitalistas-proimperialistas. Y que sea una ola revolucionaria de todo Medio Oriente la que barra con los gobiernos explotadores y sus estados, y coloque el armamento de éstos al servicio del pueblo trabajador para enfrentar esta nueva guerra de conquista colonial, abriendo "dos, tres, muchos Irak" en Medio Oriente, obligando al genocida Bush a diversificar sus fuerzas para poder derrotarlo.
Ponemos todas nuestras esperanzas y energías en el apoyo a esa lucha. Esto significa que es vital que llevemos adelante una consecuente pelea anticapitalista y antimperialista en nuestros propios países: en la Argentina, en Venezuela, en Colombia, y en toda América latina. Es una batalla imprescindible aun cuando sea por el solo punto de "¡No a la guerra!".
Por supuesto, los imperialistas no deciden las guerras según los resultados de las encuestas de marketing. Pero es en extremo importante que el repudio de millones en todo el mundo, los hayan hecho partir de tamaña debilidad social inicial, ya que ésta puede combinarse con complicaciones durante la guerra, con rebelión social y política en distintos puntos (como Corea y Colombia). La guerra contrarrevolucionaria puede terminar abriendo situaciones opuestas, revolucionarias, que puedan derrotar a los distintos imperialismos y al dominio capitalista en el mundo: única forma de poner fin a las guerras e impedir que el capitalismo y el imperialismo terminen de hundir a la humanidad en la barbarie y destruyan al planeta.
Hacia la militarización y los regímenes policíacos
En el país que alardea de ser la más vieja democracia (esclavista, agregamos nosotros), a las libertades y derechos civiles les están pasando por encima con una topadora. Cientos o miles de árabes han "desaparecido", e incluso las autoridades discuten públicamente que no son iguales a Videla. Hay persecución macartista contra los opositores a la guerra, y desde los aeropuertos hasta las calles y comisarías, los derechos civiles han desaparecido en gran medida. Es legal "pinchar" teléfonos y el espionaje sobre los correos electrónicos está autorizado. Se puede detener gente por "averiguación de antecedentes" sin límites de tiempo y sin dar datos de su paradero.
En pocas palabras, Estados Unidos vive en virtual estado de sitio, mucho más grave que los que soportamos los latinoamericanos previo a los golpes que los continuaron y superaron.
Estados Unidos marca una tendencia para el mundo. Dos golpes de Estado en menos de un año en Venezuela, demuestran –al margen de su fracaso– los estrechos límites de disidencia que admite el imperio del norte. El salto en la militarización de Colombia, con nuevas tropas estadounidenses, indica una tendencia a la vietnamización de América latina, que va acompañada por la creciente presencia de bases militares norteamericanas en la región, incluida la Argentina (Salta, Misiones, Tierra del Fuego).
La Argentina es parte del mismo proceso, con represiones de todo tipo a las luchas populares, incluyendo las incipientes manifestaciones contra la guerra misma, como la del jueves 20.
Pero en ningún lado está escrito que estas tendencias a la violencia y el terrorismo de Estado se puedan imponer sí o sí. Esto dependerá del nivel de movilización antimperialista y democrática de las masas del mundo. Lo que sí se demuestra es que son inherentes a una guerra de pillaje desembozado como la actual.
La resistencia a la guerra
Esta guerra es la que ha encontrado mayor resistencia en más de un siglo, superando incluso a la de Vietnam, donde las movilizaciones en su contra comenzaron recién años después de iniciada la guerra.
Es que, por un lado, la llamada "globalización" golpeó al nacionalismo y llevó a una visión más internacional de los problemas. Por otro lado, hay división entre los distintos imperialismos y por eso las movilizaciones más masivas fueron en Europa.
Es necesaria la más amplia unidad en la acción de todos los que se opongan al militarismo y la guerra, así muchos no coincidan con nosotros en que estos horrores nacen del capitalismo y el imperialismo.
Por todo esto, sostenemos la necesidad de la revolución anticapitalista y antimperialista, nacional e internacional, porque es la única forma de terminar con los horrores del militarismo y las guerras.
GUERRA A LA GUERRA IMPERIALISTA
UNIDAD DE ACCION CONTRA LA GUERRA Y TODOS LOS IMPERIALISTAS
Revolución Socialista o más Militarismo y Barbarie Capitalistas
20 de marzo de 2003



Liga Socialista Revolucionaria