Las fuerzas armadas de Estados Unidos no están únicamente invadiendo Irak. Estos días continúan, e incluso han incrementado su belicismo, en otros países donde EEUU lleva su pacifismo. La fijación sigue siendo el mundo árabe. Siguen siendo responsables en su conjunto -para Bush- de la barbarie del 11-S. En Afganistán, la Operación Ataque Valiente, con 10.000 soldados americanos siguen en continuo enfrentamiento con los rebeldes afganos. En Israel, Estados Unidos continúa financiando el genocidio. 'La guerra en Afganistán aún no ha terminado', este mensaje lo repiten estos días con insistencia los altos mandos estadounidenses. EE UU tiene actualmente unos 10.000 soldados destacados allí con la misión de capturar a Osama Bin Laden y otros líderes de la red terrorista Al Qaeda. Al día siguiente del comienzo del ataque en Irak, la guerra de Afganistán se intensificó.
Los estadounidenses han dicho varias veces que la guerra en Irak no va a distraerles de las operaciones militares en Afganistán. El momento de la ofensiva sobre las posiciones rebeldes ha sido elegido para enviar una señal clara a las fuerzas que combaten en Afganistán.
Israel sigue asesinando
El Gobierno español también justificó la guerra como una vía de solución al conflicto árabe-israelí. Incluso un párrafo de la declaración sobre las relaciones transatlánticas de Azores expone, en efecto, el compromiso de los aliados para que el enfrentamiento israelo-palestino se resuelva con dos Estados capaces de vivir en paz.
La realidad, en cambio, no ha cambiado un ápice estos días. Desde el ataque a Irak, al menos nueve palestinos, entre ellos un bebé y un niño de 13 años, han muerto al ser alcanzados por balas de los soldados israelíes durante una importante incursión en el campo de refugiados de Nusseirat y en Beit Lahia, situadas en el centro y norte de la franja de Gaza.
No a la Guerra
