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No a la Guerra

2 de abril del 2003

Los medios de Estados Unidos aplauden el bombardeo de la televisión iraquí

FAIR, traducción: Simón Royo

Cuando las oficinas de la televisión Iraquí en Bagdad fueron alcanzadas por un misil estadounidense el 25 de marzo, el hecho de tomar como objetivo militar a los medios de comunicación fue duramente criticado por la prensa y por las organizaciones pro Derechos Humanos. El secretario general de la Federación Internacional de Periodistas, Aidan White, sugirió que "debería haber una investigación internacional que aclarase si este bombardeo viola o no la Convención de Ginebra". White dijo a la Agencia Reuters (26-3-03) que "una vez más, vemos a los dirigentes políticos y militares del mundo democrático, tomando como objetivo una cadena de televisión, simplemente, porque no les gusta el mensaje que emite"..
La Convención de Ginebra prohibe el bombardeo de instalaciones civiles -sean de propiedad estatal o no- a no ser que estén siendo usadas con propósitos militares. Amnistía Internacional advirtió (26-3-03) que el ataque podría haber sido un "crimen de guerra" y puso énfasis en que bombardear una estación de televisión "simplemente porque está siendo utilizada con propósitos propagandísticos" es ilegal de acuerdo con la legislación internacional. "La responsabilidad", dijo Amnistía, recae en "las fuerzas de la coalición" que tienen que probar "el uso militar de la estación de televisión y, si ese fuese el caso, mostrar que el ataque tuvo en cuenta el riesgo para la vida de los civiles"..
Además, Human Rights Watch afirmó (26-3-2003) que sería ilegal tomar como objetivo la televisión Iraquí basándose en su valor propagandístico. "Aunque el detener a la propaganda enemiga pueda servir para desmoralizar a la población iraquí y para minar su apoyo al gobierno", dijo HRW, "ninguno de estos propósitos ofrece la ventaja militar "concreta y directa" necesaria bajo la legislación internacional para hacer de instalaciones civiles de radio y televisión legítimos blancos militares"..
No obstante, algunos periodistas estadounidenses no han mostrado mucha preocupación ante los ataques contra los periodistas iraquíes. Antes incluso de los bombardeos, muchos se mostraban ansiosos de saber porqué las instalaciones de radio y televisión no habían sido atacadas aún. John Gibson, de la Fox News Channel, se preguntaba (24-3-2003):.
"¿Deberíamos deshacernos de la televisión iraquí? Y el también periodista de la Fox, Bill O'Reilly (24-3-03) estaba de acuerdo: "Yo creo que deberían haber eliminado la televisión, la televisión iraquí… ¿Por qué no han derribado las torres de televisión iraquíes?"..
El corresponsal de la MSNBC David Shuster ofreció: "Un montón de interrogantes acerca de por qué se le permite a la televisión estatal seguir emitiendo. Después de todo, la coalición sabe dónde están localizadas aquellas torres de emisión". En la CNBC, Forrest Sawyer, ofreció alternativas tácticas al bombardeo (24-3-03): "Hay operarios allí dentro. Se podría actuar mediante el sabotaje, y apoderarse del edificio, de la torre"..
En la cadena de información nocturna NBC (24-3-03), Andrea Mitchell hizo notar que "para sorpresa de muchos, los Estados Unidos no han derribado los cuarteles generales de la televisión iraquí". El informe de Mitchell advertía que "los oficiales estadounidenses dicen que los cuarteles de la televisión están en un área civil y que bombardearlos enardecería después al mundo árabe y, además, los Estados Unidos necesitarán las estaciones de televisión para hacer llegar sus mensajes una vez que la coalición tome Bagdad. No obstante, permitiendo que la televisión iraquí continúe emitiendo se le otorga a Saddam una gran herramienta para mantener su régimen intacto". Pero Andrea Mitchell no presentó la Convención de Ginebra como una razón para no bombardear un medio de información..
Cuando la instalación fue bombardeada, algunos reporteros expresaron su satisfacción. Aaron Brown de la CNN (25-3-03) resaltó que "mucha gente se preguntaba porqué se le había permitido a la televisión iraquí seguir emitiendo, porqué la coalición permitió a la televisión iraquí continuar en el aire tanto tiempo como lo hizo". El corresponsal de la CNN Nic Robertson parecía defender el ataque, al decir que bombardear la estación de televisión "restará una herramienta muy importante al líder iraquí -la de mostrar su cara, dando sus mensajes al pueblo iraquí, y diciéndoles en definitiva que aún tienen el control". Es importante hacer notar que la propia CNN, al igual que otras cadenas de noticias estadounidenses, proporcionan precisamente todas esas funciones al gobierno de los Estados Unidos..
El reportero del New York Times, Michael Gordon, apareció en la CNN el 25-3-03 para justificar el ataque: "Y personalmente, yo creo que la televisión, basándome en lo que he visto de la televisión iraquí, con Saddam Hussein presentando propaganda a su pueblo, mostrando un helicóptero Apache y clamando que un granjero lo derribó y tratando de persuadir a su público de que seguía al mando, cuando nosotros estamos tratando de enviar exactamente el mensaje opuesto, creo, que fue un objetivo apropiado"..
Según el New York Times (26-3-03), el periodista de la Fox John Gibson había ido tan lejos como para dar crédito al bombardeo de la televisión iraquí, con lo cual nos decía que: "el criticismo de la Fox respecto a permitir a Saddam que hablase con sus ciudadanos y les mintiese ha tenido un efecto". El reportero de la Fox Major Garrett declaró (25-3-03) que "ha sido una persistente pregunta aquí la de porqué [la televisión iraquí] continuaba emitiendo"..
Dadas semejantes actitudes, quizá no sea muy sorprendente que las discusiones acerca de la legalidad de atacar la televisión iraquí hayan sido raras en los medios convencionales de los Estados Unidos. Sin embargo cuando la Casa Blanca acusó a Irak de violar la Convención de Ginebra, por emitir las imágenes de los prisioneros de guerra estadounidenses, los media se adhirieron con entusiasmo al asunto de la legislación internacional. Es una vergüenza que los medios de comunicación estadounidenses no le hayan aplicado las mismas medidas al gobierno de los Estados Unidos.