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No a la Guerra

26 de marzo del 2003

Todos los fuegos, el fuego

Miguel Ángel Ferrari
Hipótesis

Finalmente el fuego comenzó a derramarse sobre los habitantes de las riberas del Eufrates y el Tigris. Esta cuna de la civilización, es el escenario elegido por los terroristas de Washington para hacer girar hacia atrás la rueda de la Historia. Una tarea similar a esta fue emprendida en el siglo pasado por el nazifascismo, con su argumento de espacio vital para la raza superior y su aspiración mesiánica a mil años de gloria..
La soberbia blindada del ultrarreaccionario fundamentalismo cristiano, aliado a lo más retrógrado del pensamiento derechista del sionismo, instalados en la Casa Blanca gracias al fraude electoral, está sembrando la muerte y la destrucción entre la población civil de la República de Irak; está demoliendo sus edificios, sus templos, sus casas, sus lugares históricos (patrimonio de la humanidad), al tiempo que -con su accionar ilegal, ilegítimo e inmoral- está pulverizando hasta los cimientos el derecho internacional moderno, retrotrayéndolo más allá de 1648, año en que se celebró la Paz de Westfalia, luego de la guerra europea de los Treinta Años..
La humanidad está frente a un cambio de época. Aquel acuerdo que, en el siglo XVII diseñó en el territorio de lo que hoy es Alemania, el embrión de lo que hoy conocemos como la soberanía nacional o libre autodeterminación de los pueblos, está siendo arrojado al cesto de los desperdicios de la Historia, junto a los principios de la Revolución Francesa, a la declaración Universal de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas y a casi todos los tratados y acuerdos internacionales que -por otra parte- fueron desconocidos en los últimos años por quienes, con el mascarón de proa del criminal de guerra George Walker Bush, están ejerciendo realmente el poder en los Estados Unidos..
El fuego está quemando los palacios de Saddam Hussein, su dictador y aliado de los años ochenta; pero también -y fundamentalmente- está horadando los cuerpos de niños, ancianos, mujeres y hombres del pueblo, como se puede apreciar en los espacios de las grandes cadenas televisivas estadounidenses, donde se dice la verdad en dosis homeopáticas..
Por estos días se ha escrito y se ha dicho mucho sobre la actitud criminal del gobierno de los Estados Unidos y de los gobiernos de sus aliados falderos. Es muy difícil no caer en lugares comunes. Pero uno de los rasgos distintivos de esta escalada, han sido las sucesivas falsedades esparcidas desde los más altos escalones del poder imperial. Joseph Goebbels, el ministro de la Propaganda del régimen nazi solía decir que había que repetir una mentira tantas veces como fuera necesario hasta transformarla en verdad..
Los aprendices avanzados de Hitler instalados en la Casa Blanca y en el Capitolio han superado ampliamente las enseñanzas de sus maestros: transforman las mentiras en verdades y sobre esas verdades falsas construyen otras mentiras que a fuer de repetirlas las tornan creíbles, para seguir hasta el infinito (ayudados por la exorbitante maquinaria mediática) construyendo verdades de dudosa calidad..
Estas mentiras tomadas en particular, como -por ejemplo- las proferidas por el secretario de Estado, Colin Powell, sobre las vinculaciones de Al Qaeda con el gobierno de Bagdad. Resultan muy fáciles de desarticular por lo burdas y desprolijas. Pero como a los modernos goebbels esas inconsistencias no les preocupan, las dan por ciertas y sobre ellas siguen avanzando. Primero hicieron hincapié en la necesidad de desarmar a Iraq de su arsenal de artefactos de destrucción masiva y cuando esos pasos se estaban cumpliendo dijeron que ello era falso, a despecho de los informes de los inspectores destacados por las Naciones Unidas. Cuando Irak comenzó a destruir sus misiles cuyo alcance superaba los 150 kilómetros permitidos, dijeron que eso era insuficiente. Cuando tantas mentiras fueron insultando a la inteligencia del planeta (como diría Galeano), directamente hablaron con media verdad: "de lo que se trata es del cambio de régimen" y finalmente, cuando el miércoles 19 ya estaban a las puertas de la invasión, el secretario de Defensa (que pareciera ser el presidente), Donald Rumsfeld, cargó diciendo que aunque Saddam Hussein renunciara las tropas entrarían igual a territorio iraquí..
No vaya a ser cosa que ante la renuncia del gobernante iraquí, el pueblo se dé un gobierno de carácter popular que, entre otras cosas, se le ocurra pensar que el petróleo -por ejemplo- es patrimonio de los iraquíes y no de las petroleras anglo- norteamericanas: Exxon-Mobil, Chevron-Texaco, British Petroleum y Royal Ducht Shell, más conocidas como las cuatro hermanas..
En una excelente humorada, los pacifistas estadounidenses se preguntan: "¿por qué Dios colocó nuestro petróleo debajo de las arenas de Irak?" .
Esta gravísima situación, que para los seres humanos comunes y corrientes tiene una lectura eminentemente ética, de allí las grandes movilizaciones en todo el orbe, que están ganando las calles en nombre de la paz y de la dignidad de todo el género humano, haciendo trizas -en los hechos- el perverso pensamiento único del neoliberalismo, para el cual la aspiración superior es el éxito y no la verdad o la justicia, tiene otra lectura para quienes se sustentan en esos valores corruptos o disvalores..
Veamos un simple ejemplo: cuando los misiles crucero y los aviones de combate comenzaron a regar de fuego las ciudades, ensangrentando a los habitantes de Iraq, los mercados de valores comenzaron a cotizar sus acciones en alza. La metralla y la muerte de sus semejantes estimuló a los inversores. El mercado ese dios capitalista que todo lo rige, comenzó a actuar como esos dioses mayas o aztecas que se complacían con el sacrificio humano. El comportamiento de las bolsas, que tanto atrae a algunos analistas para comprender la marcha de la política, nos puso nítidamente ante la esencia del capitalismo, en su etapa neoliberal, concentradora e hiperfinanciera: cuando se llega a situaciones límite el comportamiento del capitalismo tiende a la barbarie..
¿Qué era la Alemania nazi, sino capitalista? .
La globalización neoliberal que tomó alas con la implosión de la Unión Soviética, esa sociedad creada por los trabajadores, enajenada luego por la burocracia y finalmente apropiada por esa burocracia transformada en mafia, no se expandió alegremente mediante la acción de la mano invisible del mercado. La mano del mercado, no sólo fue bastante visible, sino que -además- empuñó armas de última generación. Tal fue el caso de la invasión a Yugoslavia en 1999 que, con la excusa de proteger a los kosovares, demolió Belgrado y con ella a un gobierno corrupto como el de Milosevic, pero indócil respecto de los intereses del Imperio en la región..
La agresión a Yugoslavia, con su secuela de muerte y destrucción, facilitó el camino para el trazado de una nueva ruta del petróleo procedente del Mar Caspio. Es la que pasa por Burgas, puerto búlgaro del Mar Negro (¿recuerda cómo votó el representante de Bulgaria en el Consejo de Seguridad?), el territorio de Macedonia y el puerto albanés de Vlore en el Adriático..
La invasión a Afganistán, con la excusa de atrapar a Bin Laden, posibilitó despejar la ruta del petróleo en el corazón de Asia central, avanzando en la construcción del oleoducto que trasladará el crudo de Turkmenistán, pasando por Afganistán, hasta desembocar en los puertos pakistaníes del Mar Arábigo..
El objetivo estadounidense en estos dos casos, consiste en marginar a Rusia y a Irán de esas rutas petroleras. Simultáneamente estas acciones les permitieron incluir vastas regiones en el área de libre comercio mundial..
La agresión genocida que, en estos precisos momentos, está llevando adelante la coalición anglo-norteamericana en Irak, tiene propósitos similares a las anteriores invasiones, pero corregida y aumentada. En este caso se trata del país poseedor de las segundas reservas petrolíferas, luego de Arabia Saudita, que -a su vez- dispone de una ubicación más que estratégica, de una verdadera cuña en Eurasia, desde donde poder controlar a Irán hacia el este, para proseguir su avanzada hacia el oriente asiático (para ello el gobierno títere de Afganistán es una pieza clave); para controlar hacia el norte a las repúblicas ex soviéticas y a la misma Federación Rusa. La ocupación de Irak se constituye -también- en un elemento de control hacia el oeste, hacia la propia Europa. Y, como si todo esto fuera poco, un Estado vasallo del Imperio en Medio Oriente, adquiere un valor altamente estratégico para controlar al corrupto reino de Arabia Saudita y su posible desestabilización, y respaldar a Israel, el aliado principal de Washington en la región..
En el plano económico, no hay que dejar de mencionar que esta agresión incalificable, tiene entre otros objetivos desactivar y -si fuera posible- destruir a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), y con ella el muy probable peligro de que el euro se instale como la moneda internacional para el comercio del crudo..
Pero, para hacer girar hacia atrás la rueda de la Historia, no es suficiente contar con las armas más sofisticadas de todos los tiempos, es necesario contar con la adhesión, el consenso o -por lo menos- la indiferencia de los pueblos y la mayoría de los gobiernos del mundo. La guerra se podrá ganar, más o menos dificultosamente, con las armas de alta tecnología; pero la paz que siempre sobreviene a las guerras, esa paz que la mayoría de las veces es una paz injusta, como la Pax Romana o la paz de los cementerios, no se puede imponer en contra de la voluntad de las mayorías durante mucho tiempo..
¿Quien regirá la paz de esta posguerra? El derecho internacional, las Naciones Unidas. O la regirá el Pentágono ejerciendo la dictadura instalada el 11 de setiembre de 2001..
¿Durante cuánto tiempo se extenderá esta tiranía universal? Esto dependerá -como ocurre con las dictaduras nacionales- de cómo los sectores que la enfrenten en todo el planeta articulen sus esfuerzos para derribarla..
¿Qué no será fácil? No les quepa la menor duda. Pero no será imposible, aunque para ello haya que apelar a una política de alianzas muy amplia..
La vanguardia de esta lucha antitotalitaria ha sido tomada por los pueblos. Los pueblos de todo el mundo, que han salido a las calles con un alto espíritu democrático y con un profundo sentido antineoliberal. El éxito de la convocatoria del Foro Social Mundial de Porto Alegre lo pone de manifiesto..
Esta lucha por la paz y por el retiro inmediato de las tropas invasoras, tendrá que acrecentarse. Por otra parte, no hay que descartar alianzas con aquellos gobiernos con los cuales no se comparten muchas de sus políticas, pero que han manifestado una actitud independiente respecto del Imperio, como es el caso de Francia, de Alemania, de la Federación Rusa y de la República Popular China..
El canciller cubano, Felipe Pérez Roque, en su reciente intervención ante la Comisión sobre Derechos Humanos de la ONU que se celebra por estos días en Ginebra, preguntó: "¿No resultan realmente alentadoras las enormes movilizaciones que en todo el planeta se oponen hoy a una guerra innecesaria e injustificable contra Iraq, como siguen oponiéndose a la imposición del modelo neoliberal en un mundo globalizado que empobrece a nuestros países y les impide soñar con el desarrollo? ¿Acaso la valiente posición de Francia y otros países no permite considerar con optimismo la posibilidad de un mundo regido por el derecho y no por la guerra?" .
Aunque la tarea no será fácil, los pueblos y los gobiernos respetuosos del derecho internacional, no deberán dejar de bregar hasta que la Casa Blanca deba retroceder en sus propósitos..
El mejor tributo al derecho internacional sería ver a los integrantes de esta banda de delincuentes instalada en Washington, sentados en el banquillo del Tribunal Penal Internacional, acusados por lo que realmente son: criminales de guerra..
Nota emitida en el programa radial "Hipótesis", LT8 Radio Rosario, República Argentina, el lunes 24/03/03. Publicada en el sitio www.hipotesisrosario.com.ar