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No a la Guerra

27 de marzo del 2003

Crónica de los brigadistas: séptimo día del ataque

Comité de Solidaridad con la Causa Arabe

Bagdad/Madrid, 26 de marzo de 2003. EEUU intensifica la estrategia planificada de provocar terror entre la población civil de Iraq. Trece civiles muertos y decenas de heridos son las últimas víctimas conocidas en Bagdad de los ataques "precisos" y "quirúrgicos" lanzados esta mañana, a pleno día, entre las 11.00 y 11.30 hora local, en el barrio popular de Sa'ab, en la periferia norte de Bagdad, y al que se han desplazado los brigadistas al recibir la noticia del ataque. Este barrio, que ya fuera bombardeado hace dos días por la aviación estadounidense provocando heridos, ha sido hoy nuevamente el objetivo de dos misiles lanzados contra la gran autovía de dos sentidos y varios carriles que conecta la capital de Iraq con las ciudades de Kirkut y Mosul, en el norte y que es una de las más transitadas en el interior de Iraq. La circulación ha quedado interrumpida y la comunicación vial cortada.

Ataque contra instalaciones civiles

El impacto causado por los dos misiles estadounidenses ha abierto dos cráteres profundos que abarcan los 200 metros de diámetro que mide la carretera en su ancho. Los misiles no han impactado directamente en ninguno de los edificios ubicados a ambos lados de la carretera pero la onda expansiva provocada por su impacto ha creado una enorme explosión y una bola de fuego que ha calcinado las casas y comercios que discurren en paralelo a ambos lados de la carretera, en lo que forma parte del núcleo urbano del barrio así como más de una veintena de coches aparcados a los lados de la vía. Algunos vehículos han volado por los aires traspasando las calles laterales.

En medio del barro y de la lluvia marrón que caía a esa hora sobre Bagdad, "las imágenes de casas destrozadas y de la gente moviéndose entre las ruinas a ambos lados de la carretera entre el horror y el estremecimiento era una escena dantesca y terrible".

A la derecha en dirección norte, el garaje situado en los bajos de un edificio ha ardido por completo en llamas; al otro lado, a la izquierda, los muros de las casas y los comercios han quedado totalmente doblados, las ventanas desencajadas y sus puertas calcinadas en un amasijo de hierros carbonizados. Las tuberías reventadas han causado la inundación de los inmuebles afectados.

La visión del alcance de los daños provocados por el ataque estadounidense, además de la noticia de los primeros trece muertos hallados entre escombros y las decenas de heridos ha sobrecogido a todos los miembros de la Brigada, particularmente cuando se les ha mostrado una cajita que contenía el resto de una parte del cerebro de una de las víctimas de esta agresión.

Abdala Attay, propietario una de las viviendas más dañadas por el ataque, ha enseñado a la Brigada su propia casa en la que habitaba hasta hoy con los cinco miembros de su familia, entre ellos niños, y de cuyo paradero no podía dar cuenta todavía. Su casa ha quedado derruida en toda la fachada que da a la carretera y el resto de los muros se han combado por efecto de la onda expansiva. Las tuberías han reventado y el agua ha inundado la vivienda destrozando muebles, ropa y enseres. Un coche ha saltado literalmente desde la calle delantera a la de atrás cuando se ha producido el impacto de uno de los misiles.

Ahmad, vecino del barrio de Sa'ab, ha indicado a los brigadistas que en la zona no hay ninguna instalación militar ni edificios institucionales, como después han podido comprobar. Entre la indignación y el pavor, Ahmad comentaba: "ayer Bush volvió a decir en un discurso que los bombardeos iban dirigidos a objetivos precisos: aquí está el objetivo preciso. Esta es la democracia que nos quiere traer Bush" .

Bombardeo nocturno contra la TV iraquí

Ayer noche, los brigadistas pudieron escuchar desde su refugio la fuerte explosión de tres misiles en las proximidades del barrio donde habitan. Esta mañana han sabido que el ataque estadounidense se dirigió al edificio que alberga la TV iraquí, situado en la margen derecha del río Tigris y en una zona plenamente urbanizada y habitada por población civil. El servicio de emisión quedó interrumpido aunque se ha reestablecido a lo largo de la madrugada. Los brigadistas han comprobado in situ que el impacto de los tres misiles estadounidenses ha causado, además de fuertes daños al edificio de la TV, la destrucción completa de otro edificio situado al otro lado del río, junto al Puente Al Ahdar, donde se ubicaban las oficinas de administración de la Compañía Eléctrica Nacional.

Los brigadistas han vuelto a reiterar en su crónica de hoy que el sobrevuelo de aviones de combate y cazabombarderos estadounidenses se mantiene de forma permanente sobre Bagdad en lo que constituye una táctica de crear alerta y ansiedad permanente entre sus población civil para amedrentarlo. Igualmente, los ataques con bombas y misiles se producen intermitentemente a cualquier hora del día y de la noche. Hoy, como todos los días y desde primera hora de la mañana se han seguido escuchando deflagraciones en diferentes puntos de la ciudad. Los bombardeos no solo se suceden por las noches sino que sorprenden a los habitantes de Bagdad en cualquier momento, a la luz del día y en cualquier lugar. Esta mañana, cuando la Brigada visitaba el barrio de Bab Ma'adam y sus integrantes conversaban con los vecinos en el mercado mientras hacían sus compras, se ha vuelto a escuchar el sonido de explosiones muy cercanas, generando la alerta inmediata entre las personas que transitaban alrededor del mercado y quebrando nuevamente el ya alterado ritmo de la vida cotidiana que a pesar de la invasión militar y de las bombas tienen que seguir haciendo todos los habitantes de Iraq.

(Como cada día, los medios de prensa que comparten alojamiento con los brigadistas, los corresponsales de La Vanguardia, El País, ABC, RNE, Colpisa y la Cope, además del equipo de ETB adscrito como brigadista, han sido invitados a compartir las actividades planificadas por la Brigada para el día de hoy. Al igual que nuestros compañeros y compañeras, estos corresponsales han podido comprobar personalmente los hechos que se narran en esta crónica).