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RECUERDOS

Aniversario de la liberación de Mauthausen

El estado español tarda 60 años en acudir a Mauthausen a recordar a las víctimas del horror nazi


Luis García
Rebelión

La noticia de la participación del presidente del gobierno Rodríguez Zapatero en los próximos actos en conmemoración de la liberación del campo de exterminio de Mauthausen [el próximo 8 de mayo] es, sin duda, una excelente noticia. Pero la forma en que se está dando a conocer contiene notables errores que no pueden menos que ser entendidos como manipulación interesada o como prueba de una lamentable incompetencia profesional. Especialmente grave es la forma en la que el diario El País ofrece la noticia.

El titular muestra ya inicialmente la manipulación. Así, «El País», titula «La bandera constitucional ondeará junto a la republicana en el campo de Mauthausen».

Pero además de la cuestión de las banderas y la forma en que se titula, la noticia en sí misma, más allá de cómo es ofrecida, denota cuestiones más graves que intentaremos señalar.

En primer lugar: la cuestión de las banderas, No es lo mismo bandera constitucional que vigente sobre el territorio. Lo cierto es que la bandera de la España constitucional ondeó en Mauthasen desde su liberación hace 60 años. Era la única bandera constitucional que España tenía y era la de la República Española, cuyo gobierno e instituciones parlamentarias en el exilio se mantuvo hasta 1977, no estuvo vigente sobre el territorio español desde 1939 pero evidentemente era la referencia moral de toda la España democrática y antifascista. La actual bandera vigente de forma oficial en el Estado Español y que también recoge valores democráticos expresados constitucionalmente, solo es constitucional a su vez desde 1978, y desde esa fecha hasta 2005 la «flamante» España de la Transición ha estado ausente en el recuerdo y el homenaje a las víctimas de la deportación nazi. La noticia es otra, sencillamente: «El estado español democrático tarda 27 años en acudir a Mauthasen a recordar a las víctimas del horror nazi», o incluso: «Dos banderas constitucionales ondearán juntas en Mauthausen», pero «El país» prefiere continuar en el desprecio a la memoria republicana.

En segundo lugar, la visita del presidente Rodríguez Zapatero se produce mientras su gobierno no ha tomado absolutamente ninguna medida para procesar a los responsables de la deportación a los campos de exterminio de decenas de miles de españoles antifascistas. No se trata solamente del reciente fallecimiento en plena impunidad del ex.ministro Serrano Suñer, responsable político directo de la deportación, sino también de las inexistentes actuaciones contra los miembros del régimen franquista y su policia secreta que colaboraron con la Gestapo en el asesinato, deportación y exterminio de miles de miembros de la resistencia en España y Francia. Es más, la linea defendida por el gobierno y su partido pasa por establecer una equidistancia imposible e hipócrita entre víctimas y verdugos como demuestran las invitaciones y honores en actos oficiales a los veteranos de la División 250 de la Vhermacht promovidos por el actual Ministro de Defensa sr. Bono. La presencia el día de la Fiesta Nacional, 12 de Octubre, en forma destacada y simbólica de quienes vistieron de forma voluntaria el uniforme de los verdugos nazis en una acto militar es algo en absoluta contradicción con el homenaje a las víctimas en Mauthausen. Nos preguntamos si en la delegación oficial española acudirá también el ministro sr. Bono y algún representante de la División Azul vestido con su antiguo uniforme y las Cruces de Hierro concedidas por Adolfo Hitler; sería un momento excelente para que el sr. Ministro escogido por el sr. Rodríguez Zapatero ofreciera a los supervivientes del Holocausto un discurso sobre la necesidad de no reabrir heridas y predicar el olvido y la impunidad a los genocidas.

En tercer lugar, es vital destacar la situación de olvido y de apoyo institucional que mantienen las organizaciones de supervivientes de la deportación, mientras organizaciones como la Fundación Francisco Franco —que justifican el genocidio llevado a cabo por la dictadura y las deportaciones nazis—, son todavía legales y reciben millones de euros en subvenciones públicas. Mientras en Alemania y Austria, estados democráticos, se pagan pensiones a los deportados y las empresas que se beneficiaron del trabajo esclavo lo han hecho igualmente, en España, decenas de miles de antiguos presos y trabajadores forzados son olvidados, mientras las empresas y las grandes fortunas que se enriquecieron con su humillación o su muerte están a salvo. Homenajes a las víctimas en Austria, impunidad para los verdugos en España, esa y no otra es la práctica real del gobierno de Rodríguez Zapatero.

Finalmente, debe destacarse que la indudable sensibilidad del presidente sr. Rodríguez Zapatero en estos asuntos resulta chocante, vista la línea de su gobierno para promover acciones de contención de las organizaciones pro-Defensa de la memoria histórica, combinando supuesto diálogo y «concesiones» menores, con mantenimiento de la impunidad de los verdugos. Una «contención» que busca desactivar la Memoria Histórica antifascista que pugna por abrirse paso. No basta con proceder de un medio familiar democrático y no fascista, como fue el caso de los anteriores dirigentes del PSOE, sres. González y Guerra, sino de tener el coraje político y los valores democráticos para superar de una vez la hedionda herencia de la Transición que impuso la impunidad, y poder afrontar el futuro en paz y libertad con el emocionado recuerdo siempre vivo de quienes en el pasado supieron luchar por su libertad y la nuestra. Algo que quienes acuden a Mauthausen desde hace 60 años en recuerdo de los que allí murieron, aplaudirían sin dudar.