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Documentos de Luis Mattini

Sobre "Toni Negri y los desafíos de ‘Imperio’"
COMENTARIO SOBRE EL ESCRITO DE UN VOIYER

Por Luis Mattini  / La Fogata
arnolkremer@lafogata.org

Un nuevo custodio de la pureza del "marxismo-guevarismo". se asume salvador de las almas y los cuerpos de los muchachos y muchachas, "inexpertos en política y faltos de información", que hicieron el 19 y 20 de diciembre argentino. Jóvenes que en su inocencia y castidad, corren el peligro de encontrar en las teorías de Antonio Negri la explicación de sus propios actos y aliento para la lucha (lo que, de ser así, en todo caso no es poca cosa).
A los muchachos les falta "información" (Yo creía haber aprendido que el culto a la "información" es uno de los elementos claves de la dominación capitalista), no saben quién es y qué hizo Antonio Negri. Cuando lo sepan, cuando la verdad sea revelada gracias a la sagacidad y sobre todo a la información brindada por Néstor Kohan en "Toni Negri y los desafíos deImperio’", abandonarán esos delirios libertarios y se encarrilarán por la senda trazada por la luminosidad del marxismo-engelismo-leninismo-trotskismo-guevarismo-fidelismo…kohanismo. El camarada Kim Il Sung, estaría orgulloso de este alumno porteño.
Yo no voy a polemizar con el ciudadano Kohan sobre el texto "Imperio",(el libro cuestionado) porque utilizamos lenguajes distintos y sería imposible entenderse. El habla el idioma de la Academia y yo, como Negri y como esos muchachos "desinformados", hemos aprendido al fin a hablar el lenguaje de la vida, el cual a veces también se plasma en libros. Pero para saber leerlos hay que haber vivido o por lo menos estar dispuestos a vivir, abrirse al asombro, a la pasión de la creación, rescatar el artista que hay en cada hombre y mujer que se lanzan a devorar el futuro en el presente. Un día de acción vital de los motoqueros les da mayor capacidad de percepción que años de academia muerta.
Insisto, me niego a discutir Imperio o cualquier texto de Negri con Néstor Kohan. Por lo tanto tampoco voy a leer su manual de salvación. Sólo me propongo aquí un comentario sobre lo insólito de su punto de partida y, sobre todo una defensa de la militancia de Antonio Negri y su supuesta "trágica derrota", (militancia y "derrota" que he compartido) Este punto de partida está publicado en la web La Fogata, por el propio Kohan, texto que luce esa notoria modestia que ha hecho fama a los argentinos en América Latina.

1.- Eurocentrismo: Negri es nacido en Italia, digamos que italiano por acta de nacimiento; Kohan y yo hemos nacido en un sitio creado y bautizado Argentina, un Estado Nacional construido por nosotros, no por los pueblos originarios, a quienes se lo impusimos sin pedirles permiso y a sangre y fuego. Mis ancestros son asturianos, italianos, alemanes y aborígenes (buena mezcla decía mi abuelo, un tano casado con una criolla, mi abuela, hija de tobas). Néstor Kohan, en cambio, parece querer decir que él es descendiente de aborígenes, aunque su apellido no suena a Mapuche precisamente. No sabemos si al menos se molestó en aprender guaraní, quechua o alguna de las mil lenguas originarias de América. En cambio, dada su formación académica, debo suponer que sabrá alguna otra lengua europea, además del español, el que también es de origen europeo, creo. Pero, más allá de hablar de un "nosotros" desde el castellano, el cristianismo y el marxismo (tres cosas también europeas) creo recordar que el marxismo se caracteriza precisamente por oponerse a los nacionalismos (ese invento fundamental de Europa, que supimos construir aquí mejor que allá) ¿Internacionalismo proletario le decían? Si algo es evidente es que Negri está más allá de las fronteras nacionales, como lo estaban Marx y Engels.
Reconozcamos que por los menos Néstor Kohan se disculpa de recurrir a Europa: "Por razones editoriales, este pequeño libro fue impreso originariamente en España, pero fue escrito y pensado en Argentina.", aclara sin desconfiar del eurocentrismo del editor.
Desde luego, ni Kohan ni yo podemos hacernos cargo del genocidio de Rosas y Roca (ambos nada europeos, más argentinos que nosotros, por cierto, patricios les decían ¿No?) pero cuando se rescata la formación del Estado Nacional como un "progreso" me pregunto si no se es cómplice indirecto de la matanza, porque no conozco casi un Estado Nacional que no se haya formado
a sangre y fuego.

2.- Elogios del Diario La Nación: Kohan dice que casi nadie prestó atención al hecho de que La Nación elogiara el libro Imperio. No es cierto que nadie prestó atención, casi todas las criticas de los hegelianos hicieron hincapié en el hecho, como así también que el libro tuviera tanta aceptación en EE.UU. Entre los "casi" estaban personas serias y muy conocidas, como Rubén Dri y Atilio Borón quienes no se privaron de comentarlo.
Lo importante, en todo caso, es ese cretinismo mental de descalificar primero al autor y las circunstancias para armarse a criticar la obra.
Con respecto a ese maniqueísmo recuérdese "El enemigo de mi enemigo es mi amigo" Frase célebre de Ben Gurión, tomada por todos los gestores de los Estados Nacionales en defensa de los intereses de Estado, que ha justificado las alianzas más criminales. Néstor Kohan invierte el dicho con igual sentido: Si mi enemigo pondera a alguien, ese alguien pasa ser mi enemigo. Si el diario La Nación dice que es bueno, quiere decir que es malo. Así piensan nuestros académicos…igual que nuestros militares.
Veamos si no; durante la dictadura de Ongania, en las Naciones Unidas se pidió un minuto de silencio en homenaje al gran pensador Karl Marx: rusos, norteamericanos, italianos, israelíes, cubanos, el Vaticano, todos los presentes se pusieron de pie…salvo el delegado argentino que se retiró de la sala. El New York Times comentaba al día siguiente "Argentinos más papistas que el Papa".
(Por suerte tenemos un genio como Quino: en una oportunidad Mafalda deseaba con todas sus fuerzas que Fidel Castro declarara que la sopa era buena, para que en la Argentina la prohibieran)
José Martí escribía en La Nación. (Kohan no lo sabe quizás porque en aquel tiempo no se ocupaba del Che y Cuba sino de Stalin y Moscú) ¿Publicaría poesías el apóstol cubano? No señor, el 2 de setiembre de 1886, publicó una crónica sobre los juicios a los anarquistas en Chicago –los condenados a quienes recordamos el primero de mayo– que no se diferencia en casi nada de la postura de nuestro Miguel Cané cuando propuso la "Ley de Residencia".
Rubén Darío poeta nicaragüense, amado por los sandinistas, publicaba en La Nación. ¡Flor de oligarca el hombre!
Nuestro gran San Martín, el hombre que –como el Che– fue capaz de renunciar al poder después de haber liberado medio subcontinente, fue acusado de espía cuando llegó a esta tierra en una nave inglesa.
Lenin fue tildado de agente alemán cuando cruzó Europa en un tren blindado del Kaiser para incorporarse a la revolución rusa.
León Trotsky fue acusado por Quebracho (Liborio Justo) de "agente norteamericano" por escribir en un diario burgués de los EE.UU.
Jorge Luis Borges era ferviente republicano cuando la Guerra Civil Española. Nuestro genial Julio Cortázar, hombre que se jugó entero por la revolución latinoamericana, había sido simpatizante del franquismo.
Mariano Grondona dijo una vez que el Che fue, a su modo, un gran hombre, alguien que como Cristo luchó por sus ideales. ¿Qué habrá hecho Guevara para semejante elogio?
Hitler gustaba de la música de Wagner y por tanto éste genio universal pasó a ser, además de antisemita, un mal músico.
Santucho, que tampoco era perfecto, consideraba al cantor Argentino Ledesma mejor que Gardel. De ahí el enfrentamiento interno en el PRT con Sergio Domec un tanguero de pura cepa.
La dictadura argentina fue a buscar apoyo a Cuba cuando las Malvinas. Fidel se abrazó con Camilón, el representante de la Dictadura. ¿Quién fue el traidor?

3. La militancia de Negri: Dice Kohan: "La primera parte del volumen aborda la trayectoria política del pensador italiano, reconstruyendo aquel itinerario que lo llevó desde la izquierda radical y extraparlamentaria de los años '60 hasta su posterior inserción en la Academia francesa. Una trayectoria que tiñe en forma inconfundible el balance de Imperio. No obstante, esta transmutación ideológica, que tanto le debe a los avatares políticos italianos, resulta completamente desconocida o soslayada por los grandes monopolios de la comunicación. Esos mismos que, en Argentina, lo celebran con bombos y platillos sin conocer a fondo ni preguntarse ¿quién es realmente Negri? Para ellos, el principal autor de Imperio (pues Michael Hardt constituye su discípulo) es, apenas, un simpático y exótico "profesor". Ese carácter académico lo convierte, todavía más, en alguien digerible y "potable" para la cultura oficial"…
"Por eso, en Toni Negri y los desafíos de «Imperio» se insiste tanto con la fuente militante que nutrió y marcó al joven Negri y con la trágica experiencia de la derrota italiana. Aquella que, lamentablemente, se deja traslucir en sus mutaciones ideológicas de madurez."
¿Que quién es realmente Negri? Intentaré ordenar lo dicho por el propio Kohan. Una trayectoria política en medio de avatares políticos italianos que resulta "altamente desconocida"…exagerado este chico, o bien manifiesta su propia ignorancia que, más que ignorancia es negación. La negación de una izquierda que siempre niega todo aquello que no puede comprender y menos controlar. Negó al peronismo por "fascismo", a Fidel Castro por "demócrata pequeño burgués", al Che por "aventurero", a todo el movimiento mundial de los sesenta y setenta, desde los hippies hasta los guerrilleros, como la expresión de la "pequeña burguesía desesperada", mientras que aquí, en pleno cordobazo, llamaban al "Frente Democrático" y allá, en pleno mayo francés, llamaban al "compromiso histórico".
Por otro lado, supongo que no pensará el joven Kohan que la Academia Francesa es más "reaccionaria" que la Argentina. o quizás piense así, después de todo hay quienes consideran al parlamento europeo, –el que financia no pocas actividades "progresistas" en nuestro país– es mejor que el argentino. Yo no creo para nada que sea así, los parlamentos burgueses son eso, parlamentos burgueses.
Negri viene, en efecto, (y supongo que él dirá "a mucha honra", de la izquierda radical extraparlamentaria italiana, –aclaremos– italiana, porque es italiano; pero no sólo "viene", sino que continúa en la radicalidad. Si a Kohan no le gusta dicha radicalidad porque es la misma que mantuvo durante diez años vigente en Italia el sesenta y ocho francés, y si prefiere la izquierda parlamentaria…es su gusto. Pero no puede descalificar una acción política, que, le guste o no, marcó a una generación, a nuestra generación y que precisamente, porque seguimos siendo radicales, no nos consideramos derrotados. Y, al igual que Gramsci que repensó y escribió desde la derrota porque no estaba derrotado, nosotros podemos intentar repensar porque la derrota no nos derrotó. (Aclaro, por si acaso, que no uso el término "revolucionario" porque al fin comprendí qué quería decir el Che cuando afirmaba "revolucionarios son los que hacen la revolución")
Evidentemente quien sin ningún lugar a dudas nunca sufrió una derrota es Nestor Kohan, porque nunca se lanzó a la aventura. Las personas serias no sufren derrotas puesto que están armadas de una teoría infalible que ellos llaman marxismo (con una serie de adjetivos según los gustos), que les permite no lanzarse a la batalla hasta que no estén aseguradas todas las condiciones. Marx les había enseñado: "es criminal jugar a la insurrección" y ellos son buenos alumnos. Antonio Negri, el Che, Santucho, nosotros, los motoqueros, no lo sabían, no lo sabíamos, o fuimos malos alumnos, para colmo Kohan no nos avisó a tiempo, y jugamos con fuego ¡Aventureros! ¡Y encima de todo insistimos en las aventuras!
Kohan no lo dice explícitamente pero de este texto es fácil colegir que él piensa que la "derrota italiana" se debe a la influencia de las ideas radicales (aventureras) de la época de la que el "joven" Negri es coautor. Así es como Kohan nos puede "informar" de eso que decía Marx, y de lo que pasó, pero él parece no poder pensar porque quizás sus saberes, que son muchos, todavía no los ha puesto en práctica y, por lo tanto, estaría en el periodo de preparación.(Creo que debería apurarse un poco, dejar de ser voiyer de la revolución, porque ya no es tan pibe) Negri, –que aún en el terreno de la erudición parece "saber" más que Kohan– es además, y sobre todo, portador de una experiencia que lejos de desautorizarlo para repensar (como lo desautoriza Kohan), hace que sea interesante conocer y discutir sus hipótesis sin prejuzgar en forma seudo freudiana sobre el perverso origen de las mismas.
En definitiva Kohan no discute –como correspondería a un pensador– qué es lo que se dice en "Imperio", sino quién lo dice. Por eso es imposible dialogar con él, porque afirma que sólo se puede entender "Imperio" si se conoce la biografía completa de Negri (Al yanqui lo desdeña como simple "discípulo")

Por suerte no todo es tan negativo. Néstor Kohan nos tira un cabo inteligente. El único párrafo sensato en la presentación de su libro:
"Es probable que la polémica que desató en Argentina y en el mundo la obra de Negri sea tan solo un síntoma que anuncia el inicio de algo nuevo: un renacimiento teórico de los grandes relatos y un resurgir, dentro de las ciencias sociales, de los grandes paradigmas emancipadores. Quizás su provocación tenga a largo plazo la virtud de ayudar a revitalizar el pensamiento crítico y a conjurar el malestar de la cultura filosófica contemporánea. Aunque esa meta se logre de forma indirecta, sobre la base de la crítica de los planteamientos de Negri"

¿Sabe qué, ciudadano Kohan? Sin conocer personalmente, a Negri, sin ser yo su discípulo, (por el contrario he polemizado con él) pero, como compañero de aventuras, creyendo conocer la impronta que dejan estas "aventuras" a las que me dedico y que antes llamaba con poca modestia militancia "revolucionaria", me atrevo a asegurar que de cumplirse eso que Ud. plantea como "probable", Negri estaría de lo más feliz. Sólo que creo que Ud, ciudadano Kohan, debería ponerse al día con respecto al "largo plazo"; ese pensamiento critico que desea ya hace buen rato que está conjurando el supuesto "malestar de la cultura filosófica contemporánea". Francamente no se cómo hace Ud., pero a mi no me alcanza el tiempo para participar activamente en todo este estimulante proceso de recreación que estamos viviendo.
Finalmente voy a recordar lo que para un académico es una perogrullada: había una vez allá por los siglos XVIII y XIX, un viejo materialismo que quedó estancado frente a las exigencias de la vida ¿Feuerbach, creo?¿No? Dicen los que cuentan, creo que un tal Engels (ya he leído por ahí que para Ud. hoy ya no es santo de su devoción, lo ha reemplazado por Martha Hackneker, pero de todos modos era un hombre que pensaba) escribe Engels que tuvo que venir a "provocar" un cristiano idealista, un tal Hegel (dicho sea de paso, europeo y no muy amigo de nuestros pueblos originales, caramba) el que, con su rescate de esa cosa mágica llamada "dialéctica", obligó a ese estancado materialismo a reaccionar. Le dio vida y de allí salió un sistema de creencias (el socialismo científico) en el que se inspiró directa o indirectamente todo movimiento revolucionario por casi dos siglos ¿Si le dimos chance a un cristiano idealista apologista del Estado Prusiano, por qué no le damos la misma chance –sin descalificación previa– de escuchar y debatir con Antonio Negri, un sencillo rebelde social que se esfuerza por pensar, que puso y pone el cuerpo en ese pensamiento?