VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Octubre 9, 2025
Volver al Listado Documentos de Noam Chomsky

12 de diciembre de 2001

�Hacia d�nde se dirige el mundo?


Noam Chomsky

Este texto es un extracto de la Lakdawala Memoria Lecture, pronunciada en Delhi � Noam Chomsky


El nuevo milenio ha comenzado con dos cr�menes monstruosos: los atentados terroristas del 11 de septiembre y la respuesta a los mismos, que a buen seguro se ha cobrado un n�mero mucho mayor de v�ctimas inocentes. Las atrocidades del 11 de septiembre se han considerado un acontecimiento hist�rico, y es cierto. Pero deber�amos dejar claro por qu�.Esos cr�menes representan quiz� el m�s devastador tributo humano instant�neo jam�s pagado, a no ser en la guerra. La palabra 'instant�neo' no deber�a pasarse por alto; es triste, pero cierto, que los cr�menes no son en absoluto infrecuentes en los anales de una violencia que se acerca mucho a la guerra. Las consecuencias son una de sus innumerables ilustraciones. La raz�n por la que 'el mundo nunca ser� igual' tras el 11 de septiembre, usando la frase ahora tan en boga, es otra.
La dimensi�n de la cat�strofe que ya ha tenido lugar en Afganist�n, y lo que puede venir a continuaci�n, s�lo se puede suponer. Pero s� conocemos las proyecciones en las que se basan las decisiones pol�ticas, y a partir de �stas podemos entender un poco la pregunta de hacia d�nde se dirige el mundo. La respuesta es que avanza por sendas muy trilladas. Incluso antes del 11 de septiembre, millones de afganos se manten�an -apenas- gracias a la ayuda alimentaria internacional. El 16 de septiembre, el New York Times inform� de que Washington hab�a 'exigido la eliminaci�n de los convoyes que suministran buena parte de los alimentos y otros bienes a la poblaci�n civil afgana'. No se detect� ninguna reacci�n en EE UU o Europa a la exigencia de que una enorme cantidad de despose�dos fuesen sometidos al hambre y a una muerte lenta. En las semanas siguientes, el principal peri�dico del mundo inform� de que 'la amenaza de ataques militares ha obligado a evacuar a los trabajadores de las organizaciones de ayuda internacional y ha paralizado los programas de ayuda'; los refugiados que llegaban a Pakist�n, 'tras un duro viaje desde Afganist�n, describen escenas de desesperaci�n y miedo en su pa�s, mientras la amenaza de ataques militares dirigidos por EE UU convierten la miseria que padecen desde hace tiempo en una potencial cat�strofe'. 'El pa�s pend�a de una cuerda de salvaci�n', dijo un voluntario evacuado, 'y acabamos de cortarla'.
El programa de alimentaci�n mundial de Naciones Unidas, as� como otras asociaciones, lograron hacer algunos env�os de alimentos a comienzos de octubre, pero, tras el bombardeo, se vieron obligados a suspenderlos para reanudarlos m�s tarde a un ritmo mucho m�s lento, mientras los organismos de ayuda condenaban 'sin paliativos' los lanzamientos a�reos de ayuda estadounidenses, 'herramientas propagand�sticas' apenas disimuladas. El New York Times inform�, sin comentarios, de que se preve�a que el n�mero de afganos necesitados de ayuda alimentaria aumentar�a en un 50% como resultado del bombardeo, hasta llegar a 7,5 millones de personas. En otras palabras, la civilizaci�n occidental basa sus planes en la suposici�n de que pueden provocar la muerte de varios millones de civiles inocentes: no talibanes, sino sus v�ctimas. El mismo d�a, el l�der de la civilizaci�n occidental volvi� a rechazar con desd�n las ofertas de negociaci�n hechas por los talibanes y su petici�n de que les dieran pruebas cre�bles que sustentasen las exigencias de capitulaci�n. Su postura se consider� justa y adecuada, quiz� incluso heroica. El relator especial de la ONU para el Derecho a la Alimentaci�n rog� a EE UU que acabara el bombardeo, que estaba 'poniendo en peligro la vida de millones de civiles', y renov� el llamamiento de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Mary Robinson, que advirti� de que se gestaba una cat�strofe como la de Ruanda. Ambos llamamientos fueron rechazados, como los de los principales organismos de ayuda humanitaria. Y pr�cticamente no recibieron cobertura informativa.
La FAO hab�a advertido a finales de septiembre de que m�s de siete millones de personas podr�an morir de hambre a no ser que se renovase inmediatamente el env�o de ayuda y se pusiese fin a la amenaza de acciones militares. Una vez iniciado el bombardeo, la FAO avis� de que se iba a producir una cat�strofe humana todav�a m�s grave, de que el bombardeo hab�a interrumpido la siembra que proporciona el 80% de las provisiones de grano al pa�s, de forma que los efectos el a�o pr�ximo ser�n todav�a m�s graves. Tampoco se public�.
Estos llamamientos no hechos p�blicos coincidieron con el D�a Mundial de la Alimentaci�n, del que tambi�n se hizo caso omiso, como de la acusaci�n del relator especial de la ONU de que los ricos y poderosos tienen los medios, pero no la voluntad, de superar este 'genocidio silencioso'.