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La Izquierda debate

26 de enero del 2004

A 85 años del asesinato de Rosa Luxemburgo
 
Algunos apuntes sobre la vida de “La Rosa Roja”
Bárbara Furriol
Rebelión 

Nacida el 5 de marzo de 1871, días antes de que los obreros franceses proclamaran la Comuna de París, su vida estuvo signada por la revolución. Nuestro humilde homenaje a 85 años de su asesinato

Su juventud

Rosa Luxemburgo nació en el seno de una familia judía en Polonia. En esa época Alemania y Rusia se disputaban este territorio. En 1874 su familia se trasladó a Varsovia. Para rusificar el país, el zarismo prohibió hablar polaco. Pero en los colegios, los jóvenes lo hacían en forma clandestina como protesta. Las escuelas eran núcleos de agitación contra el absolutismo. Ya al terminar sus estudios a Rosa se le negó la medalla de oro, a causa de su actividad clandestina.

A los 16 años, en 1887, Rosa, ya militaba en el Partido Revolucionario Socialista "Proletariat" , influido por el marxismo.

Bajo el terror zarista, en 1889 se creó el sindicato "Federación de Trabajadores Polacos", en el que participó Rosa. Una huelga convocada en Lodz concluyó con una masacre de 46 obreros asesinados por la guardia zarista. La persecución política obligó a Rosa a exiliarse en Zurich, donde estudió en la universidad.

Rosa y León Jogiches con "Proletariat", la "Federación de Trabajadores Polacos" y dos grupos escindidos del PPS (Partido Socialista Polaco) fundaron el nuevo Partido Socialista Polaco, que en 1893 comenzó a editar en París Sprawa Robotnizca ("La Causa Obrera"). Ella redactó el informe del nuevo Partido a la II Internacional, revelando ya a los 22 años su gran capacidad dirigente. En esa época, Rosa frente a la cuestión nacional en Polonia planteó que la autodeterminación de los pueblos era una herencia de la revolución burguesa, no una tarea socialista, diferenciándose de Lenin, que sostenía el derecho a la autodeterminación de las naciones oprimidas.

En 1896 en Silesia, Alemania, fue la voz del SPD (Partido Socialdemócrata Alemán) para agitar entre los mineros polacos, y entonces Rosa demostró la capacidad de transmitir y llegar a las masas obreras con un mensaje revolucionario. Los obreros le llevaban flores y le rogaban que los ayudara en sus luchas. En 1903 fue juzgada y condenada por insultar al "Kaiser".

1898 "Reforma o Revolución"

En 1898 Rosa escribe "Reforma o Revolución", una polémica contra las posiciones reformistas de Bernstein. Esta fue su entrada en la escena dentro del SPD. Bernstein planteaba que se podían obtener mejoras para el nivel de vida de las masas trabajadoras sin necesidad de hacer la revolución. Para Rosa, parte del ala izquierda de la 2º Internacional, la lucha por las reformas era un medio para conseguir un fin: la conquista del poder político por parte de la clase obrera. Para Bernstein, por el contrario "El objetivo final sea cual fuere, es nada; el movimiento es todo". Para él, en ese momento en Europa occidental, no se podía hablar de reacción, la situación de los obreros estaba mejorando. Las consecuencias de su caracterización son contundentes. Rosa escribió "Pero no puede haber movimiento socialista sin objetivo socialista, termina renunciando al movimiento". El constituyó el brazo teórico de las tendencias oportunistas dentro del SPD, que años después llevaría a la traición histórica de votar los créditos de guerra, avalando la masacre imperialista. Las ideas de Rosa se difundieron a partir de este trabajo, abriendo una discusión profunda teórica en el seno del SPD y de la 2º Internacional, incluso llegaron a aprobarse resoluciones de repudio que fueron votadas por el propio Bernstein, pero tan formal fue, que Bernstein y sus aliados permanecieron dentro del SPD. La unidad de las distintas alas dentro del partido obrero mejor organizado, mantenida hasta la revolución de 1918, tuvo un costo político enorme: el proletariado alemán se vió privado de una dirección revolucionaria decidida, a la que no le temblara el pulso a la hora en que la clase obrera estuviera en condiciones de tomar el poder. Como escribió Trotsky años más tarde en relación al P.O.U.M. y la revolución española, un partido leninista de combate, su dirección, sus cuadros, su programa, su experiencia no se pueden improvisar en la hora de la revolución.

Entre las guerras y las revoluciones

La revolución rusa de 1905 fue también la revolución polaca, que fue donde aparecieron sus primeros brotes. En la 2º Internacional en general sólo Rosa se interesaba por las cuestiones rusas y por la escisión en el POSDR y, estallada la revolución, escribe numerosos artículos y pronuncia conferencias ante los obreros alemanes, mientras la burocracia del SPD miraba hacia los kadetes y los eseristas. Esto le costó una condena por incitación a la violencia y una temporada en prisión. Al salir, en diciembre de 1905 se traslada clandestinamente a Varsovia, todavía en estado de guerra. Realizó en todo tipo de actividades, desde escribir hasta empuñar el revólver para obligar a un impresor a editar manifiestos, artículos y folletos, participar en huelgas y manifestaciones, pronunciar discursos a las puertas de las fábricas diciendo que era necesario un levantamiento general.

El zarismo, derrotado por Japón en la guerra, y ante la acción revolucionaria de las masas se vio obligado a ceder, reconociendo algunos derechos políticos básicos, y tuvo que convocar elecciones.

En la división dentro del POSDR, Rosa Luxemburgo se mantuvo equidistante entre los mencheviques y los bolcheviques. Pero su concepción de la "organización como proceso" se enfrentaba a la tesis leninista de la necesidad de un partido dirigente, organizado conforme a los principios del centralismo democrático. No eran esos los fundamentos de la socialdemocracia alemana, sólo preocupada por los recuentos electorales.

En 1907, Rosa también participó en la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, informando de la labor de la Oficina Socialista Internacional, de la que era la única mujer miembro.

Ante los preparativos de la Primera Guerra, las críticas contra Rosa arreciaron hasta en las propias filas del SPD. Era presentada por la prensa como "la polaca sanguinaria".

Dijo Ledebour (que no era amigo de Rosa): "La camarada Luxemburgo ha entrado frecuentemente en conflicto conmigo... (Pero) las manifestaciones de masas contra la guerra y los belicistas, como las que han ocurrido, no son realización de Müller y del ejecutivo... sino de la camarada Luxemburgo, gracias a sus críticas." 1

Por su triple condición de mujer, judía y extranjera, los problemas la persiguieron hasta dentro de su partido. A los 27 años, replicó a los insultos de la redacción del diario "Vörwarts", que censuraban sus artículos que llamaran a la huelga general y a la insurrección: "Existen ...dos tipos de seres vivos, los vertebrados que gracias a eso pueden andar y, en ocasiones correr, y los invertebrados, que solamente pueden reptar y vivir como parásitos".

En los inicios de la Primera Guerra Mundial, el 4 de agosto de 1914 el bloque de diputados de la socialdemocracia votó casi unánimemente los créditos de guerra.

La primera conferencia internacional antibélica fue organizada por mujeres socialistas. Rosa debía acompañar a Clara Zetkin para hacer los arreglos finales, pero el 18 de febrero de 1915 fue detenida.

Se le abrió un primer juicio por incitación a la insubordinación de las tropas, en el cual Rosa acusó al militarismo alemán. El fiscal pidió un año de prisión y el encarcelamiento inmediato; Rosa replicó que si al fiscal le pidieran un año de cárcel huiría, pero ella no iba a echar a correr: podían encarcelarla o hacer con ella lo que quisieran porque no claudicaría jamás de sus convicciones.

Su condena levantó una oleada de indignación y sus denuncias del militarismo, el rearme y la guerra imperialista encontraron cada vez más auditorio. En este campo, Rosa encontró a su aliado más fiel: Karl Liebknecht, con el que también coincidía en el internacionalismo.

Juntos crearon en enero de 1916 la fracción dentro del partido socialdemócrata con el nombre de Espartaco, el jefe de la rebelión de los esclavos romanos.

1918: el año de la revolución

Se hacen sentir los ecos de la revolución rusa en Alemania: comienza la Revolución en uno de los países centrales y el derrumbe del régimen imperial. El 28 de enero de 1919 se declara la huelga general y se inicia la formación de los Consejos Obreros. El proletariado mejor organizado del mundo se había lanzado a la batalla: como nunca antes estaba en juego el futuro de la revolución mundial. El 31 de enero la huelga es prohibida y se declara el Estado de Sitio. La represión comenzó.

En marzo son encarcelados Rosa Luxemburgo y otros espartaquistas que difundían propaganda revolucionaria en el Ejército.

Entre el 15 y el 17 de abril se producen huelgas de masas en Berlín. En septiembre los dirigentes reformistas del SPD deciden participar en el Gobierno.

El 1 de octubre la Liga Spartakus realiza una Conferencia Nacional y efectúa un llamamiento para formar Consejos de Obreros.

El 20 de octubre K. Liebknecht es liberado de la prisión de Luckau y es recibido en Berlín por más de 20.000 trabajadores. El 30 de octubre se producen los primeros motines en barcos de la marina de guerra. Son reprimidos y 400 marinos son hechos prisioneros.

El 1 de noviembre una gran asamblea de marinos en Kiel exige la libertad de los detenidos. El 3 de noviembre se producen nuevos motines y sus dirigentes son encarcelados. La consecuencia es una marcha que en su recorrido consigue desarmar a varios oficiales y diversas patrullas militares. También en Munich hay una manifestación revolucionaria.

En Kiel nuevas unidades militares se suman a la rebelión: ya son 20.000 marinos y soldados. Se organizan en Consejos de Soldados -los primeros de la revolución alemana- presididos por el marino Artelt. Los dirigentes revolucionarios de las grandes empresas hacen un llamamiento a la huelga general. En Stuttgart hay una manifestación a favor de la República Socialista.

El día 5 todo Kiel está en huelga. Todo el poder pasa a manos de los Consejos de Obreros y Soldados. Noske promete amnistía a cambio que todo vuelva a la normalidad. El 6 de noviembre los obreros abandonan las fábricas y tras algunas escaramuzas con soldados, toman el control de la ciudad. Lo mismo sucede en Bremen, Cuxhaven y otras ciudades. El día 7 la revolución y la formación de Consejos de obreros se extiende a Munich, Wilhemshaven, Schwerin, Hannover, Colonia y Brunswick.

El 8 de noviembre las masas revolucionarias llegaron a las puertas de la prisión de Breslau (Polonia) y liberan a Rosa. Ese día la marea de la revolución y la formación de Consejos de Obreros llega a Oldenburg, Rostock, Magdeburg, Halle, Leipzig, Dresden, Chemitz, Düsseldorf, Farnkfurt, Stuttgart, Darmstadt y Nürnberg. Ebert, dirigente socialdemócrata, se comunica con el Canciller Max de Bade y le dice: "Si el emperador no abdica, la revolución social es inevitable. Tampoco yo deseo la revolución. Para mí es como un pecado".

En Munich el Consejo de Obreros y Soldados va al Parlamento, declara el fin de la dinastía de Baviera y proclaman la República destituyendo al gobierno monárquico.

El 9 de noviembre la revolución llega a Berlín. La policía abandona sus puestos y los cuarteles son abiertos a las masas, los soldados son neutrales o se unen al movimiento. El Canciller, Max de Bade, anuncia la renuncia del emperador y del príncipe heredero. Los dirigentes socialdemócratas proponen a los socialdemócratas independientes la formación de un Gobierno común. Max de Bade renuncia y Ebert, socialdemócrata, es nominado Canciller del Reich. A las 2 de la tarde Scheidemann proclama la República Alemana en el Reichtag. Se nombra un Consejo de Comisarios del Pueblo integrado por seis miembros, tres socialdemócratas y otros tres socialdemócratas independientes.

Los espartaquistas editan ese día el nº 1 de Die Rote Fahne (Bandera Roja).

El día 10 Ebert es nombrado jefe del Consejo de Comisarios del Pueblo y se pone inmediatamente en contacto con el Estado Mayor para preparar la lucha contra el "bolchevismo". El 12 el Consejo de Comisarios del Pueblo saca un conjunto de leyes que entre otras cosas promete la implantación de la jornada laboral de 8 horas a partir del 1 de enero de 1919. El día 22 los Consejos de Soldados de Hamburgo deciden apoyar al nuevo gobierno. Les siguen otros Consejos. Del 16 al 21 de diciembre se reúne el Primer Congreso de los Consejos de Obreros y Soldados de Alemania. El programa que los espartaquistas defendieron se basaba en reclamar todo el poder a los Consejos de Obreros y Soldados, la disolución del Consejo de Comisarios del Pueblo presidido por Ebert, el desarme de la contrarrevolución y dotar de armamento al proletariado (formando además la Guardia Roja) y un llamamiento internacional a los proletarios de todo el mundo para la formación de Consejos de Obreros y Soldados para llevar a cabo la revolución socialista mundial. Pero el Congreso adoptó el programa socialdemócrata sin discutir los puntos espartaquistas. El programa aprobado se basaba en dar todo el poder al Consejo de Comisarios hasta que la Asamblea Constituyente estuviese formada, reservando al Consejo Central de los Consejos de Obreros y Soldados un papel de "supervisión parlamentaria". Se decide adelantar las elecciones para la Asamblea Constituyente al 19 de enero.Mientras tanto la burguesía trataba de reorganizar sus fuerzas armadas y contraataca en varias ciudades, formando "Cuerpos de Seguridad".

El KPD, Partido comunista alemán, se forma en un Congreso celebrado el 30 de diciembre y el 1 de enero de 1919: nacía el primer partido comunista en un país imperialista económicamente desarrollado. Rosa redactó el programa que se aprobó en el Congreso.

El 1 de enero es desarmado uno de los regimientos revolucionarios más importantes en Bremen. El día 4 es destituido el jefe de policía de Berlín, Eichhorn, miembro del ala izquierda de los socialdemócratas independientes.

Se suceden las manifestaciones contra esta destitución. El día 5 se forma una comisión entre los socialdemócratas independientes y el Partido Comunista para seguir luchando contra la destitución de Eichhorn con un llamamiento a la huelga general y a una gran manifestación el 6 a las 11 de la mañana. Los revolucionarios van ocupando todos los diarios. Se le otorgan plenos poderes a Noske para frenar el movimiento. Él contesta: "Bien. Uno de nosotros debe ser el perro policía. No temo esa responsabilidad". El propio Noske escribió más tarde: "Si las masas hubiesen tenido jefes decididos, con objetivos claros y precisos, en lugar de pronunciar hermosos discursos, al mediodía de aquella jornada habrían sido completamente dueñas de Berlín".

Se realizan huelgas de solidaridad con los revolucionarios berlineses en diversas ciudades. Hay enfrentamientos en las calles de Berlín y Spandau. El día 11 los locales del diario Vorwärts (socialdemócrata), ocupados por los revolucionarios son asaltados por las tropas. Noske hace una demostración de fuerza desfilando por las calles de Berlín.

El 15 de enero, Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht fueron asesinados por soldados del ministro socialdemócrata Noske. El día 25 es el entierro de Liebknecht y de los demás combatientes revolucionarios asesinados el 15 de enero. El cadáver de Rosa aún no había aparecido. El 16 es prohibido el diario espartaquista Bandera Roja.

A partir de la celebración de las elecciones a la Asamblea Constituyente el 19 de enero el Gobierno se consolida, mientras los Consejos son despojados de su poder.

Del 20 al 23 de enero se producen huelgas de protesta por el asesinato de Rosa y Liebknecht. El 23 el gobierno declara el Estado de Sitio en Hamburgo. El 3 de marzo se declara la huelga general en Berlín reclamando el reconocimiento de los Consejos de Obreros y Soldados, la libertad de los presos y el sobreseimiento de todos los procesos políticos, la formación de una Guardia Obrera Revolucionaria y la disolución de las fuerzas represivas, y el establecimiento de relaciones económicas y políticas con la Rusia revolucionaria.

El gobierno declara el Estado de Sitio que se continuará hasta el 5 de diciembre. Se dan choques armados en Berlín hasta el día 6 que las tropas de Noske ocupan la Prefectura de la Policía. Fracasa la huelga general y se reanuda el trabajo en toda la Alemania Central a partir del día 8.

El día 10 Leo Jogiches es encarcelado y la policía anuncia que ha muerto al intentar escapar.

Nuevos combates entre el 15 y 18 de abril, día en que las tropas causan 1.200 muertos al disparar contra las manifestaciones de marineros y trabajadores.

El 31 de mayo es encontrado el cadáver de Rosa Luxemburgo.

El Partido Comunista y todas sus publicaciones son prohibidos. A lo largo de 1919 se suceden las luchas y las huelgas, cada vez enfrentadas a un ambiente mayor de represión y persecución por parte del gobierno y las tropas de Noske.

El 7 de abril se proclama la República de los Consejos de Baviera que dura hasta el 4 de mayo cuando las tropas de Noske penetran en Munich y desencadenan una feroz represión. Son fusilados decenas de dirigentes y militantes revolucionarios. La represión se prolonga hasta junio. Las luchas acabaron con el fin de la huelga de los metalúrgicos de Berlín el 11 de noviembre.

El 5 de diciembre se levanta el Estado de Sitio en Berlín. La revolución ha sido derrotada, pero no ha muerto. Luxemburgo y Liebknecht fueron los dirigentes más conocidos. Junto a ellos cayeron en las calles miles de obreros revolucionarios: otros inauguraron los primeros campos de concentración. Dicen que todavía hay una pintada en los muros de los barrios obreros alemanes que es muy común: "¡ Trotzalledem!". (¡Adelante a pesar de todo!!), la frase que pronunció Liebknecht al enterarse de las amenazas de muerte que pendían sobre ellos. No han muerto en vano. Las lecciones de la revolución alemana y sus protagonistas contribuirán a la emancipación del proletariado mundial. Otros hemos tomado el relevo en la lucha por una sociedad sin explotación ni opresión. 



 

1 (Cit. en Dunayevskaya, Raya, 1985, Rosa Luxemburgo, la liberación femenina y la filosofía marxista de la Revolución, Fondo de Cultura Económica, México, pág. 69)