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La Izquierda debate
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La globalizaci�n, las deslocalizaciones y la clase obrera industrial. (2� parte)
Salva Torres
Rebeli�n
El enorme incremento de la producci�n mundial no se hace sobre un incremento
de la masa laboral en f�bricas.
La izquierda marxista siempre crey� en el incremento del peso absoluto de la
clase obrera global y fabril en particular, pero no se est� haciendo sobre la
base del empleo sino del paro cr�nico mundial. En otras palabras, el peso de la
poblaci�n campesina mundial disminuye d�cada a d�cada en la mayor�a de pa�ses,
transform�ndose en un enorme ej�rcito de reserva, que malvive en los suburbios
de las grandes urbes, y que se convierte excepcionalmente en clase obrera
conociendo la disciplina del trabajo fabril temporalmente. Por lo tanto, aunque
se ha puesto de moda culpar del desempleo a las empresas que han trasladado sus
centros de producci�n a Europa del Este, Asia y especialmente a China, la
p�rdida de empleos fabriles no es un fen�meno coyuntural y centrado en los
pa�ses del primer mundo sino un problema a escala global. En la era de la
globalizaci�n el c�ncer financiero se ha apoderado del capitalismo y destruye la
clase obrera mundial y la fuerza de trabajo que le da vida al sistema.
Adem�s suele durar poco la alegr�a en la casa del pobre. Las
deslocalizaciones afectan a los mismos pa�ses que por sus condiciones las
provocaron. Espa�a est� perdiendo tejido industrial, pero pa�ses reci�n
estrenados en el offshoring como Hungr�a o Chequia est�n perdiendo inversiones
porque sus trabajadores han aumentando ligeramente el nivel de vida. Tambi�n
Nike cerr� todas sus f�bricas en Indonesia, o el caso de M�xico, que en los tres
�ltimos a�os ha perdido 250 mil puestos de trabajo de la industria ensambladora
(maquilas) en favor del mercado laboral chino.
Tambi�n seg�n el estudio de Alliance Capital, entre 1995 y 2002 fueron
eliminados 31 millones de puestos de trabajo en f�bricas en las 20 econom�as m�s
fuertes del mundo. El empleo en las f�bricas se ha reducido cada a�o en todas
las regiones del planeta durante estos siete a�os. La reducci�n del empleo en
f�bricas en m�s del 11% en todo el mundo se produjo durante este periodo en el
que la producci�n industrial global se increment� en m�s del 30%. Como ejemplo
en Brasil cay� un 20%.(9). Si proyectamos el �ndice de descenso actual de
empleo al futuro (10), el empleo en f�bricas disminuir� desde los 164
millones de puestos de trabajo actuales a unas pocas decenas de millones de
empleos en las pr�ximas d�cadas, finalizando as� en todo el mundo la era de la
producci�n industrial intensiva, seg�n Jeremy Rifkin.
Los economistas no se ponen de acuerdo sobre el alcance de la crisis de 2001.
Una crisis de sobreproducci�n al punto que hoy una sola transnacional ser�a
capaz de cubrir la demanda mundial en su sector. En el 2003 se ha batido el
r�cord de venta de coches en Espa�a, mientras 89 expedientes de regulaci�n de
empleo afectaban a 9417 trabajadores, lo que representa un aumento del 85%
respecto de los 5.079 del a�o 2002. La industria del acero en EE.UU. ha
incrementado la producci�n un 30% en los �ltimos 20 a�os mientras perd�a el 75 %
de la plantilla. La p�rdida del peso del sector industrial estadounidense ocurre
a una velocidad superior a otros pa�ses y hacia "una tercerizaci�n excesiva"
donde el sector financiero y de seguridad adquiere proporciones gigantescas. El
c�ncer financiero se extiende en la industria, como en General Motors que emplea
a 180.000 estadounidenses, en el segundo trimestre de 2003, consigui� unos
beneficios de 901 millones de d�lares, pero s�lo su divisi�n financiera
consigui� 834 millones. O sea, General Motors en el colmo del parasitismo
financiero ha conseguido m�s beneficios de su propio negocio hipotecario que de
la venta de coches.(11).
La globalizaci�n aumenta cada vez m�s las diferencias entre una minor�a que
detenta de facto el poder planetario y una mayor�a que vive en diferentes grados
la pobreza, desde los dos billones de seres humanos que malviven con un d�lar
diario, hasta los millones de parias que viven en favelas alrededor de grandes
urbes, hasta otros tantos que sufren en el primer mundo la precarizaci�n, el
paro, los salarios cada vez m�s bajos y el alargamiento de la jornada laboral.
Estos datos nos llevan a pensar que esa terrible contradicci�n de la
globalizaci�n est� empezando a ser explosiva para la mayor�a de la humanidad.
Volviendo a Marx. Tal vez ahora, 150 a�os despu�s, la extracci�n de plusval�a
por el capital est� llegando a un punto irreconciliable con la humanidad.
Y aqu� est� la adivinanza. Si los espectaculares avances en la productividad,
tecnolog�a m�s barata y mejores m�todos para la organizaci�n del trabajo,
reemplazan cada vez m�s mano de obra, dando como resultado que sean cada vez m�s
los trabajadores que dejan de formar parte de la poblaci�n activa, �de d�nde
provendr� la demanda de consumo para comprar todos los nuevos productos y
servicios futuros que estar�n disponibles gracias al aumento de la
productividad? Esa contradicci�n intr�nseca de la econom�a capitalista que ha
estado latente desde siempre empieza a parecer irreconciliable: reducir costes
para aumentar la plusval�a. La b�squeda para hallar procesos y tecnolog�as m�s
baratas y eficientes que reduzcan los salarios o eliminen completamente la mano
de obra humana, ha incrementado considerablemente la productividad pero a
expensas de que un n�mero cada vez mayor de trabajadores hayan sido marginados
al empleo a tiempo parcial o al paro. Sin embargo, el hecho de que la poblaci�n
activa industrial encoja y de rebote llegue a los servicios significa
disminuci�n de ingresos, reducci�n de la demanda de consumo, y una econom�a
incapaz de crecer. A esto Marx lo llam� crisis de superproducci�n o subconsumo.
Pero ahora es muy ser�a a no ser que.....
Un endeudamiento hist�rico ha mantenido artificialmente el consumo y el
empleo global estos a�os.
La cantidad de datos catastr�ficos podr�a llevar a la incredulidad, al ver
las ventas de toda clase de productos, coches o viviendas de los �ltimos tiempos
en EE.UU. o Espa�a. Tocar�a responder a la sab�a pregunta popular: �y c�mo se lo
hacen para comprar piso y coche nuevo? �Puede la poblaci�n continuar esa alegr�a
compradora por mucho tiempo o indefinidamente?. Por primera vez en muchos a�os
la OIT en su �ltimo informe del 2003 reconoce que la poblaci�n activa mundial
retrocedi� ese a�o, pero las cifras no son escandalosas, lo que podr�a poner en
duda las teor�as m�s catastrofistas sobre el empleo. El efecto perverso de la
disminuci�n del empleo a escala global industrial y ahora en servicios podr�a
haberse camuflado temporalmente por el mantenimiento del consumo sobre la base
de un endeudamiento sin precedentes hist�ricos. Reconocidos economistas como
Stephan Roach as� lo han evidenciado en el �ltimo Foro de Davos(12) Hay
bastantes economistas que han puesto el grito en el cielo por el fuerte
endeudamiento de EE.UU. en la era Bush, por no hablar de Espa�a y su burbuja
inmobiliaria. Seg�n la Reserva Federal, la deuda total de EE.UU. en el a�o 2003
subi� m�s de un 8% hasta llegar a los 22,4 billones de d�lares- la mitad del PIB
mundial(12.1). De estos, aproximadamente 10 billones, casi el 90% del PIB
anual del pa�s corresponde a la deuda de las familias americanas. En Espa�a ya
llega al 67%, uno de los pa�ses m�s endeudados de Europa. El endeudamiento
mundial hist�rico hay que compararlo con su contrario, el ahorro: en los pa�ses
m�s desarrollados la tasa de ahorro era del orden del 7% del PIB en los a�os 60,
ahora en EE.UU. llega al 1%. El FMI advert�a del mayor crecimiento en 50 a�os
del d�ficit fiscal en los EE.UU. Nunca en la historia, el primer mundo ha vivido
sobre un endeudamiento tan elevado y tan pocos ahorros, esas grasas que el
sistema acumula y que dan estabilidad y garant�as se han perdido. Para
sufragar semejantes deudas, la Reserva Federal de Estados Unidos (y como hizo
Argentina), seg�n uno de sus consejeros, Ben Bernanke, ha realizado inyecciones
masivas de liquidez imprimiendo la cantidad necesaria de billetes verdes(sin
importar que desemboque en una hiperinflaci�n de la masa monetaria), lo que ha
ayudado al desplome de la cotizaci�n del d�lar y el incremento espectacular del
oro. En los diez a�os recientes, la masa monetaria (el M3) se duplic� de 4
billones de d�lares a 8 billones de d�lares; pero lo m�s alarmante es que el 25
por ciento de esa cantidad fue impresa en los 18 meses posteriores a la crisis
del 2001.
Hay economistas que quitan importancia al endeudamiento. Dicen que ha sido
posible gracias a que las tasas de inter�s est�n hist�ricamente en los niveles
m�s bajos en la mayor�a de pa�ses industrializados, lo que ha provocado un boom
inmobiliario que ha aumentado espectacularmente la riqueza familiar en bienes
ra�ces. Pero el riesgo de una burbuja inmobiliaria global que dejar�a rid�cula
la de Jap�n de los 90 crece con la subida de los tipos de inter�s reales que
impedir�n a millones de familias de los pa�ses industrializados hacer frente a
hipotecas de viviendas con precios desorbitados que superan con creces la
capacidad salarial de los trabajadores, debido a un mercado saturado pero
artificialmente hinchado por inversiones masivas del capital especulativo huido
del crack de 2001. En Espa�a la media para adquirir un piso es igual a 7 a�os de
salarios medios. Cualquier crisis monetaria o laboral conducir� a la insolvencia
y a los despidos masivos en uno de los pocos sectores productivos mundiales que
han acumulado demanda desde la crisis de 2001.(12.2)
La situaci�n en Espa�a.
La econom�a espa�ola ha tenido un comportamiento distinto al de las del
resto del mundo, ya que ha mantenido un crecimiento constante del PIB, por
encima de la media durante los �ltimos a�os. La tasa de paro baj� a casi la
mitad aunque es la m�s alta de Europa. Este milagro de Aznar se ha debido a una
conjunci�n de factores externos, entre los cuales est� la entrada en el euro,
privatizaciones, fondos estructurales, Maastrich, tipos de inter�s bajo m�nimos,
salida de dinero negro, el capital especulativo centrado en la construcci�n ante
el desplome de los mercados de valores, etc.
Una buena parte del incremento del PIB y del empleo ha sido sin duda gracias al
boom de la construcci�n. La bajada de inter�s por el BCE a m�nimos hist�ricos ha
favorecido la alegr�a compradora que ha supuesto incrementos de precios
hist�ricos, de un derecho social b�sico como el de la vivienda. Lo que los
bancos han perdido por un lado lo roban por el lado del incremento desorbitado
de los precios. El resultado es que las familias espa�olas est�n m�s endeudadas
que nunca en la historia. El 56% no puede llegar a final de mes y cualquier
contingencia econ�mica supone ya un grave riesgo para ese sector de familias que
no podr�an asumir el pago de las hipotecas contra�das a 20 y 30 a�os.
El tir�n de la construcci�n espa�ola es insostenible y su ca�da arrastrar�
a�n m�s al empleo industrial.
Por sectores econ�micos en la EPA (encuesta de poblaci�n activa), la
comparaci�n entre 1997 fecha de consolidaci�n del PP a 2003, la poblaci�n
laboral ha sufrido las siguientes variaciones:
| Poblaci�n | Poblaci�n activa | Agricultura | Industria | Construcci�n | Servicios | |
| 1997 | 39 millones | 12,7 millones | 1 mill�n | 2,5m- 20% | 1,2 � 10% | 7,8 - 62% |
| 2003 | 42,7 millones | 16,8 millones | 0,9 mill�n | 3m. � 18% | 1,9m � 11,7 | 10,8�64,5% |
| Incremento en millones | 0,5 | 0,6 | 3 |
El n�mero de trabajadores en la industria aument� todos los a�os excepto 2003 en
que se perdieron 75.000 respecto de 2002. Este dato confirma que la
desaceleraci�n de trabajadores industriales y la deslocalizaci�n hacia el Este
europeo podr�a haber comenzado, m�s si cabe cuando los datos de la EPA del 1�
trimestre de 2004 confirman una bajada de lo que la prensa est� explicando,
cierres de empresas emblem�ticas y traslado a otros pa�ses de la
producci�n-offshoring.(13) El boom del ladrillo supone el incremento de
medio mill�n de trabajadores y un incremento del peso relativo de la poblaci�n
laboral en este sector. El gran problema es que ese crecimiento no puede
continuar indefinidamente con tasas de incremento de vivienda nueva de medio
mill�n por a�o, superior casi al aumento de la poblaci�n. El n�mero de viviendas
en 2003 era de 20.946.554 (1 vivienda por cada 2 espa�oles), de las cuales 6'5
millones (un 30 %) eran viviendas vac�as repartidas entre 3'4 tur�sticas y 3'1
sin uso.(15). El valor a�adido creado en el sector, no se corresponde
tampoco con el pobre incremento del n�mero de empleados en el sector y tan
siquiera del tir�n que se derivar�a para la industria. Esperan tiempos dif�ciles
para el empleo en la construcci�n. En la otra cara del boom inmobiliario de los
�ltimos a�os encontramos que en febrero de 2003 el volumen total del cr�dito
hipotecario ascend�a a 507.585 millones de euros, con un crecimiento del 20%
respecto al mismo mes de 2003 y con cifras de hipotecas rondando el 65% del PIB
anual espa�ol. Y hay autores que claman por la dif�cil sostenibilidad de este
modelo que ha destruido la mayor�a de las costas del pa�s(14).
Espa�a se ha quedado como el parque de atracciones y de bares de Europa. El
incremento dentro del sector de servicios en los 7 a�os analizados en 3 millones
de trabajadores y un 2,5 porcentual es brutal y deja a gran parte de la econom�a
espa�ola a expensas del sector tur�stico tan variable a las circunstancias
geopol�ticas. Considerando que los pr�ximos a�os traigan un incremento de la
conexi�n a redes globales y la completa informatizaci�n de las empresas por
inversi�n en nuevas tecnolog�as (incluso el gobierno Zapatero apuesta por ello)
es posible se inicie la ca�da de empleos en servicios.
Hay autores que niegan incluso la validez de los incrementos del PIB en t�rminos
relativos. La base del razonamiento estar�a en que la poblaci�n espa�ola es
mucho mayor que la que los datos oficiales hablan. El a�o 2002 hubo un
incremento de 1 mill�n de personas de las cuales el 60% corresponde a
extranjeros. Hay otro n�mero importante de ilegales que las estad�sticas no
recogen, por lo que la renta per c�pita espa�ola no s�lo no habr�a aumentado
sino que restando la inflaci�n ser�a negativa en 0,1%. Tambi�n el estudio
relaciona el incremento de la producci�n y el incremento del comercio en general
con el aumento espectacular de la inmigraci�n legal e ilegal en Espa�a. (16)
Es de conocimiento general que el modelo econ�mico de crecimiento de los �ltimos
a�os en Catalu�a y en Espa�a ya est� agotado. La productividad del tejido
industrial espa�ol es de las m�s bajas de Europa y la miserable inversi�n
p�blica en investigaci�n y desarrollo est� en la cola. La industria espa�ola y
catalana tiene un panorama muy sombr�o. Las mismas industrias que escogieron
nuestra tierra para instalarse ahora se van por las mismas razones a Europa del
este o Asia. La soluci�n expresada por el presidente de la Generalitat Sr. P.
Maragall en Catalunya: "hay que dar la batalla no tanto para evitar perder
puestos de trabajo de escaso valor a�adido como para conseguir mantener y a�n
atraer m�s empleos de alto valor a�adido"(17), se pone muy cuesta
arriba. No s�lo por las posibilidades hist�ricas que ahora puede tener nuestro
pa�s, sino porque incurre en algunas de las t�picas trampas del lenguaje
oficial.
�Otras zonas europeas que crean mucho m�s valor a�adido como las industriales de
Alemania tienen el mismo problema incluso m�s grave, datos expuestos al inicio
de este estudio. Las principales zonas industriales del mundo occidental han
perdido o no aumenta el empleo industrial desde hace muchos a�os.
�El valor a�adido, o sea la plusval�a del capital, no crea empleo industrial.
Nadie niega la importancia de la innovaci�n tecnol�gica, pero no resuelve el
problema de miles de familias y obreros que no pueden ser ingenieros a colocarse
en esas industrias punteras. Hay trampa al pedir ��TODOS INGENIEROS!! ��Desde
cuando no es necesario el sector industrial intensivo en mano de obra?. �D�nde
se piensa colocar a los trabajadores de Valeo, Fisipe, etc., que tramposamente
no han sido recolocados?. �De que vivir�n los miles de trabajadores del sector
servicios sino hay industria y producci�n primaria?. Deseamos s�lo un pa�s de
camareros y cocineros.
�C�mo luchar contra las deslocalizaciones?
Nadie tiene la varita m�gica. La mayor�a de sindicatos del primer mundo llevan
ya a�os buscando la f�rmula para enfrentar una pr�ctica que est� pulverizando
los derechos y puestos de trabajo en todo el mundo. Hay 4 frentes que se pueden
usar en la lucha contra las deslocalizaciones aunque los dos primeros son los
m�s importantes en tanto ata�en directamente al derecho de la mayor�a de la
poblaci�n mundial a una existencia digna:
1.-La unidad de la clase obrera internacional y su lucha. La unidad en la lucha,
la unidad sindical y de la poblaci�n es una de las primeras y mejores armas que
tenemos. Legislaci�n mundial de derechos sindicales y la creaci�n de Comit�s
sindicales internacionales para defender globalmente a los trabajadores
aplicando la frase que ha hecho famosa el movimiento antiglobalizaci�n: "pensar
localmente y actuar globalmente. Frente a la divisi�n internacional de la
clase por salarios y condiciones de trabajo la respuesta debe orientarse en
mantener las condiciones de la mayor�a de la poblaci�n incluso en paro, ese
ej�rcito de reserva que destruye la unidad mediante: un salario m�nimo
digno, la renta b�sica, los plenos derechos ciudadanos a los inmigrantes e
igualdad de las mujeres ser�an las primeras medidas que pueden ayudar a evitar
el sufrimiento a millones de trabajadores ante el paro y la precarizaci�n
2.-En la legislaci�n laboral y en la medida en que las m�quinas sustituyen al
hombre es necesario dividir el trabajo entre los brazos disponibles, y para ello
no hay medida m�s oportuna que la lucha por la reducci�n de la jornada de
trabajo en todos los sectores econ�micos. La lucha por las 35 horas o
incluso 30 debe volver a pasar a primer plano, despu�s de las lecciones
aprendidas por los trabajadores franceses y alemanes. El chantaje del aumento de
la productividad o sea de la tasa de beneficio del capital o la reducci�n del
salario, no puede ser la moneda de cambio a la reducci�n de jornada.
3.-En el frente legal las organizaciones de la clase obrera deben orientarse
hacia una legislaci�n de defensa internacional de la industria, los empleos y
fiscal gravosa contra los holdings financiero-industriales.(18)
4.-En el frente industrial exigir a los gobiernos que defiendan la industria con
nacionalizaciones que favorezcan un sector p�blico y cooperativo ligado a la
investigaci�n universitaria para favorecer y defender nuestro capital
intelectual y tecnol�gico.(19) A�n as� en el marco de la mundializaci�n
del capital esa lucha s�lo ser� parcial, en tanto, no sea eliminado ese sistema
capitalista de relaciones sociales totalmente injusto que lleva a la humanidad a
la barbarie. Ser�a oportuno acabar se�alando una frase muy acertada que escuche
a Arturo Van den Eynde, dirigente espa�ol de la izquierda marxista y
revolucionaria, a prop�sito de su libro sobre Globalizaci�n: "si socializ�ramos
a escala planetaria las 200 empresas transnacionales m�s importantes, la
humanidad se acercar�a objetivamente al socialismo m�s que en ninguna otra �poca
hist�rica".
Salva TORRES afiliado a Esquerra Unida i Alternativa de Catalunya.
Profesor de Tecnolog�a en la Ense�anza Secundaria p�blica.
BIBLIOGRAFIA, DATOS Y AMPLIACIONES.
(9) Los l�mites de la recuperaci�n econ�mica norteamericana. Lee Sustar.
Socialist Worker.
(10) "..La productividad creci� en base anual un 5% en 2003, el mayor
incremento en 53 a�os. Si se desagrega este porcentaje, se desvela lo siguiente:
los empresarios prefieren exigir un mayor esfuerzo a sus empleados (en horas
trabajadas) antes que contratar nuevos trabajadores. Adem�s, los costes por
trabajador cayeron durante el mismo periodo un 5,8%, un nivel no observable en
las �ltimas dos d�cadas.." EE UU: el 'reloj del d�ficit', en marcha. JOAQU�N
ESTEFAN�A EL PAIS | Econom�a - 02-02-2004 "..Seg�n un informe reci�n
publicado sobre la productividad en las 100 mayores empresas de Estados Unidos,
s�lo hacen falta nueve trabajadores para producir lo que hac�an diez empleados
en marzo de 2001.." El Militante, 15 marzo 2004 Por primera vez en muchos
a�os, en el 2003 el desempleo contabilizado mundial creci� al nivel m�s alto
registrado hist�ricamente hasta los 185,9 millones de personas en todo el mundo.
Informe anual de la OIT.
(11)"..En 1992 la producci�n manufacturera norteamericana era similar a
Jap�n, pero en ratio por habitante era la mitad de Jap�n, el 60% de Alemania e
incluso inferior a Italia y Francia. Escenarios de crisis global-los caminos de
la decadencia..". Jorge Berstein, citando a Todd, 1998.
(12)Para Roach, la "..masiva inyecci�n de liquidez y las casi planas tasas de
inter�s conducen de "una burbuja a otra", y no se le escapa que "el crecimiento
del consumo personal" se haya gestado frente a un retroceso sin precedente en el
ingreso real de los salarios..."-. www.5dias.com / Foro de Davos.
(12.1)"..En 2003, la deuda nacional total, que excluye las obligaciones de
bancos e instituciones financieras, creci� un 8,1%, el ritmo m�s r�pido desde
1988. La de los hogares creci� el 10,4%, y el Gobierno federal ampli� sus
pr�stamos un 10,9%. S�lo las empresas mantuvieron el cintur�n apretado. Seg�n la
Reserva, la deuda total creci� 1,7 billones el a�o pasado para llegar a 22,4
billones de d�lares. El Ejecutivo Federal es responsable del 18% de �sta,
mientras que los locales lo son del 7%. Las empresas se hacen cargo del 33%, y
los hogares del 42%. con el ex secretario del Tesoro Robert Rubin y el
economista Peter Orszag, esta cuesti�n es 'una bomba de relojer�a' La deuda de
las familias -que siguen consumiendo de modo espectacular- supone el 90% del PIB
(frente a, por ejemplo, el 67% espa�ol, otra econom�a muy endeudada). En cuanto
al financiamiento se�ala que el d�ficit en la balanza de pagos de Estados Unidos
actualmente consume el 75% de los super�vit mundiales.." 5DIAS| Cr�nica de
Manhatan, Deuda sin fin Ana B. Nieto (08-03-2004).
(12.2). "...En los a�os 80 hubo burbuja inmobiliaria en Jap�n debido a que
los precios en Tokio, eran tan elevados que los sueldos que ganaba la gente iban
a la zaga. Y no hab�a posibilidad de subirlos..."- se parece el razonamiento
a lo que ocurre ahora en Espa�a hoy. Mart�n Feldstein, presidente del organismo
�NBER- que dictamina cuando empieza y acaba una recesi�n en EE.UU. www.elpais.es/
Foro de Davos |�Qui�n habl� de burbuja inmobiliaria?.
(13) "..En Espa�a, el descenso de la inversi�n extranjera ha sido m�s intensa
que la media europea. La inversi�n extranjera en Europa en el a�o 2002 fue del
96% de la del 2001, mientras que en Espa�a no supero el 72%. Se calcula que en
el a�o 2002, la inversi�n extranjera fue de 19.000 millones de d�lares y para el
2003 apenas ha llegado a 13.600. De ellos 6.000 millones en compra de inmuebles
y solo unos 7.500 en inversi�n productiva.." �Qu� pasa, que ya no viene a
Espa�a el capital extranjero? Llueve y lo que llover�! Edmundo Fayan�s ,
www.rebeli�n.org.
(14). Naredo y Carpintero cuantifican la interacci�n entre los sistemas
econ�micos y ecol�gicos en el caso espa�ol, ".... Para demostrarlo,
consideran junto con los recursos directos que utilizan como input el sistema
productivo (metales, combustibles f�siles, productos agropecuarios...,) los
flujos ocultos que no forman parte de la mercanc�a vendida pero hay que remover
para obtenerlos (est�riles mineros, movimiento de tierras para hacer
infraestructuras, resto de cosechas y poda, etc�tera), denominando a la suma de
ambos factores Requerimiento Total de Materiales (RTM). Pues bien, este RTM ha
pasado de 267 millones de Tm en 1955 a 1.508 en 2000, lo que implica pasar de 10
Tm por habitante a mediados de los cincuenta a las 37 Tm de hoy.... Llama la
atenci�n que este espectacular crecimiento en la utilizaci�n de recursos
naturales se produzca precisamente cuando la econom�a espa�ola est� sometida a
un claro proceso de terciarizaci�n... Evidentemente, el aumento de productos de
cantera obedece al boom inmobiliario.." �Hasta cu�ndo el crecimiento?
10-03-2004 | www.5DIAS.com/.
(15) M�s viviendas vac�as en Espa�a | 4-5-2004 | Julio Rodriguez|
www.5dias.com.
(16)�Y si no estuvi�ramos convergiendo? Miguel Carrera Troyano 5DIAS
(19-03-2004).
(17)Perspectivas econ�micas de Catalunya, Germ� BEL | www.elpais.es.
(18)...la negaci�n de permisos de cierre de empresas rentables, la devoluci�n de
las ayudas, la imposibilidad de que realicen negocios inmobiliarios o incluso la
expropiaci�n de las propiedades inmobiliarias, grandes indemnizaciones en los
despidos, etc. Exigencia a los gobiernos para legislar medidas fiscales gravosas
y progresivas contra las grandes fortunas, grandes empresas y los royalties para
sufragar los gastos que el dumping social causan a la mayor�a de la poblaci�n y
ayudar a las peque�as empresas a mejorar las condiciones sociales de sus
empleados. Legislaci�n internacional antidumping social en los acuerdos
comerciales en la OMC.
(19)...las mismas ayudas que reciben las multinacionales deben tambi�n favorecer
a las industrias propias con alta tecnolog�a como aquellas intensivas en mano de
obra industrial. Medidas fiscales contra los royalties abusivos que succionan
recursos monetarios y de investigaci�n a los pa�ses con multinacionales
instaladas. Acuerdos de colaboraci�n con las transacionales que impliquen que la
investigaci�n nacional desarrollada sea compartida en la propiedad intelectual y
patentes.