JUEVES EN LA PLAZA, CON LAS MADRES
"Mientras tengamos m�s de cuatrocientos jueces de la dictadura, no habr� Justicia"

Al t�rmino de la marcha del jueves 16 de septiembre de 2004 habl� Hebe de Bonafini. Tambi�n lo hicieron un luchador de la provincia de San Luis y dos compa�eros de los quince presos tras los hechos de la Legislatura, al cumplirse dos meses desde su detenci�n.
Hebe de Bonafini: Compa�eros, les va a hablar Sonia, que es una compa�era de las prostitutas que se encuentran detenidas. Ella va a decirles por qu� estamos ac� todos. Luego hablar� Carmelo, que es representante de los trabajadores ambulantes y despu�s, un compa�ero de la provincia de San Luis.
Sonia, de AMMAR Capital: Hola a todas y a todos. Nosotras, las mujeres en situaci�n de prostituci�n de la ciudad de Buenos Aires, estamos hoy junto a las Madres aqu�, para reclamar justicia y libertad inmediata a los quince detenidos de la Legislatura, que lo est�n por luchar por nuestros derechos. Nosotras tenemos dos compa�eras, Carmen Insfr�n y Marcela Sanagua, que est�n detenidas en la c�rcel de Ezeiza, una de ellas con su hijo de un a�o y ocho meses. Por qu� tanta injusticia, cuando s�lo fuimos a reclamar y decirles a las y los legisladores que no queremos c�rceles. No legislen contra la prostituci�n con c�rceles, sino abran talleres, capac�tennos, dennos educaci�n, no queremos estar m�s paradas. Ustedes no quieren ver a una mujer en situaci�n de prostituci�n parada frente a la puerta de sus casas, entonces ed�quennos, dennos trabajo, dennos talleres, fortal�zcannos como mujeres, como sujetos de derecho. Eso ven�amos a decirles a las y los legisladores desde febrero. Pero la prostituci�n es un gran negocio para todas y todos, menos para nosotras, las mujeres que estamos involucradas. Porque dejamos de ser sujetos de derecho y somos un objeto de uso. Somos un n�mero para los pol�ticos, para la polic�a, para los proxenetas. Y le decimos basta a eso. Queremos educaci�n. Para nosotras la prostituci�n no es un trabajo, es una actividad que nos duele, que nos averg�enza, que nos traumatiza y nos discrimina. Nosotras queremos estar insertas en la sociedad, de hecho votamos, de hecho pagamos nuestros impuestos, por lo tanto exigimos, como organizaci�n: libertad inmediata para todos los compa�eros y compa�eras de la Legislatura; justicia para todos los trabajadores y luchadores sociales que est�n siendo hostigados y detenidos en toda la Argentina, porque estamos viviendo en una pseudo democracia, y eso tambi�n queremos dec�rselos hoy, aqu�, a todos los gobernantes de turno. Libertad inmediata para todos y todas. Gracias.
Carmelo, representante de los trabajadores ambulantes: Estamos en un d�a muy indignante, porque se confirm� el procesamiento de los detenidos. Nosotros pensamos que ellos est�n secuestrados por la pol�tica, porque fueron detenidos muy injustamente y est�n prisioneros de un poder pol�tico que quiere a trav�s de estos detenidos poner un ejemplo. Un ejemplo de que la gente no tiene derecho a manifestar. Nosotros consideramos que son secuestrados de la pol�tica y no lo vamos a admitir. Siempre con paz vamos a manifestar, pero los queremos libres a los chicos. Gracias.
Luchador de San Luis: Solamente quer�a pasarles la informaci�n triste a todos aquellos que no la conocen. Contin�an la persecuci�n y la tortura en la provincia de San Luis, en el feudo de los Rodr�guez Sa� y de todos los poderosos de turno. Desde hace 21 a�os en la provincia viene habiendo represi�n a todos los que se juntan para manifestarse contra las formas feudales de gobierno y por un gobierno provincial libre y democr�tico. La semana pasada, igual que durante la dictadura -porque creemos que lo que pasa en San Luis es una dictadura, un feudo dictatorial-, levantaron a una compa�era de la Multisectorial de San Luis, una trabajadora municipal, en un auto sin patente. A ella la torturaron y abusaron. La compa�era tiene seis hijos, fue tirada en su casa como un perro y al otro d�a ese auto sin patente apareci� estacionado impunemente en la puerta de la comisar�a. En San Luis no hay ninguna Justicia a la que se pueda apelar. En San Luis no hay ninguna garant�a, en San Luis hay persecuci�n, en San Luis hay tortura. As� que, en nombre de nuestros compa�eros y compa�eras del pueblo puntano, venimos aqu� a acompa�ar a las Madres, a agradecerles profundamente que nos dejen estar y a decirles a los Rodr�guez Sa� y todos los gobernantes injustos y feudales del pa�s, que la lucha va a seguir como ya dijeron los compa�eros, que si la criminalizaci�n sigue tambi�n va a seguir la lucha nuestra, redoblada y con m�s fuerza. Muchas gracias.
Hebe: No me canso de repetir, que cada jueves es diferente y es el mejor. Cuando preparamos los jueves desde hace 27 a�os, siempre lo preparamos con la misma expectativa. Qu� pasar�, qui�n vendr�, qui�n estar�. La Plaza es eso, el reclamo y la exigencia de justicia. Mientras tengamos m�s de cuatrocientos jueces de la dictadura, va a ser muy dif�cil que esa Justicia que reclamamos llegue. Las Madres aqu�, hoy, reclamamos la libertad de los compa�eros.
Nos repugna lo que pasa en San Luis. All� estuvimos y sabemos muy bien c�mo se maneja ese feudo.
Y tambi�n hoy tenemos que acordarnos y reivindicar la lucha de los pibes de la Noche de los l�pices. Esos pibes que, siendo tan chiquitos, ya sab�an lo que quer�an y hablaban de revoluci�n. A ellos, por haber nacido casi todos en hogares y lugares combativos y luchadores, y ellos mismos convertidos en revolucionarios, esa noche tr�gica los hicieron desaparecer. Pero como todos los desaparecidos son nuestros hijos... Cuando socializamos la maternidad nos hicimos madres de todos. Ustedes ver�n que las Madres no sacamos ning�n recordatorio de nuestros propios hijos en ning�n diario. Porque sabemos que todos son nuestros hijos y no alcanzar�an miles de p�ginas para poner miles y miles de fotos. Y ellos, todos, habitan en esta Plaza. Habitan cada jueves cuando marchamos. Nos transfunden sus fuerzas, su sangre, su convicci�n, sus ansias de revoluci�n y su amor y solidaridad por el otro. Hoy m�s que nunca, el otro soy yo. �El otro soy yo! �El otro soy yo!
Gracias.