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Libros sí, Alpargatas también

20 de april del 2004

Una década del movimiento altermundista
"Estamos en todas partes"

Jesús Ramírez Cuevas
Masiosare

Por primera vez un libro reúne un panorama de la resistencia global al neoliberalismo, visto por sus protagonistas. Se trata de We are everywhere, the irresistible rise of global anticapitalism (Estamos en todas partes, el irresistible ascenso del anticapitalismo global), que se ha convertido en una especie de abecé del altermundismo. La obra contiene testimonios, ensayos y crónicas escritos por activistas del movimiento alrededor del mundo. Acompañan al volumen decenas de fotografías, una cronología de las protestas y acciones de la última década, y hasta un manual de acción directa con ejemplos de varios países. Conversamos con Jennifer Whitney, coautora de este inédito esfuerzo, quien nos habla de la importancia de escribir estas historias desde dentro .

¿Cómo contar la historia de movimientos que no tienen nombre, estructura, ni líderes? Para responder a ese reto, el colectivo Notes from Nowhere (Notas desde ninguna parte) trabajó durante tres años recopilando testimonios y reflexiones de activistas de todo el mundo. Tras un largo proceso de diálogo y discusión internáutica entre autores y editores, el material quedó listo a fines de 2003.

Así surgió We are everywhere, the irresistible rise of global anticapitalism (Estamos en todas partes, el irresistible ascenso del anticapitalismo global), un libro que subvierte los reportajes tradicionales sobre la rebelión global. La antología "nació de la necesidad de reunir voces del movimiento para que la gente conozca sus causas y su trayectoria", explica Jennifer Whitney, integrante del equipo editor de este abecé del altermundismo, impreso por Verso, una editorial inglesa-estadunidense, en colaboración con New Left Books de Londres.

En la introducción, Naomi Klein afirma que la obra "verdaderamente captura y abarca la exuberante creatividad y la radicalidad intelectual de las protestas del movimiento que se opone al neoliberalismo en el mundo. El libro no es sobre el movimiento, sino genuinamente desde el movimiento".

La mayoría de libros sobre el tema, dice Whitney, han sido escritos por académicos y periodistas lejanos al movimiento, que "hablan como si Seattle fue la primera acción contra el neoliberalismo. No mencionan acciones anteriores contra el sistema global".

"Una colisión de subjetividades"

El trabajo reúne historias de resistencia local en los cinco continentes y de las grandes movilizaciones internacionales cuyo punto de inflexión fue Seattle, en 1999. La cronología registra más de 500 acciones y movilizaciones en la última década. También presenta decenas de fotografías y un manual de acción directa con ejemplos de varios países.

Jennifer, integrante de la banda Infernal Noise Brigade (Brigada del Ruido Infernal), que acompaña las protestas en el mundo, relata: "La gente que organiza acciones y trabaja con las comunidades no tiene tiempo de escribir su historia. Decidimos documentarlas porque al conocer las historias de resistencia aprendemos unos de otros. Nos convencimos de que estas historias podían cambiar el mundo".

Como advierten los editores, el libro es "una colisión de subjetividades", "momentos íntimos y públicos, cotidianos e históricos, cargados de inspiración, miedo y humor". En palabras del profesor Harry Cleaver: "Algunas de estas voces son firmes y determinadas, hablan juntas en los barrios. Algunas cantan y recitan poesía en las plazas, o conmueven sus jóvenes corazones con viejos cuentos profundos de los bosques. Algunas discuten, planean su futuro, inventan líneas o cantan en las calles. Todas ellas hablan acerca de la revolución, usen ese término o no".

"La resistencia tiene que ser divertida"

El compendio abarca desde la emergencia del movimiento hasta el presente, "documentando la aparición sin precedentes de una rebelión global -en constante flujo, ideas y tácticas que se intercambian a través de los océanos, estrategias que comparten culturas y continentes, enjambres que se juntan y se disuelven, y de ahí hacia otra parte".

Se marca el inicio del movimiento con el alzamiento zapatista en enero de 1994, que "anuncia una nueva era de movimientos de resistencia" al coincidir con el crecimiento de Internet y de las redes electrónicas.

El capítulo "Redes, la ecología de los movimientos" habla de los desempleados franceses, del movimiento de base Acción Global de los Pueblos, de la acción directa y de las protestas en Seattle.

La sección "Autonomía" aborda "la creación de espacios para la libertad. Describe movimientos como el de ocupación de edificios en Europa, la lucha campesina en Brasil, "la comunidad de jardines" de Nueva York, las protestas populares en Tailandia, la destrucción de transgénicos en India, el movimiento europeo y el movimiento Jardinería Guerrillera (que siembra cultivos en las ciudades).

"El secreto de la resistencia es la alegría", dice el capítulo "El Carnaval", donde se reseña cómo la fiesta y la música acompañan las protestas. "La resistencia tiene que se divertida para ser sostenible", afirma Whitney.

Ahí se exponen la primera acción global en junio de 1999, las protestas en el Primer Mundo, la resistencia en Nigeria, la lucha contra la privatización del agua en Cochabamba, Bolivia, y la rebelión de los campesinos franceses. También se menciona a Indymedia, la primera agencia de noticias del movimiento.

"Clandestinidad, resistiendo el estado de represión", enlista la resistencia civil zapatista; la lucha de estudiantes africanos contra las políticas del Banco Mundial; las jornadas en Génova y de acción global en junio de 2002.

Cierra el libro la sección "Poder hablar fuera del edificio". Allí se reflexiona sobre los efectos del 11 de septiembre; se analizan los alcances y límites de los foros alternativos de discusión; y se reseñan el movimiento piquetero y asambleario en Argentina, la lucha barrial en Sudáfrica, los movimientos de trabajadores canadienses, polacos y de indígenas australianos. También se describen acciones contra las políticas migratorias globales y contra la guerra.

Quizá un único defecto del libro es que, en algunos casos, "los movimientos del Sur" son descritos por visitantes de países del Norte.

Más allá del libro, Jennifer Whitney destaca las movilizaciones contra la guerra que dieron paso a lo que se denominó el nacimiento de la sociedad civil global. Sin embargo, cuestiona que "si bien millones se manifestaron en 150 países, no impidieron la guerra, ni dañaron el poder militar de Estados Unidos".

Whitney también es crítica con el movimiento altermundista: "Las protestas de Miami fueron consideradas un éxito, pero realmente fueron un desastre. Hay una tendencia de ir de acción en acción y verlo todo como victorias, sin reflexión, sin crítica, sin aprender".

"En el mundo hay un sentido de urgencia -concluye la editora-, no hay tiempo para retirarse a construir una comunidad aparte. La crisis global demanda la participación de todos; no hay tiempo, la humanidad y el planeta tienen límites".

(Más información sobre el libro en www.WeAreEverywhere.org)