VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
ALCA

29 de abril del 2003

El pequeño ALCA

Modesto Emilio Guerrero
Argenpress.info

El 10 de abril, a la misma hora que las tropas norteamericanas ocupaban Bagdad, nacía en la capital estadounidense lo más parecido al proyectado Acuerdo de Libre Comercio de las Américas, ALCA. Ese día las cinco pequeñas naciones de Centroamérica, con sus economías, sociedades y soberanías a cuestas, se sentaron a los lados del presidente de la potencia más poderosa de la tierra..
Eso bastó para dar inicio público a lo que se conoce comercialmente como el proyecto de Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y Estados Unidos, (CAFTA por sus siglas en inglés). No fue necesaria una guerra ni el derribamiento de la estatua de algún dictadorzuelo, las cinco pequeñas naciones viajaron hasta Washington, y en ese acto, a uno de los presidentes centroamericanos, el guatemalteco Alfonso Portillo, se le escaparon estas palabras: 'Somos cinco naciones muy pequeñas negociando con la más poderosa nación del planeta. Lo hacemos para garantizar el bienestar de nuestros pueblos y la seguridad de la región a la que pertenecemos' (El Diario de Hoy, El Salvador, 11 de abril de 2003). No hay mucho que agregar a esta confesión que, psicoanalítica o no, revela que no será necesario llegar hasta enero del año 2005 para saber de qué se trata el ALCA. Centroamérica ha decidido mostrarlo por su lado más débil..
Vulnerables .
Actualmente, la economía norteamericana absorbe alrededor del 50 por ciento de todo lo que exporta el istmo centroamericano. En algunos países, como El Salvador, Estados Unidos ocupa hasta el 62 por ciento de su economía, mediante la compra de su producción con 'contratos a futuro' y otras formas comerciales de transacción (Fuente: Banco Central de Reserva, San Salvador, 11/04/03)..
El valor global de las relaciones comerciales entre la economía norteamericana y la centroamericana son unos 20.000 millones de dólares anuales. El Salvador le vende 506.7 millones de dólares cada año, Guatemala 59 millones, Honduras 43.1 millones, y Costa Rica 19 millones de dólares respectivamente. Todo el resto se distribuye en servicios, inversiones bancarias y no bancarias y, claro está, las ventas de los Estados Unidos a esa subregión..
Este grado de vulnerabilidad económica será ampliado e intensificado con las nuevas relaciones de subordinación estatal acordadas por las cinco pequeñas naciones con Washington desde el 10 de abril. Así lo establecerá el CAFTA. Por ejemplo, un dato que es usado a favor de la firma del tratado es el crecimiento interanual de las exportaciones centroamericanas: 9.9%..
Efectivamente, es un buen dato macroeconómico, pero no por eso útil al desarrollo de esas economías..
También sirve también para demostrar lo contrario. Productos 'sensibles' a la frágil producción istmeña, como semillas para siembra, lácteos, aves comestibles, azúcar, cereales, algodón y otros 7 bienes primarios, quedarán desamparados ante la competencia norteamericana, y de pequeños motores económicos que son hoy, se convertirían en piezas ad hoc de la maquinaria productiva y comercial de la agroindustria de la costa Oeste. Es el mismo caso de los tejidos y confecciones textiles. Si Estados Unidos no abre su mercado, o lo abre pero protegido, países como Nicaragua, El Salvador y Guatemala volverán a la economía del algodón de bajo rendimiento, bajo salario y alta explotación humana, y quedarán excluidos del valor agregado de la fibra sintética, orgánica y de las hilandería de confección masiva..
Miedo a morir en el intento .
Así como la declaración del presidente guatemalteco, Alfonso Portillo, citada al comienzo, fue más que una confesión culposa, la reacción de los productores indica un temor parecido. El Consejo Empresarial Centroamericano (CECA) se atrevió a decirle a los negociadores estadounidenses del ALCA, que si no abren su economía a los productos primarios centroamericanos, la firma del CAFTA podrían complicarse. 'Los ganaderos, avicultores y los productores de granos básicos contemplan que es mejor quedarse excluidos del TLC si no hay garantías de protegerse. La principal preocupación de tales sectores está en los subsidios a la exportación y en los apoyos internos que Estados Unidos da a sus agricultores' (Ma. Antonia López, La Prensa, Managua, 15/04/03) Adolfo Facussé, presidente de la Federación de Cámaras Industriales de Centro América, opina en sentido contrario. Para él, 'la lógica de las negociaciones está obligando a llegar a acuerdos rápidamente'. Precisamente, este es el centro del asunto. No sólo apuró a los cinco pequeños presidentes centroamericanos a viajar a Washington, proclamar el TLC y, de paso, avisarle a Bush que lo apoyaban en su guerra contra Irak, además, nos está mostrando con dos años de adelanto, que cuando a la dependencia económica y comercial, incluida la deuda externa, se suma la subordinación estatal, el resultado es el ALCA, aunque sea en el pequeño formato centroamericano.