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ALCA

4 de diciembre del 2002

El neoliberalismo no es el camino
Contra el Alca, por el alba

Gilberto Jiménez
En diciembre de 1998 un proceso electoral llevó a Hugo Chávez Frías a la presidencia de la República con un apoyo popular mayoritario. Se trata de un militar que no vio otra solución para su país -inmerso en una profunda crisis estructural- que una transformación económico- social profunda, un proceso revolucionario pacífico, inédito en el mundo.
Pero para hacerla había que empezar por atacar el eslabón más débil, la estructura jurídico política. Se propuso ganar las elecciones y desde la presidencia de la República llamó a una Asamblea Constituyente para elaborar una Nueva Constitución , es decir, nuevas reglas del juego político que permitiesen llevar adelante, por la vía pacífica e institucional, las transformaciones profundas que el país tanto necesitaba.
Se trata de un proyecto revolucionario que nace en un contexto mundial muy adverso. Otros proceso revolucionarios como el cubano o el propio proceso iniciado por Salvador Allende en Chile contaron con una correlación de fuerzas mundial mucho más favorable a los procesos de cambio.
Chávez sabe bien en qué mundo le ha tocado vivir. Y por eso, uno de los primeros pasos que emprende es la de esforzarse por construir fuerzas internacionales que permitan ir cambiando la correlación de fuerzas, creando así condiciones para los cambios revolucionarios que se propone realizar.
Frente al mundo globalizado en que Venezuela está inserta es necesario buscar algún tipo de integración.
Chávez comienza por reconocer el fracaso de los modelos de integración del siglo XX montados en el marco del capitalismo neoliberal: una integración por arriba, de élites, al margen de los intereses de los pueblos, y cree necesario plantearse otro modelo de integración.
Y para ello se inspira en Bolívar.
Bolívar tenía razones para tener dudas sobre el comportamiento futuro de los Estados Unidos Ya en 1824-25 planteaba proféticamente en uno de sus pensamientos: "Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad." También tenía aprehensiones sobre Europa, la Santa Alianza que amenazaba con volver a retomar las colonias suramericanas. Para hacer frente a cualquier amenaza externa había que conformar un sólo cuerpo político de los países del Sur de América.
En la Carta de Jamaica en 1815, el Libertador proponía la idea de formar de este nuevo mundo una sola gran nación. Y fue en el Congreso de Panamá - después de haber libertado luego de 14 años de guerra a 5 de nuestros países.- donde concretó aquella idea con una acción política, proponiendo una Liga de Naciones; una Liga de Repúblicas y un solo Ejército.
Hablaba de la idea de conformar un solo cuerpo político para negociar en condiciones de igualdad, en paz y en guerra, con las otras tres partes del mundo. Visualizaba entonces el mundo como un mundo pluripolar. Y pensaba, e hizo todo lo que pudo, para que en el Sur de América, incluyendo el Caribe, por supuesto y Centroamérica, se consumara un polo de fuerza.
Volver a estas ideas de Bolívar es lo que el presidente Chávez plantea y por eso es que nos habla hoy de una Alternativa Bolivariana para las Américas: el ALBA:
Se trata de una integración que permita el desarrollo pleno de las potencialidades de nuestros países y que esté al servicio de nuestros pueblos y en perfecta convivencia con el medio ambiente.
Chávez sostiene que, para llevar adelante una integración de un nuevo tipo se requieren decisiones de Estado; de estadistas, de políticos con visión macro. Contrariamente a lo que nos plantea el modelo neoliberal es necesario anteponer la política a la economía Es importante, por lo tanto, que se asuma la discusión política de la integración.
Hugo Chávez ha propuesto varias veces hacer una reunión de presidentes, sólo política, en el seno de la Comunidad Andina. Esta idea se aprobó en Cartagena en 1999, pero aún dicha reunión no ha podido realizarse, a pesar de haber insistido en Lima, donde se propuso una fecha concreta: el 9-10 de diciembre, fecha en honor al Mariscal Sucre y la Batalla de Ayacucho.
Finalmente se aprobó la idea y se empezó a trabajar un documento sobre el futuro político de la integración, pero, poco tiempo antes de la reunión cumbre comenzaron a pasar cosas extrañas en Sudamérica.
Primero en Bolivia comenzaron a circular versiones de que Chávez se reunía en secreto con unos dirigentes indígenas y que estaba financiando la toma de carreteras en las zonas cocaleras.
Pocas semanas después hubo varios muertos y tuvo que decretarse el estado de sitio, y de ello se culpó a Chávez.
A las pocas semanas, en Ecuador, empezó a circular la versión de que Chávez estaba apoyando a Lucio Gutiérrez y a otros militares con dinero y armas para un golpe contra Novoa; que Chávez andaba buscando la internacionalización de esos movimientos militares.
En el Perú corrieron el rumor de que el gobierno venezolano tenía escondido a Vladimiro Montesinos.
Frustrado ante la imposibilidad de concretar la reunión política de los mandatarios latinoamericanos, Chávez sostuvo, en una ofrenda floral a Bolívar, en el marco de una Cumbre de la OPEP que se realizada en Caracas: "Este año, Padre Libertador, frente a tus cenizas lo decimos: "En esta América tuya tan dividida, fue más fácil reunir a los jefes de estado de la OPEP que cruzaron mares, desiertos y caminos, que a los presidentes de los países liberados por ti." Claro y decidido en su idea de buscar una nueva forma de integración, no habían pasado ocho días de haber sido electo el presidente cuando ya él proponía la integración de Venezuela al MERCOSUR, con la finalidad de buscar una forma de integración entre el MERCOSUR y Comunidad Andina de Naciones, y no para abandonar o romper la Comunidad Andina, como falsamente se sostuvo en aquel momento.
Esta integración debía hacerse en dos fases: Primero con el fortalecimiento de los Acuerdos sub regionales como la CAN, CARICOM y MERCOSUR y luego con la integración de estos bloques entre sí.
Chávez sostiene que la integración debe realizarse partiendo de los problemas más graves que todos nuestros países tienen en común: la pobreza; la vivienda; la deuda externa, entre otros.
Tiene claro que nuestros problemas son tan inmensos y tan grande la deuda social con nuestros pueblos que no pueden ser enfrentados en forma aislada, sino que deben ser abordados conjuntamente. Si el tratamiento del problema argentino lo hubiésemos asumido entre todos, seguramente distinta hubiese sido la salida.
Tendríamos que llegar a acuerdos en que si agreden a uno de nuestros países se consideraría como si nos estuviesen agrediendo a todos.
En cuanto a la integración económica el presidente venezolano imagina una integración real, que vaya más allá del mero intercambio comercial, de los aranceles y de las zonas de libre comercio, que sólo favorecen a las transnacionales y a las élites de cada uno de nuestros países.
Es urgente tomar en cuenta a nuestros pueblos, a las cadenas productivas reales.
En este sentido Chávez plantea la idea de una empresa petrolera de los países de Suramérica, incluyendo a México, una Petroamérica, por ejemplo. Los 5 países libertados por Bolívar:
Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Venezuela son países energéticos: tienen gas y petróleo. Y hay que agregar a Brasil, que sin ser un país petrolero, tiene petróleo, tiene gas y una producción importante, aunque sea para su consumo interno. Igualmente hay que considerar a México.
Chávez nos habla de una integración que permita construir economías complementarias; que permita a nuestros países dejar de ser meros exportadores de materias primas y desarrollar el procesamiento de ellas aguas abajo. Como un ejemplo tenemos el caso del aluminio. Venezuela produce aluminio y lo exportamos como materia prima a Europa y a los Estados Unidos.
Colombia ha desarrollado de una manera importante el procesamiento aguas abajo del aluminio, pero absurdamente teniendo al lado nuestro aluminio, este país compra aluminio a Europa y a otros países. ĦQué bueno sería que Venezuela y Colombia conformaran una cadena productiva para que entre ambos pudiésemos producir el aluminio y sus derivados para venderlos al mundo Otro ejemplo es el de la pulpa para el papel. Venezuela la importa y Colombia también, sin considerar que ambos países cuentan con 600 hectáreas de pino Caribe para producir toda la pulpa que necesitan los dos países. Hay que tratar de instalar una planta para producirla y elaborar el papel.
Está también el gran tema de la deuda externa.
En una reciente reunión de presidentes de Suramericanos, uno de ellos dijo claramente que como era posible que los bancos, el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial le prestasen dinero a los países del Sur, por ejemplo, para hacer carreteras y autopistas y eso lo incorporaran como deuda, en el monto de la deuda global. En cambio, esos mismos organismos le otorgaban a los países desarrollados, préstamos para autopistas y obras sociales y esto no era considerado como deuda. En estos casos les aplicaban otro procedimiento, y lo contaban como ayuda para el desarrollo y no como deuda, mientras que a los países pobres, nos cobraban hasta el último centavo en groseros intereses que hacen impagable la deuda externa.
Según el presidente Chávez, este trato discriminatorio se debe a que no hemos tenido el coraje de oponernos, la culpa es nuestra, porque si nosotros dejáramos de quejarnos y tomáramos decisiones políticas amparadas por el aval de los pueblos, la situación comenzaría a cambiar.
Pero los presidentes hasta ahora se han quedado en puras declaraciones, van de cumbre en cumbre y no toman ninguna decisión. No se atreven a retar al mundo. Y mientras no lo hagamos como un todo, no vamos a poder tener un modelo de desarrollo propio.
Sin duda que la deuda externa es injusta en los términos en que hoy está planteada y es necesario buscar una fórmula para enfrentarla juntos.
Chávez sostiene que si el contexto mundial, o al menos el regional, comenzara a cambiar, y un grupo mayor de países comenzara a acercarse a una posición que nos permitiese mañana o pasado mañana tener una correlación de fuerzas más favorable y si surgiera una voluntad política de líderes para afrontar en conjunto los riesgos y a explicarle al mundo las decisiones, se podría entonces organizar una especie de OPAE de la deuda Esto propuesto y que Chávez ha llamado Organización de Países Altamente Endeudados OPAE, donde debería estar Argentina, México, Brasil, Venezuela y otros países más, permitiría a los mandatarios, en nombre de 200 ó 300 millones de habitantes que los presionan y que los eligieron para gobernar por ellos, en bloque,- exigir el cambio del esquema de pago. Chávez cree que en esas condiciones, con una correlación de fuerza mucho más favorable, esto sí se podría lograr.
Pudiéramos decir simplemente que no pagaríamos la deuda, así, de manera tajante, pero Chávez prefiere una vía de conciliación. Hay muchas. Una de ellas, fue su planteamiento en la Cumbre de Monterrey, la creación, frente al Fondo Monetario Internacional, de una alternativa que él llamó el Fondo Humanitario Internacional. Propuso entonces hacer un acuerdo en que un porcentaje, aún por determinar, de la deuda externa de nuestros países, fuese colocado en un fondo a ser administrado por un grupo de personas que sea elegido en el seno de las Naciones Unidas para luchar contra la pobreza en nuestros propios países y otros países hermanos.
Deuda la cual cabe decir, hemos ya pagado 3 veces y seguimos aún pagando, en una suerte de mecanismo eterno, tal como lo ha definido el Comandante Fidel, en varias oportunidades.
Otro mecanismo es que podríamos considerar es el pagar la deuda en un plazo mayor; exigir un período de gracia de varios años; colocar condicionantes.
Pero el ALBA debe ir más allá de una integración económica y plantear una integración cultural que respete las culturas originarias de nuestros pueblos. Y que también permita la integración educativa en todos sus niveles, así como el tratamiento común para el desarrollo de nuestras zonas fronterizas.
Estas son algunas ideas de un modelo de integración alternativa que Chávez plantea con la creación del ALBA o Alternativa Bolivariana de las Américas.
La propuesta del ALBA no ha sido desarrollada todavía con la profundidad requerida. Se hace necesaria la participación de todos los grupos de reflexión y corrientes alternativas de nuestra América Pudieran ser útiles los trabajos técnicos de la CEPAL, de la ALADI, del SELA. Hay instituciones que tienen trabajos elaborados de integración que pudieran hacer interesantes aportes. Casi todas estas instituciones fueron satanizadas por el neoliberalismo.
Chávez considera que los presidentes suramericanos deberían darle un mandato al SELA, a la ALADI, a la CEPAL, para presenten en un tiempo prudencial un plan de largo plazo de integración real, concreta. Se podría hacer una comisión. Existen los técnicos y recursos para elaborar propuestas de integración. El tiempo, cuando se quiere se encuentra. Lo que falta para arrancar es la voluntad política.
Sin duda que la nueva situación política que se planeta en nuestro continente con las victorias electoral de Lula, en Brasil, y de Lucio Gutiérrez en Ecuador, y el avance de importantes sectores sociales en Bolivia y en Uruguay, por ejemplo, estas propuestas tendrán ahora más apoyo.
Chávez está muy conciente que, paralelamente a este esfuerzo a nivel de mandatarios, es necesario seguir trabajando mucho más a nivel de los grupos sociales y de los partidos políticos, para que esta idea vaya tomando calor desde abajo y tenga fuerza propia.
El Foro Social Mundial, podría ser un excelente escenario para ir trabajando, junto con los movimientos alternativos en cada país, el tema de esta nueva forma de integración.
La lucha en contra del ALCA no debe ser asumida solamente por un grupo de mandatarios del continente. Debe ser asumida e impulsada por nuestros pueblos, así como las alternativas Por que no plantear como bandera en el marco de las consultas populares que se preparan - llámense plebiscitos, referéndum o consultas, la consigna: Contra el ALCA el ALBA, una Alternativa bolivariana para las Américas.
Para finalizar quiero hacer un llamado a la solidaridad internacional, a que todas las fuerzas progresistas y democráticas del mundo permanezcan alertas frente a una nueva amenaza que se cierne sobre la revolución bolivariana y la democracia venezolana Para el próximo 2 de diciembre las fuerzas reaccionarias de Venezuela, conformada por partidos políticos de oposición, por un binomio contra natura Confederación de Trabajadores de Venezuela y central patronal, apoyados por los nefastos medios de comunicación del país, están convocando nuevamente a un paro nacional con la clara intencionalidad de transformar esta protesta en un paro indefinido de evidente carácter insurreccional, que no busca sino el derrocamiento del presidente constitucional, Hugo Chávez, elegido por la voluntad mayoritaria del pueblo venezolano, un intento claro de la oligarquía de reeditar el golpe de estado del pasado 11 de abril. Debemos estar muy atentos a este nuevo reto que el pueblo bolivariano está preparándose a enfrentar junto a su presidente en defensa de su revolución.



Intervención de Gilberto Jiménez
reunión hemisférica contra el ALCA en CUBA
27 noviembre 2002