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Latinoamérica

Entrevista a Aida Quilcue, Coordinadora del Programa de Derechos Humanos del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC)

"La presencia de cualquier grupo armado es una amenaza para los pueblos indígenas"

Enric Llopis

Rebelión

En 2008, cuando Aida Quilcue desempeñaba la Consejería Mayor del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), se desarrolló la Minga de la Resistencia Social y Comunitaria, protesta en la que resultó asesinado su marido a manos del ejército colombiano. En el año 2009 sufrió un atentado su hijo. Ella -líder de los indígenas Nasa, coordinadora actualmente del Programa de Derechos Humanos en el CRIC, y también coordinadora de la Comisión de Derechos Humanos, Conflicto Armado y Paz del movimiento indígena colombiano- ha sido víctima de "señalamientos", amenazas y procesos de judicialización (acumula actualmente siete demandas). Aida Quilcue ha participado en Valencia en dos actos, organizados por la Coordinación Valenciana de Solidaridad con Colombia y la organización Perifèries.

-Entre el 15 y el 17 de marzo ha tenido lugar en Bogotá la Cumbre Nacional Agraria, Étnica, Campesina y Popular. ¿Qué balance haces de la misma?

La Cumbre representa la alianza de las organizaciones para coordinar todas las luchas sociales agrarias. Frente al gobierno, que busca desarrollar los Tratados de Libre Comercio (TLC) y eso apunta contra el desarrollo agrario y de los sectores rurales. En la Cumbre hubo acuerdo para trabajar políticas estructurales por parte de los sectores populares, presentar propuestas al gobierno y llevar a término luchas potentes.

-¿Cuál es el panorama en materia de derechos humanos en el departamento del Cauca?

Después de décadas de conflicto armado, actualmente -en pleno desarrollo del proceso de paz- la violencia es mayor en nuestro territorio. Se producen más asesinatos, desplazamientos forzosos, reclutamiento de niños y niñas, y confrontaciones entre el ejército y la guerrilla que afectan a la sociedad civil. En el municipio de Toribio desde el sábado hay gente fuera de sus casas por estos enfrentamientos. Por tanto, sigue la violación de los derechos humanos. En 2013 hubo 53 asesinatos (reportados) por parte de los distintos grupos armados. Mientras se negociaba en La Habana.

-¿Cuáles son los problemas principales que afrontan las poblaciones indígenas?

En algunas zonas, el conflicto armado entre el ejército y los paramilitares, y la guerrilla. Pero sobre todo, la actuación de las transnacionales, que ponen en peligro la vida de los pueblos, producen despojos territoriales y, por tanto, pobreza extrema. Por ejemplo, en el Casanare (Oriente), ha tenido lugar una crisis ecológica con la muerte de más de 20.000 especies de chiguiro así como de ganado vacuno. La razón es que las perforaciones petroleras han secado el agua. Los afectados de todo ello somos los indígenas y la población campesina.

-¿Podrías destacar las principales reivindicaciones de los movimientos indígenas y, en particular, del pueblo Nasa?

En primer lugar, la defensa del territorio y el rechazo de los grupos armados. También defendemos el control de nuestros territorios mediante el gobierno y las guardias indígenas, lo que es muy importante en el caso del pueblo Nasa. Además, el fortalecimiento de la educación y la salud propia e intercultural, la comunicación alternativa y comunitaria.... Todo ello como proceso propio, pero también son reivindicaciones que planteamos al gobierno en el marco de la constitución política de Colombia. Además, el desarrollo de una economía propia. Continuamos asimismo trabajando en los "planes de vida" de los pueblos indígenas.

-¿Y las acciones más destacadas?

Las de movilización y las marchas. Además, el desarrollo de "planes de vida", trabajo de acompañamiento, orientación mediante capacitaciones y formación; participamos además en las mesas de diálogo con el gobierno de Colombia; formación política...Tomamos parte en redes donde trabajamos conjuntamente con organizaciones campesinas y de afrocolombianos.

-¿Cómo caracterizarías al pueblo Nasa?

Se ubica mayoritariamente en el departamento del Cauca, pero también en otros como Nariño, Putumayo, Caquetá, Valle del Cauca o Meta. Es uno de los pueblos más importantes en el marco de las luchas indígenas. Muy reivindicativo en la defensa del territorio y, en consecuencia, muy represaliado y sometido a una persecución permanente. Más ahora, incluso, que en la época del conflicto armado.

-¿Están coordinadas las poblaciones indígenas y sus luchas?

En el Cauca, el CRIC agrupa a los pueblos indígenas y a 120 cabildos (cada uno con su autoridad). A nivel nacional, la entidad representativa es la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), donde están la mayoría de los pueblos. En esta organización se encuentran representados los pueblos indígenas más importantes.

-¿Qué opinas de los diálogos de La Habana?

Como parte del movimiento indígena colombiano, pienso que es muy importante que culminen con la firma de la paz, pero hay una crisis humanitaria que continúa hoy debido a la violencia armada. Y que la estamos viviendo en los territorios indígenas. Por eso pedimos que se garanticen los derechos humanos. Además, se trata de diálogos bilaterales. Pensamos que la Agenda Social no deberían negociarla únicamente el gobierno y las FARC. Ni tampoco que sean ellos quienes negocien los derechos de los pueblos indígenas.

-¿Qué impacto tiene la presencia del gobierno y las transnacionales en vuestro territorio?

Nos afectan mucho. Y es por eso precisamente por lo que se da el conflicto armado. Ambicionan el agua, el oro, el petróleo, el oxígeno. El gobierno y las FARC están presentes en las zonas con riquezas naturales. Pero nosotros también vivimos allí, y lo que queremos es estar tranquilos. En cuanto a las multinacionales, llegan de la mano del ejército y de los paramilitares y fuerzan a los desplazamientos. Se producen entonces amenazas, judicializaciones y violaciones de los derechos humanos.

-Por último, en cuanto al impacto de la violencia militar y paramilitar...

Obedecen tanto al capitalismo como a las políticas del gobierno. Su verdadero interés, insisto, es el control del territorio. Vulneran los derechos de los pueblos indígenas. Para nosotros, es una amenaza la presencia de cualquier grupo armado.

Fuente: lafogata.org