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Liberan a equipo periodístico de teleSUR detenido por la fuerza en Honduras
Telesur / Mariátegui
 Militares 
golpistas en Honduras liberaron al equipo de teleSUR apresado mientras cubría la 
represión del Ejército y la Policía contra una manifestación pacífica en las 
inmediaciones del Palacio Presidencial. La enviada especial de teleSUR, Adriana 
Sívori, reportó al ser liberada que los militares los apuntaron con armas y 
fueron violentos.
Militares 
golpistas en Honduras liberaron al equipo de teleSUR apresado mientras cubría la 
represión del Ejército y la Policía contra una manifestación pacífica en las 
inmediaciones del Palacio Presidencial. La enviada especial de teleSUR, Adriana 
Sívori, reportó al ser liberada que los militares los apuntaron con armas y 
fueron violentos.
Tras su liberación, Sivorí denunció que fue secuestrada y agredida por 
autoridades militares de esta nación, asimismo dijo que fue "trasalada 
violentamente y apuntada con fusiles hacia migración".
"Lo que hicimos fue informar al pueblo de lo que está pasando en este país 
centromericano y por esa razón sin darnos explicaciones fuimos agredidos", dijo.
Informó que fue detenida junto con un equipo de reporteros de una agencia de 
noticias internacional.
"En este momento regresamos al hotel Marriot, que queda cerca del Palacio de 
Gobierno", relató.
La periodista sostuvo que "cualquier cosa que le pase a los periodistas 
extranjeros que cumplen con su trabajo en Honduras es responsabilidad del 
gobierno de facto".
Frente a esta detención el embajador de Venezuela en Honduras, Armando Laguna le 
manifestó al General Romeo Vásquez, quien participa del golpe de Estados, que es 
"necesario que se respete siempre el hilo constitucional".
Le insistió al Ejército que "es importante que ustedes entiendan que hay una 
opinión internacional que está rechazando lo que está pasando" en Honduras.
"La Comunidad Europea, toda suramérica está bastante impresionada con lo que 
esta pasando", dijo.
Les comunicó que teleSUR "es un medio de comunicación, lo que está haciendo es 
su trabajo, está presentando lo que ven, ni más ni menos".
La corresponsal de teleSUR, Madelein García, informó que el General Romeo 
Vásquez se comunicó con el embajador de Venezuela para pedir disculpas por la 
detención del equipo y los periodistas de teleSUR.
"Nosotros creemos en la palabra de los militares, para nosotros es lo más 
importante, voy a creer en su palabra y que sé van a tomar las medidas 
respectivas", les dijo el emabajador.
"Infórmele al subgeneral que el embajador de Venezuela en Honduras está saliendo 
para el Hotel Mariot a buscar a su personal (...), tenga en cuenta que voy para 
allá", dijo el embajador.
Los periodistas detenidos por los militares golpistas para evitar que se 
transmitiera al mundo lo que está ocurriendo en Honduras fueron: Adriana Sívori, 
María José Díaz y Larry Sánchez.
La enviada especial de teleSUR, Adriana Sívori, denunció más temprano durante su 
detención que el equipo de esta televisora junto con los periodistas de la 
agencia internacional AP están siendo detenidos por militares armados "y esto 
quiero denunciarlo al mundo".
"Nos están secuestrando, esa es la verdad.Nos quitaron los documentos", dijo 
Sívori. Los militares que detuvieron ilegalmente al equipo de esta cadena se 
negaron a ofrecer declaración alguna sobre el lugar al que trasladaran al 
equipo. 
"Quizás los llevamos a inmigración", dijo uno de los militares que secuestró a 
los periodistas. 
A la enviada especial de teleSUR, los militares intentaron quitarle su teléfono 
celular, para impedir que se comunicara con la sede principal de esta planta 
televisiva ubicada en Caracas, Venezuela, y poder así informar las acciones 
represivas contra periodistas y la población en general. 
"En vez de defendernos nos están haciendo esto. Nos llevan presos a punta de 
armas, no nos dan explicaciones. No sabemos a dónde vamos, nos llevan a un lugar 
desconocido", alerta vía telefónica la corresponsal de teleSUR.
Las razones que alegaron los militares para detener a este grupo de periodistas 
fue "por razones de seguridad". "Esto es un atentado a la libertad de prensa, 
ustedes nos están reprimiendo", exclamaba Sívori. 
Los miembros del Estado Mayor del gobierno de facto también amedrentaron vía 
telefónica a la enviada de teleSUR Madelein García, adviertiéndole que de no 
cortar las transmisiones serían detenidos. 
teleSUR es el único canal internacional que ha transmitido en vivo, y minuto a 
minuto las incidencias del golpe de Estado contra el gobierno legítimo de 
Zelaya. Los medios de comunicación locales privados se han plegado a las 
acciones subversivas y están transmitiendo programación regular.
Los pocos medios independientes que estaban reportando, fueron clausurados. 
En la madrugada del domingo, un comando militar ingresó en la casa presidencial, 
secuestró al presidente elegido por votación popular y lo sacó del país para 
llevarlo a Costa Rica. 
El Ejército hondureño revivió así los tiempos más oscuros de la guerra fría, 
cuando cumplía fielmente con el papel de sesgar cualquier iniciativa o 
movimiento social que pudiera pretender un mínimo avance de los sectores más 
empobrecidos del país. 
Zelaya había decretado un importante incremento al salario mínimo y estrechado 
relaciones con los sectores populares. En política internacional se sumó a la 
oleada de gobiernos progresistas que renegaban de las políticas neoliberales que 
dominaron los años noventa, se integró en la Alianza Bolivariana de las Américas 
(ALBA), y restauró las relaciones diplomáticas con Cuba. 
Para este domingo cometió el delito imperdonable de "preguntar al pueblo". 
Convocadas elecciones legislativas y municipales ideó la propuesta de instalar 
una urna más donde los ciudadanos se pudieran pronunciar sobre una posible 
convocatoria de una Asamblea Constituyente para el próximo año. 
La iniciativa fue apoyada por la firma de 400 mil ciudadanos hondureños, las 
tres centrales obreras, el Bloque Popular de Honduras y toda una serie de 
organizaciones sociales, pero no por los sectores empresariales que temen 
cambios en sus privilegios fiscales y en la política de expolio de los recursos 
naturales del país, como ha ocurrido en países como Ecuador, Bolivia y 
Venezuela.
Desde que se ejecutó el golpe de Estado, el gobierno de facto ha cerrado 
canales de televisión, emisoras de radio, ha perseguido periodistas y bloqueado 
las conexiones por internet. Sólo teleSUR ha transmitido como cadena 
internacional minuto a minuto los hechos que rodean este golpe de Estado.