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Zapatismo

Perú: de la inteligencia al tacho de basura

Gustavo Espinoza m. (*)

En los comienzos del año 2,000, cuando el fujimorismo en bancarrota pugnaba afanosamente por sobrevivir aferrado a su privilegiada posición de Poder, uno de sus postulantes a la Cámara Legislativa asoció su nombre con un lema orientado a resaltar lo que consideraba era su "principal virtud". Dijo, en efecto, que él era "la inteligencia en acción". En su momento., la gente no le creyó, y el vanidoso pretendiente tuvo que marchar poco después con Fujimori al basurero de la historia.

Pues bien, hoy si puede hablarse de "la inteligencia en acción", pero para aludir no a las calidades personales de nadie, sino al trabajo activo  de ciertos servicios en el marco de la contienda electoral que concluirá este domingo 4 de junio. El adquirió un sesgo más vigoroso, y creador, por cierto, a partir de la presencia en Lima de un supuesto emisario del  gobierno de los Estados Unidos, un norteamericano de apellido Maxell, enviado como señal de la honda preocupación que concita en Washington la contienda electoral de nuestro país.

A partir del arribo de tan distinguido personaje, han arreciado en el Perú los "trabajos de inteligencia".  En un comienzo fueron simplemente medidas administrativas, como el retiro de la visa al candidato Ollanta Humala en previsión de que pudiese viajar a los Estados Unidos para hacer allí campaña entre los residentes peruanos, que suman una cifra considerable; pero después aparecieron grabaciones y declaraciones ciertamente más comprometedoras.

Hoy, en el extremo, ha aparecido ya un libro escrito y publicado por un reo en cárcel que se supone absolutamente incomunicado: el asesor de Fujimori precisamente en tareas de Inteligencia, que afronta numerosos juicios, pero que se da tiempo, entre audiencia y audiencia, para desarrollar su visión, en torno al proceso peruano y latinoamericano; pero que además, tiene recursos suficientes y contactos en el exterior que le permiten editar su best seller y distribuirlo a los medios.

"Peón de ajedrez", se titula el trabajo recientemente publicado, y conocido solamente anoche. A través de él, se desarrolla la tesis que Ollanta Humala es "un producto de la inteligencia cubano venezolana", una suerte de bebe probeta, claro, una creación artificial de la ciencia y la tecnología de nuestro tiempo; en tanto que su competir, Alan García es ciertamente la expresión más viva de la democracia.

Para hacer más verosímil la tesis, se la vincula con personas de carne y hueso. Se habla, por ejemplo, de Henry Rangel, Jefe de la Inteligencia venezolana, y de Sergio Cardona, un supuesto oficial de mar de la inteligencia cubana. Ellos habrían concertado una celada para "captar" al desaprensivo  Ollanta aprovechando su viaje de luna de mil en Varadero en compañía de su dulce Nadine, hace algunos años.

De este modo, y contra todos los pronósticos, el uniformado de la olla bicolar sería nada menos que un agente "chavo-castrista" con una misión definida: uncir al Perú al carro de la dominación cubana haciéndose del gobierno el próximo domingo. Para impedir tamaño despropósito, sólo habría un camino: votar por García aunque con arcadas.

Con arcadas, sí, lo reconoce y lo asume Jaime Bayli, el "niño malo" de la televisión peruana que aconsejó el pasado domingo diversos vomitivos a sus electores para neutralizar el efecto que podría producirles el votar por García. Y lo acepta  también Luis Rey de Castro, otro de los escribientes más mordaces de la reacción, que admite como su tarea principal respaldar en las ánforas al candidato de El Frontón haciéndose a la idea que se está comiendo un plato de ancas de rana.

Una novela policiaca, por cierto, aderezada con fino humor, pero que tiene un sólo objetivo: polarizar el escenario colocando a un lado al "candidato de Chávez" y al otro al paladín de la democracia.

Ocurre, sin embargo, que el paladín de la democracia no es propiamente una paloma, aunque le encanta posar con una de ellas en los mítines que encabeza. James Petras, que estuvo en el Perú precisamente en los días de la matanza de El Frontón, en junio de 1986, no tiene reparo alguno en considerarlo ladrón y asesino. Y el propio Rey de Castro lo describe como un "Emperador del disparate". Y es que, en efecto, no sólo dice disparates, sino también las hace. Y de eso, somos testigos millones de peruanos.

Ya no es posible aquí, conocer ni difundir encuestas. Las autoridades se han tomado la libertad de prohibir no sólo la publicación, sino también la difusión de las mismas a través de cualquier medio, incluido el teléfono y el Internet. Prefieren tenernos atados hasta la tarde del domingo, momento en el que esperan darle al Perú el tiro de gracia informándole que la democracia ha vencido.

Nos queda, sin embargo a los peruanos recordar la frase que Prometeo entregó a Esquilo: "Dios liberó a los hombres del temor a la muerte, dándoles una quimérica esperanza". Y esa quimérica esperanza puede tornarse real sin embargo porque los hombres de Prometeo son cada vez más conscientes y saben que tras García está no sólo la Mafia, sino también la Inteligencia americana que dispone sus peones en este complejo juego de ajedrez. Ellos todos, por la voluntad de los peruanos, bien pueden terminar en el tacho de la basura. (fin)

(*) Del Colectivo de Dirección de Nuestra Bandera  

Fuente:www.lafogata.org