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Latinoamérica

Guerra de guerrillas
Venezuela prepara su defensa

Miguel Ángel Ferrer
Rebelión

Contra Hugo Chávez el imperialismo norteamericano y la oligarquía venezolana han intentado todo: satanización internacional del líder, desestabilización económica, sabotaje de la industria petrolera, magnicidio y golpe de Estado. Y hasta ahora todo ha fallado. Por eso, entre los planes de Washington la tarea que sigue es la invasión militar en gran escala. Pero el asunto no es tan sencillo. Primeramente, porque al gobierno de Bush no le sería fácil sostener dos guerras al mismo tiempo: en Irak y en Venezuela. Dos frentes a una distancia de unos quince mil kilómetros entre sí. Y Washington ni siquiera puede albergar la esperanza de una victoria militar en breve plazo. Más bien es al contrario: la única forma de salir pronto de Irak, en cosa de algunos meses, es vencido y en retirada. Y cómo lanzarse a la aventura de una nueva guerra tras la humillante derrota en Irak.
Pero estos cálculos optimistas sólo les permiten a Chávez y a los venezolanos disponer de un poco de tiempo. Los planes de invasión militar de Venezuela están preparados hace muchos meses. Y no será lo injustificable e impopular de una nueva guerra tras la humillación iraquí lo que detenga los propósitos de aniquilación de la revolución chavista por cuenta de Estados Unidos. Y debe considerarse, además, que si Bush no encuentra el momento propicio para la agresión militar, nada ni nadie garantiza que el nuevo gobierno de Estados Unidos no intente hacer lo que el texano no pudo.
Por eso la revolución bolivariana no puede bajar la guardia. Y no lo hace. Sabe bien que debe preparar su defensa cada día. Y sabe igualmente que la única manera de disuadir a Washington de lanzarse a la agresión es hacerle saber a éste que la victoria no será fácil. Y que lo más probable es que ni siquiera haya victoria.
Frente a las amenazas de invasión, Venezuela ha seguido el camino trazado desde hace casi cinco décadas por el gobierno cubano: preparar la defensa. Y hacerlo en todos los campos. Y empezar por lo más obvio: la formación de tropas preparadas para la guerra irregular. Porque una invasión de Venezuela tendería a parecerse en muchos aspectos a Irak y a Vietnam. El enemigo podrá desembarcar en territorio venezolano, pero no podrá ocuparlo. Y pertrechar a estos ejércitos irregulares es parte esencial de las tareas de defensa. Y para ello Venezuela ha adquirido, como ha sido ampliamente difundido por los medios de comunicación de todo el mundo, cien mil fusiles AK-47, armas ligeras de gran valor estratégico en la lucha guerrillera.
Es claro que Venezuela no desea una guerra con Estados Unidos. Sería muy alta la cuota de sufrimientos y de sangre para los venezolanos. Por eso precisamente hay que evitarla. Y sólo puede ser evitada si el agresor comprende que nada garantiza la victoria final. Que esa guerra caribeña no se asemejará en nada a un día de campo. Que no será un paseo dominical. Que será otro Irak. Que será otro Vietnam
Hasta ahora, los medios de comunicación afines al imperialismo, al servicio de la oligarquía venezolana o proclives a defender y preservar el actual sistema de dominación de los países pobres han querido presentar la adquisición de ese armamento ligero como una amenaza para los estados vecinos de Venezuela. Como instrumentos de agresión y no como lo que son: medios de defensa. Y han pretendido igualmente presentar la reciente formación de dos cuerpos de tropas no convencionales como mecanismos destinados a una eventual y futura represión del pueblo venezolano, y no como lo que son: ejércitos preparados para la lucha guerrillera contra un nada hipotético invasor.
Frente a estas tergiversaciones, Venezuela hace lo que puede en el campo de los medios de comunicación: dice su verdad, apela a la inteligencia de los seres humanos y convoca a estudiar la conducta agresiva, militarmente agresiva, del imperialismo en los últimos cien años en Latinoamérica y en otras regiones del mundo. Pero esta batalla de ideas no distrae a gobierno y pueblo venezolanos de su tarea central y decisiva que es preparar la defensa de su patria, de su democracia y de su revolución.

Fuente:www.lafogata.org