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Latinoamérica

Ecuador: Denuncia de la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (CEDHU)
El Congreso revela una faceta desconocida: La prisión ilegal

Altercom

A sus conocidas y admiradas labores, el honorable Congreso Nacional ha sumado una faceta hasta ahora desconocida: la de prisión ilegal y centro de torturas light. Desde las protestas de abril pasado, los policías de la escolta legislativa, a cargo del coronel Hernán Feijó, conducen a las personas detenidas en el sector de la Santa Prisca -mayoritariamente colegiales de 11 a 17 años- a uno o más de los camiones estacionados en el parqueadero del Parlamento. También los baños de las entradas al Legislativo han sido usados como calabozos. Allí, los chicos permanecen durante muchas horas, dependiendo el momento en que hayan sido arrestados, antes de ser trasladados a un centro de detención legal.

De acuerdo con varios testimonios recogidos en la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos, durante el traslado y una vez en el camión, los colegiales reciben puñetazos, patadas, toletazos y gas en los ojos y en la boca. También son golpeados con tubos. Algunos chicos incluso han mencionado amenazas de carácter sexual por parte de los policías. Antes de salir en libertad, todos los detenidos son acusados de haber roto algo y los desesperados padres de familia deben pagar pagando sumas que a veces alcanzan cientos de dólares para volver a ver a sus hijos.

Los policías apostados en el Congreso detestan, además, la labor de las instituciones de derechos humanos, y varios de nuestros compañeros han sido insultados y agredidos por acercarse a los detenidos y preguntarles sus nombres, cédulas y algún número de teléfono. Esto a pesar de que la ley garantiza el derecho de las personas arrestadas a que su detención sea conocida por familiares y el derecho de los organismos de derechos humanos a realizar su labor.     

Fuente: lafogata.org