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El Protocolo de Kioto debería ser un freno ante el cambio climático
José Manuel Delgado 
El calentamiento global del planeta, el rápido cambio climático inducido por la 
acción del hombre, se considera el mayor problema medioambiental que se afronta 
en el siglo XXI. Para atenuarlo, la única acción posible es reducir las 
emisiones de gases que lo provocan. El Protocolo de Kioto obliga a controlar las 
emisiones de gases de efecto invernadero para mitigar el cambio climático. El 
acuerdo tendrá repercusiones en el modo de vida y en el desarrollo económico.
En diciembre de 1997, tras intensas negociaciones, 150 países firmaron en la 
ciudad japonesa de Kioto un protocolo para reducir en 2012 un 5,2 % las 
emisiones de gases de efecto invernadero respecto al nivel de 1990. Este acuerdo 
fue calificado en su día como de mínimos. El texto ha entrado en vigor el 16 de 
febrero del presente año, después de que lo hayan ratificado 126 países que 
emiten más del 55 % de los gases de efecto invernadero. Entre los países que lo 
han ratificado están los 25 de la UE, Rusia, China, Argentina,.... Sin embargo, 
Estados Unidos, el mayor emisor de gases contaminantes, que emite el doble de CO2
por habitante que Europa, se niega a firmarlo. 
Las reducción de emisiones sólo afecta a 33 países desarrollados porque los 
países en desarrollo no están obligados a contaminar menos. La UE acordó reducir 
sus emisiones un 8 %, pero como no todos los países partían de la misma 
posición, repartió. España puede aumentar sus emisiones un 15 % respecto a 1990. 
Algo que ya ha sobrepasado con creces pues triplica ese nivel de crecimiento y 
ahora tiene que reducirlas. Por este motivo, en España, el cumplimiento del 
Protocolo de Kioto va a ser más duro que en otros países europeos que empezaron 
antes a planificar sus actuaciones. La pasividad del Gobierno popular frente al 
problema del cambio climático ha agravado la crítica situación actual, con un 
nivel de emisiones que supera ya en un 30 % el nivel máximo al que se 
comprometió.. España emite actualmente un 45 % más que en 1990. El acuerdo de la 
UE para cumplir con Kioto asignó que España podía emitir en 2012 un 15 % más que 
en 1990, el año de referencia para el acuerdo. España es el país industrializado 
más alejado de su objetivo. 
Con objeto de cumplir con el Protocolo, el Gobierno español ha asignado unos 
derechos de emisión de CO2a un millar de instalaciones, si lo 
sobrepasan, tendrán que pagar en forma de compra de derechos de emisión. El 
grueso de la reducción lo tendrán que hacer las eléctricas, que emiten un 25 % 
del CO2 industrial. De todas formas el plan del Gobierno no es muy ambicioso, ya 
que su objetivo es reducir las emisiones un 0,4 % hasta 2007 y deja el grueso de 
la reducción para el período 2008-2012. Pero el problema no sólo está en la 
industria, ella es responsable de un 40 % de las emisiones. El resto son los 
sectores difusos, principalmente transporte y vivienda. 
En España se emiten 400 millones de toneladas de CO2 equivalente, una medida que 
convierte en CO2 los seis gases de efecto invernadero (metano, óxido nitroso y 
tres gases industriales además del CO2). En el mundo se emiten unas 6.000 
millones de toneladas al año, una cifra en continuo ascenso. Es el fruto del 
desarrollo, de la revolución industrial, del petróleo. Casi todo lo que nos 
rodea emite CO2 
¿Y qué se entiende por el efecto invernadero? La atmósfera contiene pequeñas 
proporciones de ciertos gases que son casi transparentes para la radiación 
solar, pero casi opacos para la radiación infrarroja que emite la superficie 
terrestre de vuelta al espacio. Así la atmósfera absorbe calor que sale de la 
Tierra y lo envía de vuelta a la superficie. Si aumenta la presencia de esos 
gases en la atmósfera, la superficie terrestre aumenta su temperatura. 
Pero la lucha contra el cambio climático no sólo depende de los Gobiernos y de 
las medidas que implanten. Nosotros como inquilinos de esta casa, nuestra 
Tierra, debemos velar por el futuro de la generaciones venideras para que se 
encuentren con un planeta habitable y sostenible. Por ello, aunque de manera 
individual, ya que "muchos pocos hace mucho" debemos consumir lo indispensable 
(energía, agua,...), reciclar, reutilizar, usar más el transporte urbano, etc.
Dada la gran importancia de este tema y nuestro interés por abordar en 
profundidad y de manera divulgativa el asunto, El GRUPO DE MEDIO AMBIENTE de 
AFUVEVA vamos a realizar en abril las II JORNADAS DE MEDIO AMBIENTE DE 
VALDEBERNARDO centradas en una mesa redonda en la que participarán varios 
expertos para debatir sobre el cambio climático. Jornadas de cuya celebración ya 
anunciaremos en cuanto al día y hora concreta. 
IMPACTO DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN ESPAÑA 
Más calor, menos lluvias, subida del nivel del mar y pérdida de playas, cambios 
en la fecha de floración de plantas y en la reproducción de especies, daños en 
la agricultura y disminución de turistas. Estos serán las principales 
consecuencias del cambio climático que se avecina en cuanto al impacto en 
España. 
En el siglo XX, la temperatura en España ha subido un grado centígrado. La 
previsión de los científicos para el XXI en la península es un incremento 
relativamente uniforme de 0,4 grados por década en invierno y de 0,7 grados en 
verano. En verano y en el interior (por ejemplo en Madrid), donde más aumentará 
la temperatura, será a final de siglo hasta siete grados más que actualmente. 
Habrá más olas de calor, con la mortalidad que causan. 
Se producirá una disminución general de lluvias en primavera y verano en toda la 
península. El clima árido que actualmente sólo se da en Murcia y Almeria, pasará 
a ocupar parte de Andalucía y Castilla-La Mancha. El agua disponible en cada 
cuenca disminuirá. 
Se prevén subidas de más de 50 cm en el nivel del mar que podrían causar la 
pérdida de un número importante de playas y buena parte de las zonas bajas 
costeras se inundarán (Delta del Ebro, Llobregat, Manga del Mar menor, costa de 
Doñana, etc) 
Dos de los sectores económicos más afectados serán el turismo y la agricultura. 
Los turistas modificarán su comportamiento disminuyendo la estancia media en 
cada destino y cambiando la dirección de sus visitas hacia el extranjero. Sobre 
la agricultura afectará muy gravemente el impacto negativo de una mayor falta de 
agua y mayor aridez y sequías. 
La frecuencia, intensidad y magnitud de los incendios forestales aumentará. 
También se prevé más erosión y mayor contaminación atmosférica. 
Con respecto a la biodiversidad, se prevén adelantos o atrasos en la actividad 
de las plantas y animales. Las plantas adelantarán su floración y las aves 
variarán su reproducción. 
José Manuel Delgado es del Grupo de Medio Ambiente de AFUVEVA