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Un estudio secreto de la multinacional Monsanto sobre alimentos manipulados genéticamente despierta temores sobre riesgos para la salud
Geoffrey Lean 
The Indepent 
Ratas alimentadas con una dieta rica en maíz modificado genéticamente 
desarrollaron anormalidades en órganos internos y cambios en la sangre, causando 
temores de que la salud humana pudiera ser afectada al comer alimentos 
manipulados genéticamente. 
El "Indepent on Sunday" revela hoy detalles de una investigación secreta de 
Monsanto, multinacional líder de los alimentos manipulados genéticamente, que 
muestra que ratas alimentadas con el maíz modificado tenían riñones más pequeños 
y presentaban variaciones en la composición de su sangre. 
De acuerdo con el informe confidencial de 1.139 páginas, estos problemas de 
salud no se presentaron en otra muestra de roedores que comieron alimentos no 
manipulados genéticamente, y que también fueron estudiados como parte del 
proyecto de investigación. 
Estos hechos se han desvelado cuando los países de la UE, incluido el Reino 
Unido, se disponen a votar si el maíz genéticamente modificado debería ser 
autorizado para su venta al público. La semana pasada, un voto de la UE fracasó 
en asegurar un acuerdo para vender tal producto, tras el voto a favor del Reino 
Unido y otros nueve países. 
Sin embargo, la revelación de los efectos sobre la salud en las ratas de 
Monsanto ha alimentado la disputa sobre la seguridad del maíz como alimento sin 
más investigación. Varios médicos afirman que los cambios en la sangre de los 
roedores podrían indicar que el sistema inmune de la rata ha sido dañado o que 
una afección tal como un tumor había aparecido, y el sistema estaba 
movilizándose para combatirlo. 
El doctor Vyvyan Howard, profesor de anatomía humana en la Universidad de 
Liverpool, pidió la publicación del estudio completo, diciendo que el sumario 
daba "motivos de preocupación a primera vista". 
El doctor Michael Antoniu, experto en genética molecular en la Escuela Médica 
del Hospital de Guy , describió los hallazgos como "muy preocupantes desde el 
punto de vista médico", añadiendo "Me he quedado sorprendido por el número de 
diferencias significativas que encontraron [en el experimento de las ratas]".
Aunque Monsanto desestimó las anormalidades en las ratas como no significativas 
y debidas al azar, reflejando variaciones normales entre ratas, una fuente del 
gobierno británico dijo que los ministros se inquietaron tanto por los 
descubrimientos, que solicitaron información adicional. 
Los ecologistas podrían ver los hallazgos como una vindicación de las 
investigaciones británicas que hace siete años sugirieron que ratas alimentadas 
con patatas transformadas genéticamente sufrían daños en la salud. Esta 
investigación, que fué vigorosamente denunciada por ministros y por el 
establishment científico británico, se suspendió, y el Dr. Arpad Pusztai, el 
científico autor de los controvertidos resultados fue obligado a retirarse entre 
una violenta disputa sobre sus afirmaciones. 
El Dr. Pusztai informó de "una enorme lista de diferencias significativas entre 
ratas alimentadas con maíz manipulado y normal, afirmando que los resultados 
indicaban con claridad que el comer cantidades apreciables de aquel maíz puede 
dañar la salud". El estudio nuevo es sobre un maíz designado con el código MON 
863, que ha sido modificado por Monsanto para protegerle del gusano de las 
raíces del maíz, que la compañía describe como "una de las plagas más 
perniciosas que afectan a los cultivos de maíz en todo el mundo". 
Ahora, sin embargo, cualquier decisión para permitir que el maíz se comercialice 
en el Reino Unido causará la alarma general. Los detalles completos de la 
investigación con ratas están incluidos en el informe principal, que Monsanto 
rehusa hacer público en base a que "contiene información confidencial de 
negocios que podría ser de uso comercial para la competencia". 
Un portavoz de Monsanto afirmó ayer "Si cualquier conocido crítico de la 
biotecnología tuviera dudas sobre la credibilidad de estos estudios, debería 
haberlas expresado a los reguladores. Después de todo, MON 863 no es nuevo, y ha 
sido considerado tan seguro como el maíz convencional por nueve otras 
autoridades mundiales desde 2003. 
Geoffrey Lean es editor medioambiental 
Publicado en The Indepent, on line edition, 24 de mayo de 2005.