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Argentina: La lucha contin�a

Corriente intersindical
�Qu� organizaci�n se necesita?

Nora Ciapponi

Preparando el Primer encuentro nacional de la corriente intersindical que se realizar� en el mes de agosto, y con un m�todo muy saludable, se han abierto importantes discusiones que hacen a c�mo debe concebirse y proyectarse este incipiente proceso de reorganizaci�n de los trabajadores.

Dichas discusiones, por otra parte, reflejan la necesidad -luego de las importantes derrotas y transformaciones sufridas por los trabajadores durante la d�cada Menemista- de repensar y reaprender de las nuevas y vivas experiencias que se est�n desarrollando, escapando al dogmatismo y al f�cil pero in�til camino de intentar copiar o calcar ense�anzas de otros per�odos de lucha, inscriptos en un muy diferente contexto econ�mico, social y pol�tico al que hoy vivimos.

En este intento de agrupamiento convergen distintos organismos y experiencias de las nuevas luchas que van desde los Telef�nicos hasta los trabajadores de Subte o del Garraham, las nuevas conducciones docentes, los trabajadores de R�o Turbio o los metal�rgicos que vuelven a escena dando sus primeros pasos, junto a no docentes universitarios, representantes de los nuevos sectores de trabajadores como motoqueros del Simeca, y otros.

Es importante precisar, sin embargo, que el fen�meno abarca esencialmente a nucleos de activistas, delegados o agrupamientos sindicales antiburocr�ticos, resultando desconocida la construcci�n de la corriente sindical para la amplia mayor�a de los trabajadores del pa�s, los que siguen estando maniatados por el control burocr�tico, el temor a la p�rdida del empleo, y especialmente, por la falta de experiencia de una camada de j�venes trabajadores, todo lo que fue posible por la ausencia, durante m�s de una d�cada, de importantes luchas de los ocupados.

Estos l�mites que no debemos perder de vista ni por un instante son el principal problema a enfrentar, por lo que se hace imprescindible establecer un di�logo con la amplia mayor�a de los trabajadores, lo que obliga a escapar de clich�s que s�lo consumen un limitado sector de militantes de izquierda, pero que resultan incomprensibles e in�tiles para el proceso y necesidades que viven la amplia mayor�a de los trabajadores.

De qu� hablamos cuando hablamos de "clasismo"

Porque ni es una palabra "m�gica" que pueda abarcar todo... Ni puede estirarse como un chicle para que ella comprenda desde la lucha reivindicativa hasta la toma del poder y despu�s... Menos que menos se expres� en nuestro pa�s siempre con los mismos contenidos y lenguajes...

Entendemos por tanto al clasismo como un fen�meno muy amplio y contradictorio, que no puede definirse sino es a partir de las expresiones concretas de lucha de los trabajadores, de sus organismos y experiencias, como de las contradicciones y confusiones existentes en la propia conciencia.

La base obrera peronista desarroll� por ejemplo, fuertes expresiones de clase a trav�s de los sindicatos, las comisiones internas y los cuerpos de delegados, como tambi�n cre� una fuerte cultura obrera y �tica propias, sin que ello implicara dejar de adorar y seguir a Per�n y al peronismo como movimiento burgu�s nacionalista. As� los trabajadores peronistas habiendo logrado un alto poder de control en las f�bricas, de desplegar la m�s amplia solidaridad de clase, de tener en vilo a las patronales y considerarlas sus enemigas, rechazaban la idea de realizar un cambio profundo de estructuras y relaciones sociales.

En mucho menor escala y como fen�meno de un importante sector de vanguardia (nunca alcanz� a dirigir a grandes sectores de trabajadores), el "clasismo" de los 70 tambi�n tuvo diversos matices. El Sitrac-Sitram levant� un programa claramente clasista-revolucionario, de transformaci�n de la sociedad, a la par de una serie de reivindicaciones para el conjunto de los trabajadores, pero no ten�a una pol�tica sistem�tica para ir a organizar a los trabajadores f�brica por f�brica, encarando su reorganizaci�n para desarrollar una amplia corriente clasista. El "clasismo" del Sitrac-Sitram, era, por tanto, m�s que una realidad que abarcara a amplios sectores de trabajadores, una consigna de propaganda y un sentimiento confuso de las tendencias de izquierda. Aunque la palabra clasismo haya logrado ser captada e interpretada por el conjunto del movimiento obrero de aquel per�odo, conocida por su expresi�n de lucha antipatronal y especialmente, antiburocr�tica.

Si bien el Sitrac-Sitram no fue la �nica experiencia "clasista" de la �poca, fue su expresi�n m�s avanzada. La correcta y bella consigna "El Sitrac-Sitram no ha muerto ni morir� jam�s", tiene el inmenso valor de rescatar simb�licamente uno de los procesos m�s avanzados que di� la clase trabajadora. Ello explica que los debates se remonten una y otra vez a esa experiencia. Pero su corto tiempo de vida y su posterior derrota se explican tambi�n porque no logr� arraigarse ni desarrollarse como corriente realmente clasista en numerosos organismos de base de la clase trabajadora, la que segu�a siendo mayoritariamente peronista. En estos l�mites es que deber�amos detenernos para no cometer los mismos errores.

El t�rmino "clasismo" expresa por tanto para nosotros, un proceso, un desarrollo, a trav�s del cual la clase obrera va logrando su completa autodeterminaci�n. Y como proceso, tambi�n por su experiencia en la lucha, tiene distintos estadios, Confusiones y/o contradicciones en la conciencia, los que deberemos comprender y distinguir para mejor dialogar... Porque salvo en los fr�os programas de las organizaciones, no existe UN clasismo puro y acabado.

Por esta raz�n deberemos esforzarnos por construir una corriente intersindical en los m�s amplios sectores. "Amplios" no quiere decir ir a todos lados y a ninguno, o s�lo volanteando... Significa detenernos en cada lugar de trabajo, escuchando, inform�ndonos, encontrando junto a los nuevos activistas y trabajadores, las mejores palabras que expresen lo que necesitamos construir juntos.

Una corriente intersindical que llegue a todo el pa�s, que sea amplia y respetuosa de la diversidad de ideas, que se proponga pelear por las necesidades de todos los trabajadores, que apoye y coordine las luchas. Que pelee contra los dirigentes sindicales traidores, y sea independiente de los patrones, del estado, de los gobiernos. Y que especialmente, sea muy, muy democr�tica. Que todo se resuelva en asambleas de base. Que los encuentros de la Corriente donde se reunan los activistas y los delegados, tengan su resoluci�n final (votaci�n) en las asambleas de los lugares de trabajo...

No hay dudas que, m�s all� de las palabras que utilicemos, este contenido es profundamente clasista.

Por qu� tambi�n pol�tica

Algunos activistas plantean que la corriente intersindical debe ser sindical y punto. Hay organizaciones de izquierda que la critican porque es "sindicalista", pero a su vez est�n en contra de que una corriente sindical haga pol�tica porque para eso "est�n los partidos" (posiciones frente al Primero de Mayo). Pero no nos asombremos cuando luego exijan que el programa de la corriente sea tan plomo y extenso como el de los partidos.

Pero a�n cuando exista ese peligro �que habr� que enfrentar- creemos que no es un invento nuestro la necesidad de que sea pol�tica, sino que expresa la propia vida real.

Creemos que la expresi�n de luchas que est�n dando los trabajadores hoy, son parte de la rebeli�n popular protagonizada en el 2001/02. Aquellas movilizaciones y reclamos -a�n cuando los trabajadores ocupados no participaron activamente- contaron con su apoyo y simpat�a, como heredan de esas gestas populares la posibilidad de organizarse y recuperarse hoy.

Pero tambi�n y especialmente, porque los a�os 2001-2002 colocaron para la amplia mayor�a social el hecho incuestionable de quienes representaron la destrucci�n del pa�s: el imperialismo, las privatizadas, la banca, los exportadores, etc.

Hoy, a diferencia de otros per�odos, todo se sabe. Surgieron medios alternativos, se extendi� la informaci�n... Centenares de activistas sociales y pol�ticos investigan y hacen conocer al dedillo cu�nto ganan las empresas privatizadas... Cu�nto la Banca... Cu�nto pagan a sus Gerentes, a sus Jefes las grandes empresas... Y ello es aprovechado y utilizado por los trabajadores en lucha para lograr contrastar estos datos frente a toda la sociedad...

Como son aprovechados los �ndices crecientes de super�vit fiscal por parte de los empleados estatales...

No concebimos tampoco �producto del mismo proceso- a una corriente sindical que no tome en cuenta qu� hacer con las empresas privatizadas, con el petr�leo, con la energ�a, con el agua, con los ferrocarriles, porque toda la sociedad ha discutido y sigue discutiendo estos fundamentales problemas sin resolver.

�C�mo tener un programa de lucha para que no entren las maquinas expendedoras de boleto sin plantear que el subte debe representar un servicio social y no una m�quina de extraer m�s y m�s ganancias a costa de m�s desocupados? �C�mo poder luchar s�lo sindicalmente en ferroviarios cuando los usuarios y los trabajadores viven todos los d�as al filo de la navaja por los accidentes cotidianos y las privadas se llevan millones por d�a en subsidios?

Estas fundamentales tareas pendientes no podr�n ser abordadas program�ticamente y de manera global por la corriente intersindical. Porque ello significa avanzar nada m�s ni nada menos que hacia un nuevo Proyecto de Pa�s, fundamental necesidad que qued� pendiente de la rebeli�n del 2001/02.

Pero es innegable que los trabajadores pueden y deben cumplir una importante funci�n. Desde sus propios lugares de trabajo, y en estrecha combinaci�n con la corriente intersindical, deberemos unir esfuerzos de asamble�stas, vecinos, intelectuales, organismos de defensa de los recursos naturales, de los ferrocarriles, de la salud, de la educaci�n, etc., para la tarea de recomposici�n del pueblo trabajador, que no es otra que la del pa�s mismo. 


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