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        Argentina: La lucha continúa 
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Aníbal fernández y el nuevo discurso oficial sobre la protesta social
Ni "mendicidad" ni "connotación política" perversa; acción política 
popular, conciente y organizada 
  
Prensa de Frente
Néstor Kirchner se encargó de dejar planteada la orden: "los cortes de ruta 
deben terminar". De la explicación, del contexto del mandato, se ocupó 
preferentemente su ministro del Interior, Aníbal Fernández, para informar al 
país que, hoy por hoy, la protesta social sólo es ejercida por agrupaciones "que 
tienen profundas connotaciones políticas", adjudicándole a esa condición una 
naturaleza perversa, descalificante. No la protagonizan, precisó, "los que 
tienen los problemas específicos del hombre común, los que tienen mendicidad". 
Porque, ahora, luego de dos años de gobierno de Kirchner, estos hombres comunes 
"ya tienen otros carriles ordenados para resolver su problemática". 
Del discurso del ministro podría desprenderse: 
- Que en algún momento anterior hubo acciones de protesta organizada que no eran 
políticas. Esto es, que no planteaban un cuestionamiento a los sectores que 
hegemonizan el poder en relación con sus políticas de distribución de la 
riqueza, sociales, económicas, industriales, de empleo, de salud, de educación, 
de vivienda y varias otras. 
- Que los sectores populares organizados -fundamentalmente de trabajadores 
desocupados- que llevaron adelante esas protestas anteriores lo hacían desde una 
actitud de mendicidad. 
- Que el Estado, el gobierno de Kirchner, hoy provee las soluciones materiales a 
los problemas sociales fundamentales del país. 
Ninguno de esos tres supuestos se verifica en la realidad. En el primer 
trimestre de 2005, de acuerdo con estadísticas oficiales siempre dudosas, el 
índice de desocupación creció casi un punto porcentual respecto del último 
cuatrimestre de 2004: del 12,1 por ciento al 13 por ciento. Cerca del 80 por 
ciento de los puestos de trabajo generados en los dos años del actual gobierno 
es trabajo en negro o enmarcado en las peores reglas de precarización laboral. 
Más del 40 por ciento de la población sigue viviendo bajo el límite de la 
pobreza. 
Desde que los trabajadores desocupados empezaron a organizarse y a pelear contra 
las condiciones de vida a la que los sometió el poder, su lucha siempre tuvo 
"profundas connotaciones políticas", expresadas también en el principal método 
de lucha elegido, el de los cortes de ruta. Su lucha tuvo y tiene la misma 
dimensión política que la que tiene la creciente lucha de los sectores de 
trabajadores ocupados, con sus nuevas formas de organización. Más aún, esas dos 
variantes de lucha popular contra las políticas oficiales encuentra cada vez más 
zonas de convergencia, como la que en estos días se verifica en el norte de la 
provincia de Santa Cruz, la provincia de Kirchner. 
Son las mismas connotaciones políticas que, legítimamente más allá de la opinión 
que cada uno tenga de su contenido concreto, adquiere la decisión de algunas 
organizaciones sociales que en estos tiempos se incorporaron de manera activa al 
proyecto de poder del Presidente.