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        Argentina: La lucha continúa 
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Bombardeos sobre Plaza de Mayo
  
La masacre del 16 de junio de 1955
Es el Guernica argentino 
 Por Juan Carlos Cena *  y Elena Luz González Bazán *
http://www.villacrespomibarrio.com.ar/
 
El 16 de junio, en el mediodía de otoño del año 1955, formaciones de las 
aviaciones de Marina y Aeronáutica, haciendo su bautismo de fuego, sobrevolaron 
el centro porteño y descargaron toneladas de explosivos sobre la población 
civil. La masacre dejó, aproximadamente, 350 muertos, cifras nunca confirmadas, 
como en Guernica, se ocultan los efectos de la masacre, y más de 2000 heridos, 
entre ellos casi un centenar de lisiados para el resto de su vida. 
En Guernica los fascistas/franquistas demuelen y masacran a un pueblo para que 
truene el escarmiento desde el aire, con total y absoluta cobardía; en Plaza de 
Mayo, masacran al pueblo alevosamente con el pretexto de matar a Perón, el 
déspota nazi/fascista, según los ideólogos de la Unión Democrática, del mismo 
modo: para que truene el escarmiento, hay que matar al tirano, comenzando por el 
pueblo que lo apoya.
Fue el inicio de un proceso histórico, dentro del campo social y político, 
comenzaba el desmontaje de una formación ideológica de carácter nacional, esta 
es parte de su historia…
"A mediados de junio bombardearon la Plaza de Mayo. El primer  estallido. 
La oligarquía descargaba sin piedad sobre el pueblo todo ese odio rancio 
acumulado, de linaje. Toda la sociedad simiesca aplaudía las muertes, no existía 
en ellos aflicción cristiana, sino el gozo oligárquico de la muerte de clase. 
Las 
muertes 
eran de los otros: los plebeyos que resistían por permanecer en estrado de 
dignidad peronista perpetua…, la que los incluyó en la sociedad" 
Párrafo del cuento Brumas de septiembre, perteneciente al autor Juan Carlos 
Cena, de su libro Crónicas del Terraplén - 2001.
Los procesos históricos implican tomar etapas determinadas para analizar en el 
contexto que aparecen los sucesos, masacres, como en este caso, y la realidad 
posterior que tiñe, distorsiona y oculta toda la etapa señalada.
No hay hechos separados en los procesos históricos, este tipo de masacres no son 
aisladas, sino que se encuentran en un momento histórico, político, social y 
económico determinado. 
No podemos dejar de mencionar, antes de entrar en el tema, algunos antecedentes 
históricos sobre la historia de la masacres en nuestro País. Diríamos, desde el 
inicio.
"-Señor general, si la matanza es tan grande
¿Quién quedará para nuestro servicio?
-Ea. Déjame -respondió Garay-, que es la primera batalla, si en ella los 
humillamos tendremos quien con rendimiento acuda a nuestro servicio",
Cierto día del invierno de 1580, un tremendo combate tuvo lugar a las orillas 
del arroyo que divide las dos veces fundada Buenos Aires, de los territorios 
aborígenes...Las crónicas relatan que aquel día -además de establecerse ese 
transparente diálogo entre Juan de Garay y alguno de sus soldados- fue decisivo 
en el proceso de extermino de los querandíes. Dicen los cronistas que las aguas 
del arroyo enrojecieron, ya aún después de la derrota querandí, los españoles 
continuaron la masacre, dándole nuevo nombre al paraje, que a partir de entonces 
comenzó a llamarse La Matanza.
Se podría inferir que todo parte desde ese momento. Momento del traslado de lo 
peor que trajeron en sus bodegas los barcos de la conquista a nuestro 
territorio, el huevo de la serpiente, el mismo que anidó en Guernica desde los 
tiempos de la inquisición: los genocidios. 
Es larga la lista de estos hechos aberrantes ocurridos en América Latina y, en 
este caso, en nuestro territorio: La Conquista al Desierto, La Semana Roja en 
1909, La Semana Trágica 1919, Los fusilamientos en La Patagonia en 1921, Las 
 
Masacres de la Forestal en el Chaco, en Macachín, La Pampa en1910, La masacre 
de Jacinto Aráoz, en la provincia de La Pampa en 1921. 
En abril de 1924 la Reducción Aborigen promueve y realiza la primera y única 
huelga agrícola indígena, su líder indiscutible fue el Cacique Toba Pedro. Los 
pobladores argentinos originarios de la Reducción Aborigen, llamada luego 
Napalpí (cementerio o lugar de los muertos en lengua Toba), a 120 kilómetros de 
la capital del entonces Territorio Nacional del Chaco, Resistencia, tenía una 
población de 850 personas, aproximadamente. A raíz de ese movimiento se produce 
una feroz matanza. 
Y podríamos seguir enumerando las distintas represiones al movimiento obrero y 
popular, a los campesinos y al pueblo en general. La represión luego del golpe 
de Estado de 1955, la aplicación del Plan Conintes en tiempos "democráticos" de 
Frondizi, la militarización de conflictos, el Onganiato, López Rega y su banda, 
antes la Masacre de Ezeiza, luego, la represión al cordón industrial del Paraná, 
y así con los asesinatos de la Triple A. Todo un anticipo de lo que vendría, el 
golpe genocida de 1976. Todos estos hechos están marcados por el profundo odio 
de la clase dominante, que tiene el poder del Estado, desde la fundación de este 
territorio como Nación. 
 
Ese odio tuvo su representación cabal en la Plaza de Mayo el 16 de junio de 
1955, sin lugar a duda.
Los bombardeos protagonizados por la marina y aeronáutica de guerra no fueron 
productos de las contradicciones y los errores que había incurrido el segundo 
gobierno de Perón No fue el producto de quienes esperaban y buscaban cambios de 
ese gobierno peronista. Muy por el contrario, la masacre de junio de 1955 fue el 
anticipo de un nuevo recomienzo, con persecución y cárcel, la tortura y la 
muerte de miles de hombres y mujeres, trabajadores, delegados, militantes, 
activistas y todos los que se opusieron a la caída de Perón.
Se debía terminar con ese proceso populista de carácter nacional, insoportable 
para las clases dominantes. La distribución del ingreso, a pesar de la crisis, 
el gobierno peronista, es decir Perón, había decidido mantener a como de lugar 
el porcentaje más alto de distribución del ingreso en toda la historia de 
Latinoamérica. La participación de los trabajadores de la Argentina en el PBI 
rayaba en el 53%. Muy mal ejemplo. Y comenzó a armarse el andamiaje golpista. El 
imperialismo yanqui comenzaba a ocuparse de Latinoamérica, había perdido terreno 
después de la segunda guerra mundial por atender a Europa, la prioridad. 
En abril crece el enfrentamiento con la iglesia. El 14 de abril se suspendió en 
todas las escuelas la enseñanza obligatoria de religión y moral. El 20 de mayo 
se suprimió, por ley, la exención de impuestos a los templos y organizaciones 
religiosas y se llamó a una Constituyente para separar la iglesia del Estado.
En forma paralela, en México, se realizaban reuniones entre militares, Gainza 
Paz, Lanz Duret, el coronel García Valsesca, donde participaba, además, un 
personaje de los medios comunicación de esos tiempos llamado Joshua Power, 
comerciante, que controlaba los servicios informativos de Editor Press. El The 
New Cork Time y The Economist, donde anticipaban, en sus artículos, los días por 
venir. 
Esta masacre hay que incluirla en el recomienzo de procesos golpistas que se 
iniciaron en 1930 con el golpe de Uriburu al Peludo Yrigoyen y luego ¨esa 
costumbre de golpear las puertas de los cuarteles¨ por parte de sectores civiles 
con el poder económico levemente o fuertemente perjudicados que acuden a los 
militares para destronar a gobiernos elegidos en las urnas. Resolver por medio 
de las armas, la fuerza y sin miramientos, las contradicciones que perjudican 
sus intereses. Rechazando con violencia todo veredicto, por más democrático que 
sea, propuestas u hombres elegidos en las urnas que no sean funcionales a sus 
ambiciones. 
En esta situación se deja de lado todo proceso democrático que no conculque con 
ellos, por más benéfico que fuera para la Nación y, se lanzan a la consumación, 
una y otra vez, a la concreción del golpe militar. Se utilizan a las fuerzas 
armadas como herramienta represiva, de opresión, persecución y masacres que han 
dejado una dolorosa huella en la vida nacional. 
La mañana del 16 de junio de 1955 fue el bautismo de fuego de los aviones de la 
aeronáutica, aunque lo quieran negar, o se quieran prestigiar con el posterior 
desempeño en Malvinas, en 1982, operaron sus aviones y aviadores para arrojar 
nueve toneladas y media de explosivos, algunas fuentes y otras catorce toneladas 
sobre la población civil inerme. En ese andar, estos aviones conjuntamente con 
los de la marina, fijaron sus objetivos de ataque, los puntos elegidos fueron el 
centro neurálgico de la Plaza de Mayo, la casa de gobierno, donde masacraron a 
trolebuses repletos de pasajeros, en su mayoría trabajadores que se desplazaban 
a hacia sus tareas, o bien transeúntes distraídos que recorrían ese lugar 
histórico, se escondieron como podían ante la sorpresiva y violenta lluvia de 
bombas y metrallas. 
 
La recuperación histórica de aquella masacre fue realizada por Gonzalo Cháves, 
en ese trabajo, la Masacre de Plaza de Mayo, pasa revista a los nombres de 
muertos y heridos, lugares donde fueron alojados y la cantidad de NN que 
aparecen en el listado.
Por otro lado, Gonzalo Cháves afirma en un reportaje concedido a un diario de 
Rosario: Me sorprendió descubrir entre los protagonistas de la masacre del 16 de 
junio de 1955 a hombres y nombres que participaron en el golpe del 24 de marzo 
de 1976, como los dos secretarios del ministro de Marina Olivieri, que fueron 
Emilio Eduardo Massera y Horacio Mayorga, dos marinos importantes en el último 
golpe de Estado. Ellos estuvieron al tanto de lo que iba a pasar y no detuvieron 
la acción militar contra los civiles. El ministro Olivieri dio parte de enfermo 
y sólo regresó al despacho dos días más tarde del 16 de junio. Lo mismo hicieron 
Emilio Eduardo Massera y Horacio Mayorga, sus jóvenes ayudantes¨. 
De esa investigación se desprende que estuvieron involucrados, activos 
participantes de la última dictadura militar como son: Carlos Suárez Mason y 
Osvaldo Cacciatore, intendente porteño durante la dictadura, el de las famosas 
autopistas, que integraba la escuadrilla de la aeronáutica que bombardeó la 
Plaza de Mayo. Otro de los personajes que estaban en el bombardeo fue el hermano 
de Massera, Carlos Massera como piloto de la marina. 
¨La sublevación contó en forma activa con el respaldo de la base naval de Punta 
Indio que estaba al mando del capitán de marina Néstor Noriega; del BIM 4 
(Batallón de Infantería de Marina), asentado en Puerto Nuevo y de parte de la 
oficialidad de la Aeronáutica hubo dos aviones Catalina que llegaron de la base
 
Espora. La noche del 15 de junio coparon Ezeiza, con el objetivo de 
reabastecerse de combustible y explosivos, porque la base de Punta Indio quedaba 
muy lejos. De allí los pilotos con sus aviones fueron y volvieron varias veces, 
entre ellos Cacciatore¨, sostiene Cháves.
Hay un testigo incomparable, el camarógrafo de Sucesos Argentinos Carlos de la 
Fuente; víctima del bombardeo que a pesar de estar herido, no perdió la 
conciencia, llegó a contabilizar "pilas de muertos detrás de la Casa Rosada", 
con una etiqueta atada con un hilo en el dedo gordo del pie con los datos de 
cada una de las victimas. Dice: todo fue un pandemonium. 
Siempre se trató de minimizar esta masacre, hecho aberrante si los hubo. Hoy 
aparecen una serie de lenguaraces hablando y otros escribiendo sobre el 
bombardeo a la Plaza de Mayo hipócritamente; otros pidiendo resarcimiento 
económico para las víctimas, toda una burla caricaturesca, cuando durante años 
ni se acordaron de ese pueblo masacrado, ni que los fusilados en León Suárez 
eran trabajadores. Cuando se asesina al pueblo, los plumíferos y charlatanes se 
hunden en el silencio. Son otras muertes. Otros, falsarios presurosos y 
oportunistas, dicen, hablan y del mismo modo deletreando algunas frases para no 
quedar fuera en este cincuentenario.
 
Repetimos, siempre se trató de minimizar y ocultar por derecha este hecho 
aberrante, pero no podemos callarnos y denunciar la carga de hipocresía de 
algunos que detentan el rótulo de progresistas y adelantados.
Por otro lado el reconocido periodista Gregorio Selser sostiene lo siguiente: 
¨Como culminación de la serie de actos de desagravio a la bandera, se dispone 
que una escuadrilla de diez aviones a retropropulsión sobrevuelen la Catedral de 
Buenos Aires, en Plaza de Mayo. Ignorándolo Perón, ese vuelo debe convertirse en 
la señal de una insurrección conjunta de las tres fuerzas armadas y comandos 
civiles, que debía iniciarse a las 8. Pero debido a una imprevista niebla, los 
aviones sólo pueden alzar vuelo a las 10. Durante ese lapso Perón es informado 
de la conjura y se traslada al Ministerio del Ejército. Al mediodía aviones 
navales bombardean la Casa Rosada y sus adyacencias, al tiempo que fracasan los 
intentos de la infantería de marina de apoderarse del sector. Las víctimas se 
cuentan por centenares y los aviones que participaron de la acción parten hacia 
Uruguay¨. 
Dice Roberto Bardini, en un trabajo, que los agresores huyen hacia Uruguay, 
donde solicitan asilo político, eran tiempos de Battle Barres. ¨Al día 
siguiente, el diario Clarín -que no se caracteriza por sus simpatías peronistas- 
escribe: 'Las palabras no alcanzan a traducir en su exacta medida el dolor y la 
indignación que ha provocado en el ánimo del pueblo la criminal agresión 
perpetrada por los aviadores sediciosos que ayer bombardearon y ametrallaron la 
ciudad'.
¨El ataque a traición de los aviadores navales subversivos produce un terrible 
impacto emotivo en la población. Durante meses no se habla de otra cosa en los 
hogares de todo el país. En 'Dossier Secreto - El Mito de la Guerra Sucia -, el 
periodista norteamericano Martin Andersen cita el informe de un analista de la 
embajada de Estados Unidos en Buenos Aires, quien describe este estupor 
generalizado en un mensaje enviado a Washington a las tres semanas del 
sangriento acontecimiento¨ continua Bardini. 
La masacre de junio de 1955 costó la vida aproximadamente a 350 personas, otras 
fuentes más precisas sostienen 367, y a más de dos millares de heridos, sin 
contar las profundas secuelas de terror que dejaron en gran parte de la 
población que vivió, asistió y sufrió aquellos bombardeos encabezados por los 
aviones de la marina y Aeronáutica, indudablemente un bautismo de fuego 
repudiable… 
Un cable de ANSA informaba sobre los sublevados que pidieron asilo en Uruguay: 
la lista de 27 sublevados incluyendo a un civil, cabe destacar que esta 
sublevación militar contó con comandos civiles que luego actuarían durante la 
denominada Revolución Libertadora. 
La lista es publicada por el diario La Nación del 8 de julio de 1955, incluye 
las bajas de Aeronáutica y Marina, donde se encuentran 78 marinos y 26 miembros 
de la Aeronáutica, estos retiros fueron refrendadas por los ministros de Marina 
y Aeronáutica. Además el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas informaba que 
había sido declarado en rebeldía el personal interviniente en los sucesos del 16 
de junio, de acuerdo al Código de Justicia Militar. 
Los hospitales que brindaron ayuda en el momento que se producía la caída de 
casi 14 toneladas de explosivos sobre la Plaza de Mayo y adyacencias fueron: la 
denominada y conocida Asistencia Pública, los hospitales Argerich, Rawson, 
Clínicas, Alemán, Policlínico del Ministerio de Hacienda, Policlínico Militar y 
Policlínico Rivadavia. Otras fuentes tienen la información sobre los muertos y 
heridos en el hospital Ramos Mejía y Español y el Policlínico Durand,; otro 
grupo lo conforman los Policlínicos Fernández, Álvarez y Las Heras. En la Morgue 
Judicial como en los listados de los hospitales y policlínicos se encontraba la 
lista de muertos y heridos. 
Las mujeres fallecidas e identificadas son 50, las NN son 9, los hombres no 
identificados dos decenas. Además en la Asistencia Pública aparecen 25 cadáveres 
no identificados y el Policlínico Las Heras no se suministró, en su momento, la 
lista de los muertos. Además hay una lista de enfermeras y enfermeros que 
prestaban ayuda a los atacados y fueron muertos en el bombardeo, en un total de 
seis. 
Pero la realidad posterior ocultó la masacre del 16 de junio, se conoció más la 
quema de las iglesias que este momento histórico, que no sólo marcaba el 
comienzo del final del gobierno peronista, sino, el recomienzo e implementación 
por parte del Estado, la puesta en marcha de la maquinaria represiva. 
Apareció la consigna: Cristo Vence. 
Se cumple medio siglo de este hecho aberrante, es el inicio de un proceso 
histórico que aparece con violencia y represión, era la ofensiva de las fuerzas 
del poder oligárquico que se apoderaron del aparato del Estado: comenzaba en el 
campo social el desmontaje de una formación ideológica de carácter nacional. 
Previo a este ataque se encuentra el intento de Benjamín Menéndez en 1951, 
familia de golpistas y represores. Luego de la caída de Perón vendrán los 
asesinatos a mansalva en José León Suárez y los fusilamientos de junio de 1956. 
La fecha no es casual, para los que intentaban levantarse contra el golpe de 
estado instituido en el país y para las masacres, nuevamente, de aquel año de 
1956. 
Las ametralladoras contra los obreros en el gasoducto La Plata, el Decreto 4161 
que preveía cárcel para todo aquel que mostrara sus simpatías peronistas, 
luciera emblemas o fuera miembro de la Resistencia Peronista.
El odio de clase se mostró en la quema de todas las bibliotecas que tenían 
libros de aquellos que eran teñidos de peronistas. Los 9 tomos del sanitarista 
Ramón Carrillo, Teoría del Hospital son quemados, y así todo lo que había 
pertenecido al gobierno peronista, la anterior residencia presidencial fue 
devorada por las llamas. La destrucción de la Fábrica Argentina de Locomotoras 
que estaban en talleres Liniers fue desguazada y los prototipos de las 
locomotoras Justicialista y Argentina cortadas con sopletes, entre tantos hechos 
de verdadera violencia. 
Por otro lado, por presión de la oligarquía vacuna se anula la Ley del Peón 
Rural. 
Aquel 16 de junio, el capitán de fragata Néstor Noriega, de 39 años de edad, 
esperaba que el cielo se despejara, la escuadrilla forma escalonada hacia 
arriba. A las 12,40 Noriega al mando de su Beechcraft descarga una bomba de 100 
kilos que cae sobre la sede presidencial; a continuación los North American al 
mando del capitán de corbeta Santiago Sabarots descargan bombas de 50 kilos cada 
uno. La Plaza de Mayo era un incendio, quienes salían de las bocas del subte se 
encuentran con la nube de pólvora, los aviones rasantes sobre el casco porteño, 
la gritería, la desesperación, la gente intentando esconderse como podía, 
heridos, muertos, mutilados, así comienza la masacre del 16 de junio. Noriega y 
Sabarots son los responsables materiales junto a los aviadores de aquel día de 
dicha masacre, hay otros responsables intelectuales. 
Luego del bombardeo, parte del pueblo salió a la calle enardecido. Perón trató 
de contenerlos. En esa reacción donde le solicitaron armas al Perón, se 
cometieron algunos desmanes como respuesta a la masacre
Se cumple medio siglo y, sin embargo, la masacre está impune… como tantas otras. 
Por eso debe aparecer la memoria histórica, rescatar la identidad colectiva y 
que estos asesinatos tengan escritos en los anales de la historia, los nombres 
de sus autores… 
Muchos de los que participaron en el bombardeo guerniquiano a Plaza de Mayo, 
luego del derrocamiento de Perón ocuparon altos cargos en los distintos 
gobiernos civiles, como Zabala Ortiz de origen radical, algunos fueron premiados 
colocando sus nombres a algunas de nuestras calles y al nombre de una estación 
de subterráneos como Ing. Carranza, conspicuo comando civil durante la 
Libertadora. 
En el caso de Francisco Manrique fue funcionario en la liberadora con Lanusse, 
otros como Olivieri fue premiado y el cargo fue representante ante la ONU - 
Organismo de las Naciones Unidas, Vicchi, embajador en Estados Unidos de 
América; y en el caso de Toranzo Calderón, uno de los responsables fundamentales 
de aquella matanza fue a la España franquista como embajador, donde mostró 
orgulloso el Guernica Argentino. 
Una costumbre de las clases dominantes que han instalado en este país con fuerte 
contenido de clase, que casi todos los genocidas en la Argentina son 
homenajeados de una u otra manera, con sus nombres señalan calles o plazas, como 
Juan de Garay o Julio A. Roca, dos ejemplares genocidas, entre otros. 
Varias décadas llevó instalar el tema del Guernica Argentino, miles de muertos y 
desapariciones hay en esta historia, sin embargo, es bueno comenzar por donde 
empezó. Porque los nombres de los aviadores son los comandantes y principales 
figuras del 24 de marzo de 1976 y de los hechos posteriores.
Y en esa misma cadena de realidades, que se conectan, están todas las 
violaciones a los derechos humanos y la implementación de otras formas para 
dejar impune todo este largo proceso de dolor y muerte, represión y 
desaparición.
Es bueno comenzar por el principio… aquella mañana nublada y fría de junio, un 
jueves, como hoy 22 North American, 5 Beerchraft, 4 Gloster y 3 Anfibios 
catalina, 34 aviones en total nublaron el cielo de Buenos Aires, durante el 
espacio de horas de terror, y a partir de las 12,40 y con vuelos rasantes hasta 
entrada la tarde otoñal de junio, se fueron acumulando muertos, heridos y 
desesperación…
Dos décadas después muchos de estos marinos y aviadores iniciaban el camino de 
la última dictadura militar…
* Este trabajo de investigación es la síntesis de dos trabajos realizados 
en forma separada, que fueron publicados en parte en otros momentos y ahora 
conjunta. Luego de investigar sobre nuevas fuentes, entregamos este sintético 
trabajo para su difusión