VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Argentina: La lucha continúa

Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI)  Acto en Plaza de Mayo: 10ª Actualización del archivo

Correpi

   En 1995, en una ronda periodística, el entonces ministro del interior Carlos Corach fue preguntado por las denuncias de asesinatos de gatillo fácil y muertes en la tortura difundidos por CORREPI. Su respuesta, "No existe el gatillo fácil, sino la noticia fácil", motivó que de inmediato nos abocáramos a sistematizar toda la información entonces disponible sobre personas asesinadas por las fuerzas de seguridad para demostrar la real envergadura de las políticas represivas del estado con datos precisos. En diciembre de ese año, en un pequeño acto en Plaza de Mayo, presentamos el primer ARCHIVO DE CASOS DE PERSONAS ASESINADAS POR  LAS FUERZAS DE SEGURIDAD EN ARGENTINA 1983/1995, con 282 casos de gatillo fácil y de asesinatos por la tortura o en cárceles y comisarías relevados. Para diciembre del año 2004 serían 1684 casos totales.
      Desde entonces, sistemáticamente actualizamos el Archivo, y cada año hacemos un acto en la plaza donde denunciamos la represión en todas sus vertientes, con particular énfasis en la que se descarga de manera casi invisible para la "opinión pública" sobre la clase trabajadora ocupada y desocupada a través de dispositivos de control social en poder de las policías y demás fuerzas de seguridad.
      Lo que comenzó siendo una humilde recopilación de "casos" es hoy una efectiva herramienta de concientización que utilizamos permanentemente para denunciar la política represiva del estado, y el acto de su presentación anual se fue constituyendo con el paso de los años en una de las actividades centrales de nuestra organización, de los familiares de víctimas que la integran y del conjunto del movimiento antirrepresivo. Es que no se trata de un lastimero recuento de las víctimas de la policía, ni de un acompañamiento solidario y simbólico a sus familiares: es la denuncia más concreta que se da, año a año, de la continuidad de las prácticas represivas desde 1983, y de la necesidad objetiva creciente del estado capitalista de disciplinar a los pobres, de reprimir a las mayorías para imponer sus políticas de opresión, explotación y hambre. También se refleja cada diciembre el avance popular en la lucha antirrepresiva, a medida que cada vez más compañeros y organizaciones caracterizan que es un capítulo más de la lucha de clases, y no un mero reclamo sectorial ajeno a la confrontación permanente contra la burguesía.
      Desde CORREPI entendemos que este año el acto de presentación del Archivo reviste particular importancia frente a la realidad que vivimos. La falta de trabajo, de salud y educación, el alza constante en los precios y en las tarifas son productos inevitables del sistema capitalista, como también lo es la represión, herramienta imprescindible para contener la bronca del pueblo. Es por eso que este gobierno ha votado las leyes antiterroristas, que permiten perseguir y encarcelar con mayor facilidad a aquellos que llevan adelante luchas políticas, como los "terroristas sanitarios" del Hospital Garrahan, o los "violentos inadaptados" que destruyen locales de bancos y empresas multinacionales cuando el genocida viene a controlar que todo marche sobre ruedas en su semi-colonia. También por eso este gobierno no ha cesado de endurecer, con las leyes 'Blumberg' y similares, el sistema penal, triplicando la población carcelaria compuesta casi exclusivamente por jóvenes y pobres a los que, además, se imponen condiciones infrahumanas de alojamiento, cuando no se los asesina como en Magdalena.
      La represión a los sectores en lucha este año no ha tenido descanso.
Por suerte sin muertos, los trabajadores han resistido brutales agresiones en todo el país, como ocurrió con los trabajadores del subte, los ferroviarios, Crónica, SIMECA, FOETRA, Tango Meat, Telam, etc. Este año hemos asistido al incremento de militarización de las calles, a la prohibición a reclamar, a cercos policiales evitando el acceso a la plaza tanto en la capital del país como en la capital de la provincia de Buenos Aires, a feroces represiones en Mosconi, Santa Cruz y La Rural, por nombrar algunos. Gabriel Roser está cumpliendo una condena sin siquiera haber sido juzgado, en Santa Cruz siguen presos Cristian Ruiz y Claudio Gealletti, y el único condenado por la Masacre de Puente Pueyrredón es Hernán Gurian.
      En pleno auge de los 'nuevos aires' kirchneristas de diciembre de 2003 el Archivo sirvió para probar que el gobierno recién asumido mató más gente de mayo a noviembre de ese año que cualquiera de sus antecesores en igual período, dato cuidadosamente disimulado por los medios de comunicación. En diciembre de 2004 demostramos que el que ya se hacía llamar 'el gobierno de los DDHH' mataba una persona cada 55 horas en la tortura, con el gatillo fácil o en una cárcel.
      Este año la tendencia es la misma, y creciente. Los datos objetivos destruyen de raiz la propaganda oficial de un gobierno que, como la mayoría de sus aliados continentales, no duda en encarcelar luchadores al tiempo que fusila en los barrios y tortura en las comisarías 'preventivamente'. El 9 de diciembre a las 17:00 llevaremos a la Plaza de Mayo el informe 2005, y realizaremos un acto en el que, creemos, deberían tener activa presencia todas las organizaciones interesadas en enfrentar la política represiva del estado con el mismo compromiso que enfrentan el resto de las políticas de hambre, entrega y opresión.