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Argentina: La lucha continúa

Los pueblos de América sepultaron el ALCA en Mar del Plata, afirma Chávez

El Nobel Pérez Esquivel y las Madres de Plaza de Mayo, entre los asistentes
Al querer implantar el libre comercio, Washington pretende dar oxígeno a un muerto, agregó

Stella Calloni
La Jornada

Mar del Plata, 4 de noviembre. Serios incidentes de grupos minoritarios que terminaron esta tarde con el incendio de un banco de capital español y otras empresas -la mayoría locales- marcaron las jornadas de protesta en rechazo a la presencia del mandatario de Estados Unidos y de los intentos por revivir el proyecto del Area de Libre Comercio para las Américas (ALCA). Se efectuó además una multitudinaria marcha que recorrió esta ciudad y culminó con un acto cultural y un fuerte discurso del presidente de Venezuela, Hugo Chavez.
Los grupos que en la tarde llegaron estuvieron encabezados por el trotskysta Polo Obrero, el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) y otros sectores, pero ante los incidentes muchos de ellos se retiraron y entonces un centenar de encapuchados actuaron durante más de 40 minutos, arrojando piedras y bombas molotov, causando destrozos, sin intervención de la policía de Buenos Aires. Fue un hecho extraño y los incidentes terminaron cuando intervino la Policía Federal.
Algunos de estos grupos habían actuado antes, intentando disuadir a los manifestantes que participaron en la marcha. También en una acción inusitada habían hablado con algunos periodistas estadunidenses para establecer, "dónde iban a producirse los accidentes".
En tanto desde muy temprano y bajo una lluvia y un viento helado que golpeaban sin piedad, los manifestantes que acudieron a la convocatoria de la tercera Cumbre de los Pueblos, que sesionó en esta ciudad desde el pasado 1º de noviembre hasta anoche, recorrieron más de cuatro kilómetros, que en un momento quedaron cubiertos de un extremo al otro por los marchistas.
En la madrugada, desde Buenos Aires llegó el Tren del Alba que trajo a personalidades políticas, sociales y culturales, así como al popular astro del futbol Diego Armando Maradona, junto a Emir Kusturica y otros cineastas y el diputado Miguel Bonasso, que se unieron a la marcha de la Cumbre de los Pueblos, para mostrar una presencia "masiva plural, pacífica y fuerte a la vez".
Alianza contra el hambre, propone Chávez
Así encabezada por todos estos sectores, el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, las Madres de Plaza de Mayo y otras figuras de los movimientos sociales, indígenas y campesinos, la marcha llegó al estadio mundialista donde el presidente Chávez, que asiste con otros 30 mandatarios a la cuarta Cumbre de las Américas, dijo que "Mar del Plata es la tumba del ALCA (Area de Libre Comercio de las Américas), y que el gobierno de Estados Unidos, al querer instalar este proyecto muribundo, "pretende darle oxígeno a un muerto".
Recomendó a Washington que retomara la idea de la Alianza para el Progreso, de John Fitzgerald Kennedy (en los años 60), aunque con otros objetivos, en lo que podría llamarse alianza contra el hambre, "algo así como el Alcha", para derrotar este flagelo y la tragedia social que vive la región.
Durante una intervención que duró más de dos horas, Chávez habló ante una multitud que agitaba banderas de varios países, pancartas con los rostros de Ernesto Che Guevara, caricaturas del presidente George W. Bush, y consignas muy creativas contra la presencia de éste en Argentina: "Stop Bush", "Fuera de Argentina el mayor terrorista del mundo", "Serás el sepulcro de tu imperio", decían algunas.
El mandatario venezolano dijo que su país podría entregar 10 mil millones de dólares para la inicitiva del Alcha", instando a otras naciones a aportar en este sentido, al criticar nuevamente la falta de medidas concretas ante la tragedia regional y la inutilidad de cumbres en "que sólo se dicen discursos de compromiso".
Tambien advirtió a Estados Unidos que si interviene en su país, "habrá una guerra de 100 años en la región".
Poco antes de su discurso, hubo un concierto de los cubanos Silvio Rodríguez, Amaury Pérez, el chileno Francisco Pancho Villa y el uruguayo Daniel Viglieti, quienes emocionaron profundamente a los asistentes y la dirigente indígena ecuatoriana Blanca Chancoso leyó las conclusiones de la Cumbre de los Pueblos, que fue aplaudida de pie por la multitud.
"Los argentinos tenemos dignidad. Echemos a Bush", dijo Maradona, ante el entusiasmo de la multitud, cuando Chávez lo llamó a compartir parte de su discurso. Lo mismo hizo con el dirigente del Movimiento al Socialismo, Evo Morales, de Bolivia, candidato presidencial en los próximos comicios de su país. "ALCA, ALCA, ALCA, al carajo. ¿Quién enterró el ALCA? Los pueblos de América", dijo Chávez, y desató una cerrada ovación.
La unidad, única alternativa
Tambien reseñó los orígenes del imperialismo y lo actuado por América Latina a lo largo de los años para tratar de librarse de esa dominación y obtener su independencia definitiva.
El mandatario venezolano instó en todo momento a la unidad como la única alternativa para luchar contra los proyectos del imperio en la región y lograr la independencia definitiva y frustrada a lo largo de los siglos.
Asimismo, se comprometió a llevar a la cuarta Cumbre de las Américas, a cuya inauguración llegó casi corriendo, la copia de las conclusiones de los debates de la tercera Cumbre de los Pueblos, en la cual se trabajaron los temas más acuciantes de la región y del mundo.
En breve diálogo con este periódico, Chávez dijo que esta cuarta cumbre no fue citada para hablar del ALCA, sino de lo que América Latina y los pueblos del Caribe necesitan resolver. "Este dejó de ser un proyecto viable desde hace tiempo para Estados Unidos, pero la soberbia del gobierno de Bush intenta mantenerlo."
Dijo también que fue la lucha de los pueblos de América Latina y una conjunción de nuevos gobiernos en la región -a pesar de las diferencias existentes-, pero "que entendieron el momento político que vive el mundo los que terminaron derrotando el ALCA.
"La Cumbre de los Pueblos trabajó para hacer realidad los sueños de millones de latinoamericanos que deberían concretarse en la otra Cumbre (de las Américas) si realmente se decidieran por obedecer la voluntad de los pueblos", Chávez se llevó la copia para leerlas y repartirla entre sus colegas "para que conocieran las propuestas profundas que se escriben desde la realidad."
En su discurso había instado al gobierno de Estados Unidos a revisar los textos de la Alianza para el Progreso, "en vez de proponernos un libre comercio asesino (el ALCA) que produjo, en estos últimos 20 años, el crecimiento de la pobreza y la muerte en América Latina".
Ante los mandatarios, el venezolano afirmó que su país no reconocerá "ni un milímetro" de párrafo que incluya el ALCA en la declaración final de la cuarta Cumbre de las Américas, y en el peor de los casos repetirá la fórmula de reservarse el texto referido al tratado que da por muerto.
"Venezuela no aceptará ni reconocerá, pero ni un milímetro, que se incluya el ALCA, y si se incluye nosotros no lo vamos a reconocer y haremos lo mismo que hicimos en Canadá (2001) y en Monterrey (2004), dejar claro que no suscribe esa parte del texto", señaló Chávez.
Así como Chávez había convocado el fervor de la multitud, al culminar el acto el comentario más duro hacia los presidentes visitantes lo registraba el disgusto de políticos y dirigentes por la posición del presidente mexicano Vicente Fox. "De ese México de donde vino el ejemplo de aquella revolución de principios del siglo XX, ahora llegó la estocada miserable para América Latina, en la voz del presidente, pero sabemos que el pueblo mexicano no piensa lo mismo", dijeron algunos diputados presentes en los actos del estadio Polideportivo.